Hospitales cabecera
Conservación del medio ambiente

¿Cómo puede influir la arquitectura de los hospitales en la vida de los pacientes?

16 de enero de 2019

La estructura y la arquitectura de un centro sanitario puede mejorar la vida de los pacientes. La nueva concepción de instalaciones de atención médica huye de los espacios monótonos, apostando por la interpretación del color y la luminosidad. De esta manera, los espacios influyen en el estado de ánimo y la propia percepción del cuerpo de los pacientes, en realidad, puede ayudar a las personas a recuperarse más rápido.

En el pasado, el diseño de estas instalaciones se centraba más en apoyar al equipo de atención al paciente que al paciente en sí. Muchas de las decisiones que se adoptan en la fase de diseño, ejecución y puesta en marcha condicionaban la mayor eficiencia de los servicios de las diferentes áreas del hospital. Estos edificios, además de ser muestras hermosas y poderosas de arquitectura pensadas para las personas, son edificios funcionales.

Calidades arquitectónicas como la luz natural, las vistas a la naturaleza y las habitaciones para pacientes tranquilas y limpias contribuyen a una experiencia positiva para el paciente. Los estudios de arquitectura han trabajado para acercar la naturaleza a la experiencia del paciente con jardines exteriores e interiores, paneles de vidrio para poder disfrutar la luz y el paisaje, y el uso de materiales naturales como la madera y la piedra.

Por el contrario, las instalaciones diseñadas sin el paciente en el centro pueden ser particularmente estresantes y tristes para alguien que ya se encuentra en un estado vulnerable. Crear un entorno relajante debe ser prioridad de hospitales y centros de tratamiento, porque está demostrado que, si el estrés se reduce, las estancias de los pacientes son más cortas.

La arquitectura hospitalaria ha sufrido un cambio en su enfoque funcional y el hospital se concibe como una suma de espacios que trata de transmitir experiencias saludables, más que como un espacio contenedor de salud. El objetivo es mejorar los procesos internos en los que participan diferentes áreas del hospital de forma que redunde en una mayor eficiencia de los mismos y en la mejora de la calidad percibida por los usuarios.

Diseño de las habitaciones de los hospitales y la recuperación de los pacientes

En este sentido, los proyectistas de los nuevos hospitales convocan talleres de diseño estratégico en los que se obtienen ideas atractivas sobre las que investigar en cómo integrar en el hospital del futuro espacios de co-creación multidisciplinares. Es importante conseguir una perfecta adecuación entre los aspectos técnicos y organizativos y tener en cuenta que cada función exige su propio espacio.

Por ejemplo, se analizan procesos críticos muy concretos de los servicios para mejorar su prestación en la separación eficaz de residuos sanitarios, la optimización del proceso de limpieza en quirófanos, la información en tiempo real al personal sanitario del estado o la disponibilidad del material electro-médico objeto de mantenimiento.

La integración de pacientes, personal sanitario y no sanitario en un edificio flexible que aúne paisaje, luz natural, energías renovables y últimas tecnologías son las particularidades de los hospitales del s.XXI.

Ahorro y Eficiencia Energética

La importancia de construir hospitales eficientemente energéticos introduciendo indicadores de eficiencia junto a los de calidad y adecuación generan valor diferencial. Las variables que inciden en el consumo de energía de un hospital son aquellas que comparten un valor de consumo óptimo, lo que permite reducir costes, contribuyendo a una mejor gestión económica del centro hospitalario y un mayor cuidado del medio ambiente.

Actualmente, los proyectos de arquitectura se basan en el Integrated Building Design, un proceso que integra personas, estructuras de negocio y procedimientos desde la fase de prediseño hasta la de operación y mantenimiento del edificio, lo que ayuda a conseguir una mayor fiabilidad de funcionamiento, reducir los costes de mantenimiento y mejorar la eficiencia energética del sistema.

