Disponibilidad de agua potable a muchos kilómetros
Agua

6 kilómetros, una distancia insalvable para conseguir agua

20 de marzo de 2019

A nivel mundial, 844 millones de personas carecen de acceso a agua potable y más de 1.000 menores mueren cada día a causa de enfermedades causadas por la falta de agua potable. Sin agua limpia y de fácil acceso, las familias y las comunidades están atrapadas en la pobreza durante generaciones. Los niños abandonan la escuela y los padres luchan por ganarse la vida.

Se han logrado grandes progresos al hacer que el agua potable limpia sea accesible para 2.600 millones de personas en los países en desarrollo desde 1990 hasta 2015. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer tal y como recoge Naciones Unidas al reconocer la importancia de abordar la crisis mundial del agua y hacernos eco de ella especialmente en días tan importantes como en el Día Mundial del Agua, el 22 de marzo. Por eso World Vision tiene como una de sus prioridades dar acceso a agua, saneamiento e higiene adecuados y es actualmente la principal ONG proveedora de agua potable en el mundo, llevando agua potable a una persona más cada 10 segundos.

Una carrera por el agua

Iniciativas como la Global 6K For Water provocan que miles de personas unan sus esfuerzos y solidaridad participando en la carrera más grande del mundo por el acceso a agua limpia. Esta además de disputarse en Madrid, ese fin de semana se hará simultáneamente en diferentes ciudades de España y más de 20 países en todo el mundo.

El coste de la inscripción de esta solidaria prueba deportiva es de 10€, de esta forma cada corredor estará dando acceso a agua potable a una persona durante 1 año.

La carrera no sería posible sin el apoyo de las empresas patrocinadoras y colaboradoras, cuyos donativos, son canalizados por la ONG a proyectos concretos. De este modo los patrocinadores principales se comprometen con proyectos reales y específicos de World Vision, como es el caso de Ferrovial que ya está trabajando junto a la organización en Zimbabue para restablecer y mejorar el acceso a instalaciones de suministro de agua y saneamiento seguras y adecuadas en 5 centros sanitarios y 2 escuelas de primaria.

Además, es fundamental que los beneficiarios sean protagonistas de su propio desarrollo, por ello con este fin, está previsto distribuir mensajes de higiene a todos los pacientes de los centros médicos, así como a los beneficiarios de la escuela primaria. Los niños son agentes de cambio de las comunidades y está previsto trabajar con ellos para que difundan mensajes sobre higiene y salud en el hogar, y con ello influir el cambio de hábitos de higiene y salud en la comunidad.

La historia de Julius Tugume

Julius Tugume era una estrella. «Era guapo y enérgico», dice su tía, Francisca Mukandamutsa. Francisca, una costurera, adoptó a Julius cuando tenía 6 años. «Me lo llevé a mi casa para darle una oportunidad», dice ella. El padre de Julius había muerto de VIH y su madre, la hermana de Francisca, no podía cuidarlo. Francisca lo trajo a casa después del funeral de su padre, y el niño prosperó de inmediato.

Francisca adoptó a Julius cuando él tenía 6 años

Francisca adoptó a Julius cuando él tenía 6 años. (© 2018 World Vision / foto de Jon Warren)

«Sus calificaciones estaban por encima de la media», dice Edward Sakure Ndahiro, director de la Escuela de Bihinga, a la que Julius asistió. «Era un genio». El joven de 17 años acababa de hacer los exámenes nacionales con un 82%, una calificación tan alta que cuando el director revela la puntuación, uno puede entender la importancia de este dato.

Julius nunca supo su puntuación. Los resultados de la prueba llegaron después de que se ahogase en el estanque. Su mejor amigo, Desire Zigirinshuti, de 17 años, estuvo allí ese día en noviembre de 2017. Los dos habían sido inseparables desde que se conocieron. «Si alguna vez necesitaba algo, simplemente busca a Julius», dice Desire. Ese día, los niños fueron al estanque para recoger agua y Julius fue demasiado lejos. El estanque tiene un fondo fangoso con agujeros profundos. «No sabemos nadar, así que no pudimos salvarlo», dice.

La familia perdió a un buen chico, la escuela perdió, el país perdió. Esto es lo que ocurre cuando no hay acceso a agua potable. Todos perdemos.

«Estábamos muy unidos», dice el amigo de Julius, Justin, de 15 años. «Él siempre me animó a leer. Tenía muchas ideas geniales”, nos cuenta su amiga Elise, también de 15 años, que agrega: “Solía ​​estudiar mucho. Él era más brillante que todos nosotros. Él solía enseñarnos”.

Julius dejó a sus tres mejores amigos cuando se ahogó, Desire, Elise y Justin

Julius dejó a sus tres mejores amigos cuando se ahogó, Desire, Elise y Justin (sentados de izquierda a derecha). (© 2018 World Vision / foto de Jon Warren)

El agua en Ruanda

No puedes tener una nación próspera sin agua. En este momento, casi 6 millones de los 11 millones de personas de Ruanda carecen de acceso a agua potable. Es por eso que la ONG está embarcada en un proyecto de grandes dimensiones en colaboración con el gobierno para llevar agua potable a todos los habitantes de Ruanda en 2022.

Es un objetivo ambicioso, pero se puede lograr por tres razones:

  1. El tamaño. Ruanda está densamente poblada, pero es relativamente pequeña. Se puede atravesar todo el país en solo un día.
  2. La experiencia. World Vision es el proveedor no gubernamental líder de agua limpia en el mundo en desarrollo.
  3. Hay sostenibilidad. El trabajo de hoy en día servirá para que futuras generaciones tengan acceso a agua potable.

El progreso se ha acelerado rápidamente desde 2012, cuando World Vision comenzó su programa de agua, saneamiento e higiene en Ruanda, instalando tuberías para servir a miles de personas a la vez. Actualmente, más de 300.000 ruandeses tienen agua limpia y acceso a saneamiento mejorado. Otros 130.000 se han beneficiado de instalaciones para lavarse las manos y han mejorado las letrinas como resultado de las campañas de cambio de hábitos sanitarios.

La organización tiene el apoyo total del gobierno para cumplir con sus grandes objetivos que servirán a niños como Esther. «Sus metas son nuestras metas», dice el primer ministro Edouard Ngirento. «Estamos trabajando juntos en buena sintonía».

«Nosotros perdimos a Julius, pero World Vision está trabajando para que otros niños como Julius no mueran», dice Francisca.

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