El sector utilities es un sector muy dinámico y uno de los que ha experimentado una mayor transformación, sobre todo, desde el punto de vista del usuario final. Este cambio ha generado nuevas oportunidades pero, a su vez, obliga a las empresas de servicios a reinventarse constantemente por la incorporación de nuevas tecnologías, nuevos competidores, cambios regulatorios, etc.
Desde el punto de vista del sector hay dos retos relevantes: la búsqueda por parte de los clientes de modelos eficientes y los nuevos modelos de movilidad, entre los que se encuentra la llegada del vehículo eléctrico.
El usuario marca el modelo de gestión
En cuanto al primer reto, cabe destacar que los contratos de servicios energéticos en España han revolucionado el modelo de gestión de la energía desde el punto de vista del usuario, lo que ha supuesto una importante mejora en la productividad.
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A día de hoy, las empresas se hacen cargo del diseño, las soluciones, la adquisición de la energía, la operación y mantenimiento y el ciclo de vida de las instalaciones han contribuido a reducir de forma significativa los consumos energéticos y las emisiones generadas. Este modelo ha cambiado completamente la forma en la que hasta ahora se contrataban estas prestaciones, ya que el riesgo sobre los consumos energéticos, el diseño y la operación de las instalaciones recae en la empresa y no sobre el cliente.
En este sentido se han experimentado grandes cambios en el sector, algunos de tipo regulatorio, con un fuerte impacto en las energías renovables y de alta eficiencia. Otros cambios son de tipo tecnológico, como es el caso de la iluminación LED, donde ahora nadie cuestiona su valor pero, hace unos años se dudaba de su viabilidad en algunos entornos como el alumbrado público y hoy son numerosos los casos de éxito. Y por último, el cambio de orden macroeconómico en los que administración, empresas y usuarios necesitaban modernizar sus instalaciones y reducir coste corriente en un momento en el que el acceso a la financiación suponía una dificultad importante para el crecimiento del sector.
Hoy en día, y gracias a la estabilidad económica, esto no es una limitación y existen importantes ayudas disponibles, especialmente para el sector público, que favorecen este tipo de soluciones.
Los nuevos modelos de movilidad
El segundo gran reto de los servicios energéticos son los nuevos modelos de movilidad y la llegada del vehículo eléctrico que están cambiando el mercado hacia una desagregación de la demanda y una red eficiente que permitan el crecimiento y la expansión de este tipo de soluciones. Existe un fuerte crecimiento de la demanda por parte de los usuarios de estos servicios. Un ejemplo es ZITY, el servicio de carsharing de Ferrovial Servicios que actualmente cuenta con una flota de 500 coches desplegados por la ciudad de Madrid.
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A modo de conclusión, el mercado de la eficiencia energética es dinámico y competitivo. Los clientes cada vez exigen más y las empresas nos vemos obligadas a mejorar nuestros procesos, hacernos más eficientes y a innovar. Este mercado ha crecido velozmente, cada vez hay más competidores, por lo tanto, la única manera de mantener ventaja competitiva es a través del desarrollo de nuevas soluciones digitales y nuevas propuestas de valor. Un ejemplo en este sentido es la herramienta EMMOS que detecta desviaciones, controla consumos y permite dar una respuesta ante cualquier eventualidad. Además, se están utilizando tecnologías de inteligencia artificial y machine learning para predecir tendencias y mejorar procesos.
El modelo de contrato de servicios energéticos en el mercado de las PYMES y, en especial, el mercado doméstico son dos áreas a explorar. Este segmento, el doméstico, está informado de las distintas soluciones y tecnologías disponibles en el mercado, además de ser un colectivo comprometido con la reducción de emisiones.
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