En todo momento se debe tener en cuenta, para el correcto funcionamiento del edificio, que la funcionalidad y el confort deben primar sobre el resto de los criterios. Su diseño va a estar condicionado, en primer lugar, por la normativa urbanística; en segundo lugar, por las necesidades que ha de cubrir el edificio en cuanto a la tipología de los espacios que necesita, su distribución y volumen; y en último lugar, y no por ello menos importante, por la imagen, y otros factores como la sostenibilidad, fiabilidad, seguridad, etc. Por ejemplo, los techos más bajos reducen el consumo, así como el aprovechamiento de la energía solar para la calefacción y el agua caliente de las instalaciones.

eficiencia energética en diseño de los hospitales

Los hospitales acogen a una gran cantidad de gente a diario, entre trabajadores, visitas y pacientes. Que la situación del edificio esté bien comunicada y sea accesible con comodidad mediante el transporte público o disponga de vías de comunicación que faciliten el acceso a pie o en bicicleta reducirán el consumo energético necesario para los desplazamientos a y desde el edificio. Si el edificio se encuentra aislado y lejos de infraestructuras, llevar la energía y los diferentes suministros también supondrá mayor consumo energético.

La climatización y la iluminación son las aplicaciones que más consumo de energía concentran y de las que se pueden lograr una mayor optimización energética. La integración de la climatización solar pasiva en fase de diseño ayuda a reducir las necesidades de climatización del edificio. De igual modo, la disposición de amplios ventanales y que el edificio no sea muy ancho, permite maximizar la iluminación natural del interior. Esta fuente de luz, además de reducir el consumo eléctrico, ha demostrado acelerar la recuperación de los pacientes y mejorar la productividad y capacidad de respuesta de los trabajadores.

La accesibilidad de las instalaciones condiciona su posterior mantenimiento. Las instalaciones deben ser accesibles y permitir la ampliación y modificación de las mismas con estructuras flexibles y modulares, que permiten el crecimiento de las instalaciones en caso de crecimiento de la población.

El desarrollo del edificio, en altura o en horizontal, se debe estudiar con atención. Cómo se resuelvan las circulaciones en este tipo de edificios afectará directamente a la eficiencia, ya que influirá en los tiempos de traslado y en el consumo energético. De los patrones de flujos en tránsito se consiguen obtener y gestionar información de los distintos colectivos (usuarios, visitantes, personal asistencial y personal de servicios) para optimizar recursos y la prestación de servicios: reordenar el encendido de luces, mejorar la gestión de limpieza y de gestión de residuos o generar ahorros energéticos, entre otras cosas.

La experiencia de paciente

En la actualidad, el paciente ha pasado a ser el centro de la atención sanitaria. La individualidad del paciente y su humanización cobran especial importancia. Se considera no sólo la esfera física sino la emocional y social, sino también la experiencia del paciente y todo lo que le rodea.

Algunos ejemplos que ya se están experimentando son cómo mejorar la experiencia de usuario en las salas de espera y convertir los tiempos muertos de pacientes y acompañantes en tiempos útiles o cómo facilitar la movilidad de las personas en el hospital con el fin de hacer más eficiente la orientación y los desplazamientos por el hospital, para reducir los niveles de incertidumbre y ansiedad de pacientes y acompañantes.

Experiencia de los pacientes según el diseño de las habitaciones de los hospitales

Ya se están materializando actuaciones como la incorporación de voluntarios en tareas de acompañamiento a pacientes, las campañas de reducción del ruido dirigidas a los trabajadores, la oferta amplia de servicios para pacientes ingresados o la eliminación del pago en las televisiones de hospitalización.

A día de hoy, se entiende la experiencia de paciente como herramienta de mejora en los hospitales. Estos se han convertido en un ecosistema real con acceso a pacientes, familias, y expertos. Para recoger la opinión de los mismos y entender mejor su experiencia se aplican técnicas de diseño participativo con todos los integrantes, escuchando sus necesidades relacionadas con los productos, servicios, espacios y plataformas del hospital.

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