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¿Acertó la arquitectura de la ciencia ficción?

25 de febrero de 2019

Las películas de ciencia ficción son un marco perfecto para viajar al futuro sin necesidad de envejecer por el camino. Sus novelas, relatos, películas o videojuegos nos han hecho vivir desde mundos postapocalípticos y distópicos, a sueños irrealizables por su carácter utópico. En estas historias se suele dar mucho peso a la narrativa, pero ¿qué hay de realista en la arquitectura de la ciencia ficción? ¿Acertó en sus diseños?

La arquitectura es un elemento indispensable para las historias. ¿Con cuánta frecuencia el escenario de croma mal montado nos ha sacado de la trama? Resulta que los diferentes escenarios dan realismo y consistencia a la película. Todas las historias humanas ocurren en las proximidades o en el centro mismo de una construcción. En este artículo analizamos, desde la vertiente arquitectónica algunas de las películas icónicas del cine de ciencia ficción.

Dune, Star Wars, Star Trek, ¿construían bien los imperios galácticos?

En 1977 aparecía en el cine ‘La guerra de las galaxias’, de la franquicia Star Wars. Fue de las primeras grandes películas de ciencia ficción modernas. En ella conocíamos a un joven Mark Hamill viviendo en una casa-cueva de Tatooine. En realidad, los edificios pertenecen a un hotel de Matmata, en el desierto de Túnez. A partir de ahí la cantidad de escenarios a los que nos asomamos no dejan de crecer: naves imperiales, pueblos del desierto, la luna de Yavin (abajo, en Guatemala).

Arquitectura de ciencia ficcion Guatemala

Fuente: Unsplash | Autor: Ricardo Gomez Angel

Si obviamos el ligerísimo detalle de la gravedad artificial o la construcción de la Estrella de la Muerte, lo cierto es que Star Wars, ‘Star Trek’ (1979) o ‘Dune’ (1984) han sido sagas que han conservado un mínimo de respeto por las normas de la arquitectura. De hecho, muchas de sus películas se rodaron en enclaves reales. Otros, como puede verse abajo del rodaje de David Lynch, no tanto.

Foto rodaje de Dune.

Aun así, ningún edificio o nave espacial rompe del todo con las normas básicas de la arquitectura. Incluso en estas últimas se mantienen elementos de reparto de carga como columnas o vigas. Arriba observamos cómo el edificio en forma de zigurat usa divisiones para los diferentes paneles, en lugar de una superficie lisa e irreal.

El mundo digital de Tron, Nivel 13 o Matrix

La película original de ‘Tron’ (1982) mostraba un mundo digital no muy diferente del que percibimos con nuestros sentidos. Aunque por motivos de presupuesto y capacidades tecnológicas este no podía ser mostrado con demasiada definición, La Red tenía su propia topografía y edificios. Todos con su característico neón ochentero y con gráficos que hoy consideramos horribles pero que fueron un hito de la época.

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Muchos años más tarde ‘Tron Legacy’ (2010, arriba) nos mostraba una Red evolucionada con un realismo mucho más vivo. Los gráficos por ordenador habían pasado de unos minutos a prácticamente toda la película, y en ella se observan edificios y ciudades no muy diferentes a las europeas o americanas. Pero con menos Sol iluminando sus cielos en permanente penumbra.

No fueron, ni de lejos, las únicas películas que mostraban entornos simulados. Solo en el año 1999 se estrenaron a la vez las películas de culto ‘eXistenZ’, ‘Matrix’ y ‘Nivel 13’. En todas ellas los entornos virtuales aparecen de forma tan realista que son, de hecho, grabaciones en escenarios que existen. De modo que, para esta tanda, podemos afirmar que las edificaciones son veraces. Tanto que aguantan en pie en la vida real.

¿Y qué hay de las colonias espaciales?

El presente es arquitectónicamente fácil. Pero ¿qué hay de cuando construyamos colonias espaciales? ‘Moon’ (2009) es una de esas obras de arte poco conocidas. Nos muestra el día a día del único astronauta en una base de operaciones lunar.

En este lugar la arquitectura está medida hasta el detalle. Todo, desde los gruesos muros a las antenas de comunicaciones está diseñado con cariño. Factores hasta cómo se desmontan los paneles de las paredes del habitáculo fueron pensados para la película.

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Pero la película de Sam Rockwell no es la única que merece un lugar destacado en realismo arquitectónico en colonias espaciales. Al menos si consideramos arquitectura al ensamblado de módulos que vemos en filmes como ‘El marciano’ (2015) o documentales ficticios como ‘Mars’ (2016).

En este último se detallan los pasos necesarios en arquitectura para construir una colonia marciana. El espectador aprende la importancia de la roca sobre las cabezas para protegernos de la radiación o por qué una gruta es mejor que ‘acampar a la intemperie’.

Arrival: cuando no somos capaces de comprender la arquitectura

‘Arrival’ (2016) es una de las películas de ciencia ficción más extrañas que existen. En ella, los alienígenas no vienen a hacernos daño y el papel principal lo tiene una experta lingüista. Además, la arquitectura de la película resulta más que llamativa.

A diferencia de ‘Abyss’ (1989), ‘Independence Day’ (arriba, 1996), ‘Distrito 9’ (2009) o ‘Prometheus’ (2012), películas en las que somos capaces de entender la arquitectura de las especies alienígenas, La Llegada nos deja en ascuas. Su arquitectura es tan enigmática que incluso al final de la película no somos capaces de descifrarla.

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La nave espacial de los heptápodos consiste en un óvalo oscuro sin ningún tipo de resquicio a excepción de una pequeña compuerta en la base. De sus interiores poco sabemos, más allá de que las paredes son lisas, sin adornos, luces o asideros. Nuestros edificios tienen, por ejemplo, barandillas y otros elementos de seguridad. Los suyos, no lo sabemos. Si Arrival es interesante es porque abre la puerta a un nuevo tipo de arquitectura.

Idiocracia, cuando no se mantienen los edificios

Imposible cerrar el artículo sin un guiño al humor, destacando la comedia en clave de ciencia ficción de ‘Idiocracia’ (2006). La falta de mantenimiento es uno de sus detalles constructivos más reseñables. La película nos lleva a un año 2505 en el que la humanidad se ha estancado a nivel intelectual. Tanto que han olvidado cómo funciona la tecnología. Por tanto, son incapaces de reparar, por ejemplo, un puente.

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La consecuencia directa son goteras en todos los edificios (a algunos les falta parte del techo), una nula gestión de los residuos urbanos y una arquitectura que se cae a pedazos. Conviene echar un vistazo a esta película no por su argumento (regulero tirando a básico), sino por el modo en que plasma la importancia del mantenimiento en edificación. A menudo olvidamos lo esencial del mismo.

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