Ser el CEO de un aeropuerto en un videojuego
Transporte aereo

Simuladores de aeropuertos: una aproximación divertida a los negocios e infraestructuras del mundo real

09 de agosto de 2018

Quien más quien menos habrá oído hablar de SimCity, un juego en el que hay que construir edificios y ciudades con todo lujo de detalles para verlas progresar al cabo del tiempo. O de los simuladores de tráfico en los que hay que construir carreteras y planificar la señalización, o quizá de los simuladores de ATC (torres de control) tremendamente realistas. En la actualidad hay un par de juegos relacionados con el mundo aeroportuario que llevan algún tiempo en desarrollo y que permiten entender mejor la complejidad de los aeropuertos y la gestión de sus operaciones y negocios.

La especialización en este tipo de entretenimientos es muy alta y cada vez incluyen más detalles, tanto de la parte económica de transfondo como del comportamiento de los personajes. Uno de ellos es Airport CEO (descargable desde Steam en versión previa). El otro, SimAirport (también como previo en Steam). Los estudios que los desarrollan permiten ya comprarlos por adelantado. De hecho gracias a los comentarios de esos primeros entusiastas y aficionados van modificando ciertas partes o añadiendo otras. Además, son juegos que funcionan en cualquier PC sin demasiados requerimientos.

Construcción y negocio

AirportCEO videojuegos de gestión de aeropuertos

Ambos juegos son bastante similares y parten de la idea de que la persona que juega es la responsable en todos los sentidos del aeropuerto: tanto de su diseño, construcción y operación como de las finanzas, recursos humanos y gestión diaria de cada uno de sus aspectos. Esto que puede parecer un tanto agobiante en principio normalmente no lo es tanto pues muchas funciones están delegadas yen cierto grado – normalmente más cuanto más avanza el juego.

Las simulaciones tienen una parte importante relacionada con el diseño y construcción del aeropuerto: hay que elegir un lugar, asfaltar las pistas y diseñar los edificios. En las terminales debe haber zonas de embarque y salida, cintas para los equipajes, controles de seguridad y salas de espera. Todo ello con restaurantes, tiendas y hasta cuartos de baño, por no olvidar la señalización.

El negocio tiene una parte económica, de modo que al empezar se cuenta con un presupuesto a repartir entre unas cosas u otras: parte para los gastos de construcción, parte para los contratos de servicios, parte para contratar empleados. A medida que transcurre el tiempo el aeropuerto produce ingresos con los que equilibrar los gastos. Y cuando empieza a haber beneficios se pueden reinvertir en ampliaciones de las diferentes áreas.

Como en el mundo real el objetivo del juego es satisfacer a los clientes, que en este caso son tanto los viajeros como las compañías aéreas.

Para los pasajeros esto incluye hacer que los vuelos salgan y lleguen a tiempo, que los equipajes no se pierdan y que los tiempos de espera sean mínimos. Para las aerolíneas lo más importante es la puntualidad y la disponibilidad de fingers y puertas de embarque. Como extras hay potenciales beneficios esperando en forma de ingresos en las tiendas y restaurantes. Y como imprevistos e imponderables están las variaciones de las condiciones meteorológicas, los problemas de seguridad y retrasos o las emergencias en algunos vuelos.

Realismo hasta los más pequeños detalles

Vidojuego de simulación de gestión de aeropuertos

Dicen que los mejores juegos de simulación están llenos de pequeños detalles que los hacen grandes. En el caso de estos simuladores hay multitud de cuestiones relacionadas con la logística y gestión de los aeropuertos que escapan al público general pero que es necesario comprender para triunfar en el juego. Un ejemplo es que el aeropuerto tiene que realizar contratos con las aerolíneas: éstas pueden solicitar ciertos tipos de servicios (horarios, fingers, personal para gestionar los embarques) y los precios variarán según la congestión, ratios de cumplimiento y demás. Hay aerolíneas grandes y pequeñas y entre las decisiones estratégicas están elegir los mejores contratos según el tipo de aeropuerto, o diseñar edificios adecuados para acoger a las aerolíneas más rentables.

Los personajes simulados de estos aeropuertos virtuales incluyen los pasajeros y el personal de tierra. Tienen pautas de comportamiento que intentan parecerse a las reales: los pasajeros se quejan si no encuentran las tiendas, si hay colas demasiado largas o si su equipaje tarda mucho en salir. Habrá pasajeros de primera clase y de clase turista – y será mejor tener una cola para cada tipo, o incluso salas VIP. Los empleados se presentan en diferentes roles: operarios de rampa, personal de tierra, limpieza, tiendas, seguridad… En las simulaciones se contempla que tienen que interactuar con los pasajeros y están dotados de parámetros variables de simpatía, estrés y fiabilidad ante errores – dependiendo normalmente del horario e intensidad del trabajo. Airport CEO requiere incluso contratar un equipo de recursos humanos y otro de contabilidad cuando el negocio ha crecido demasiado.

s allá de las pistas

diseño de aeropuertos y su infraestructura en videojuegos

El diseño de la infraestructura del aeropuerto va más allá de las pistas y las terminales – aunque muchas veces tampoco se vea. Hay que incluir las pistas auxiliares de rodaje, la torre de control y caminos de servicio. Y hay diversos tipos de vehículos además de los aviones: autobuses de pasajeros, camiones para equipajes y cátering, vehículos de bomberos y servicios de emergencia… Y todos deben tener zonas de aparcamiento y repostaje. En los edificios es importante diferenciar las áreas con separaciones, asegurarse de que los caminos para llegar a los sitios están claros (o los pasajeros pueden perderse) y evitar que puedan entrar o salir sin pasar por los controles de seguridad o la aduana. Además hay que comprobar cuál es la cantidad adecuada de puestos de control para que la circulación de pasajeros sea fluida y sin colas eternas.

Como en otras simulaciones hay dos modos de juego: el competitivo, donde se empieza con una cantidad de dinero determinada, o el de diversión, con fondos ilimitados y en el que es mucho más fácil experimentar. Además del juego en sí hay varios «foros de la comunidad» donde se intercambian experiencias, consejos y trucos. Como suele suceder con este tipo de software sus usos van más allá del mero entretenimiento: la introducción a conceptos del negocio, la formación con ejemplos visuales y fáciles de entender o la experimentación con nuevas ideas son algunas de sus grandes virtudes. Nunca aquello de «la mejor forma de aprender es jugando» fue más cierto.

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