Las bicicletas ya no son solo para el verano
Innovación

Las bicicletas ya no son solo para el verano

Las bicicletas se han convertido en una gran alternativa de transporte en las grandes ciudades. Ya es una realidad en capitales como Madrid, París o Berlín. Barcelona ha puesto en marcha recientemente su servicio de bike sharing apostando por un modelo tecnológico, sostenible y eficiente. Contamos las singularidades del servicio y la tecnología aplicada. El reto: asegurar una movilidad sostenible y comprometida con el medioambiente en las ciudades.

La transformación de las ciudades y de la movilidad urbana es un hecho. En 2050, más de dos tercios de la población vivirá en las ciudades, así que si ya tenemos problemas para movernos, esperad a ver la que se nos vienen encima. Y es por ello en que estamos en un momento que toca pensar, colaborar, co-crear, innovar y adaptarse. Además, tenemos la suerte de que nos encontramos con un ciudadano más conectado, más colaborador, pero también más exigente, que demanda nuevas soluciones.

Las ciudades deben brindar a sus habitantes opciones que se complementen, que estén conectadas física y digitalmente, y que lo hagan de una forma ordenada para conseguir mejorar la movilidad de las urbes. Para lograrlo, todas las soluciones deben estar enfocadas en tres pilares fundamentales: deben ser compartidas (para así reducir el número de vehículos en las calles); deben ser eléctricas (y así contribuir a la sostenibilidad y medio ambiente); y deben ser digitales (para permitir la inmediatez).

movilidad sostenible en ciudades

¿Por qué es un buen momento para volver a la bicicleta?

En el nuevo modelo de ciudades y de movilidad urbana, el bike sharing tiene un papel muy importante que jugar. Permite los desplazamientos de “última milla”, es decir, desde donde dejo el coche en un aparcamiento o desde donde me bajo del metro en una estación, hasta que llego a mi puesto de trabajo. Además, permite esos desplazamientos de una manera ecológica y saludable.

De esta forma, para que exista un buen sistema de bike sharing, se deben dar una serie de factores entre los actores clave del ecosistema. En primer lugar, se necesita una ciudad que apoye la bicicleta, que pueda entender el bike sharing como un servicio público más, que esté dotada de una infraestructura adecuada (carriles bici, estaciones, etc.) y que además ponga orden entre todos los sistemas, y poco a poco genere cultura de bicing en la ciudad. Así mismo, debe haber un producto, la bici, que debe ser de calidad, robusta y segura que atraiga al ciudadano a utilizarla.

Detrás de este producto debe haber un servicio, un operador del sistema que se encargue de mantener las bicis, estaciones y demás en perfecto estado de uso, redistribuyendo estas bicicletas adecuadamente para que el ciudadano siempre pueda disponer de una al alcance de su mano. Y, por último, debe haber una tecnología que permita que el ciudadano pueda reservar y utilizar las bicis de una manera fácil, inmediata y segura; que el operador del sistema pueda saber dónde están las bicis, si debe repararlas o moverlas; y a la ciudad que mediante el análisis de los datos pueda saber cómo se mueven sus ciudadanos, si debe aumentar la flota, si debe ampliar nuevas zonas, etc.

Barcelona, una apuesta diferente a París, Londres o Madrid

Barcelona está apostando por una estación híbrida donde se pueden anclar bicicletas tanto eléctricas como mecánicas, y pretende así, marcar la tendencia mundial en sistemas de bicicleta compartida para la ciudad. El servicio en la ciudad condal se puso en funcionamiento este mes de marzo, a través de un modelo de contrato que incluye la fabricación, instalación y operación; al contrario del modelo de Londres, que solo incluye operación, o al de París o Madrid, que es una asociación público-privada. Los ingresos dependen de un canon mensual, sujeto a diferentes indicadores, al contrario de la tarifa de usuario y de publicidad como sucede en París o a la cuota única como en Berlín.

En Barcelona se dispondrá de 7.000 bicicletas y 14.000 docks para aparcar las bicis distribuidas entre 519 estaciones, que configuraran una malla que dará alcance a toda la ciudad, con una distancia entre ellas de un radio de 5 minutos. En el momento inicial, estamos instalando, dentro de esa cifra, 1.000 bicicletas eléctricas. Ademásse trata de un prototipo transformable, ya que las dos bicicletas son totalmente idénticas, lo que permitirá a la ciudad atender y adaptarse a las necesidades reales de sus ciudadanos.

bikesharing en Barcelona

La tecnología, clave para ofrecer un servicio diferencial a los ciudadanos

La tecnología y la apuesta por nuevas técnicas y herramientas han guiado el desarrollo de este servicio en Barcelona.

  • El servicio cuenta con una estación que es modular y no hace falta anclarla al suelo, estable por su propio peso y estructura, lo cual permite una instalación más rápida. Esto nos permite reducir el impacto con la estructura de la ciudad, además de tener un alto componente estético en estas nuevas estaciones.
  • Otra novedad es que hemos diseñado de forma conjunta con nuestros proveedores un vehículo para el transporte de bicicletas. El vehículo consta de una tractora 100% eléctrica y un semirremolque, con capacidad para 21 bicicletas. Gracias al mismo, hemos conseguido mejorar la atención en los barrios históricos, y hemos mejorado las posibilidades de carga y descarga, llegando al punto de que el remolque se posiciona en el suelo de forma hidráulica para que los trabajadores no tengan que hacer sobre esfuerzos.
  • Dispondremos también de un nuevo Sistema de Mantenimiento Asistido por Ordenador (GMAO), que nos permitirá llevar a cabo la gestión de los stocks, el mantenimiento de estaciones y el mantenimiento conductivo y preventivo de bicicletas. Este avance va a permitir saber telemáticamente qué bicis y estaciones necesitan mantenimiento y, además, se podrán realizar revisiones preventivas aleatoriamente. De esta manera, conseguiremos aportar una mayor seguridad al usuario y reducir la probabilidad de que exista alguna avería.
  • Será un servicio altamente tecnológico, donde dispondremos de diferentes softwares que permitirán la gestión del contrato. Barcelona tendrá unificada la gestión gracias a COMET, un sistema que recoge toda la inteligencia del servicio (bases de datos de usuarios, bicis y estaciones). Además, también hace posible la integración de la pasarela de pago o el sistema de soporte de emails (CRM). Uno de los logros de este innovador sistema es que, durante el periodo de transición y migración de sistemas, el servicio no se ha visto interrumpido en ningún momento.
  • En un futuro, además, se implantará una nueva herramienta de predicción en las bicicletas que se encuentran en las estaciones (BICO) con la finalidad de poder garantizar al usuario la presencia en cada estación tanto de bicicletas como de anclajes libres para poder devolverlas. Este sistema, a través de diferentes patrones, almacena los datos de uso diarios y por horas para dar órdenes predictivas al operario, que se irá moviendo de estación en estación según las necesidades reales obtenidas de acuerdo a los datos.

Movilidad en bicicleta en ciudades

Gracias al desarrollo de nuevas formas de movilidad urbana, como el bike sharing, las ciudades han dado un salto adelante en los servicios que ofrecen a los ciudadanos, en la reducción de emisiones contaminantes y en la oferta de transporte público. Como tal, Barcelona se sitúa gracias a su servicio de bike sharing como una de las ciudades más innovadoras y vanguardistas en este ámbito, que mostrará el crecimiento exponencial que tiene el transporte de bicicletas al mundo, actuando como vertebrador de los diferentes sistemas de movilidad.

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