Así os vemos
“Las sociedades se construyen…” es una expresión que aparece en libros de historia y filosofía, en las tribunas de los políticos, en las mesas de debate, en nuestra vida personal y posiblemente, en nuestra propia opinión de lo qué es lo que nos rodea. Construir una sociedad ha de hacerse con conciencia de lo que en ella ocurre y teniendo en cuenta las necesidades y problemas que existen y que surgen para los individuos que la forman.
20 de agosto de 2019
Durante la carrera de periodismo, he sido instruido en varios ámbitos: economía, política, derecho, marketing, tecnologías…incluso de género, pero en lo que conlleva al sector de la construcción, mi percepción siempre ha sido bastante básica; entendiéndolo como un subsector dentro del sector servicios completamente ajeno al mundo periodístico. Hoy, después de entrar a formar parte del Departamento de Innovación y Transformación Digital de Ferrovial Agroman, me he dado cuenta de que el mundo de la construcción -aparte de ser parte esencial del sector secundario y del PIB nacional – es una oportunidad laboral ideal para un periodista. Solo conocía la parte más elemental, como un ambiente que lo engloba todo y que afecta de manera directa e indirectamente al desarrollo.
Pese a este apunte, tanto mi vida como la historia de mi familia ha estado ligada a este sector, he vivido tanto los buenos momentos como los no tan buenos (en concreto, del mercado español). Ello me ha hecho partícipe de la ilusión -y la necesidad- por innovar, mejorar, crecer y llegar a la excelencia tanto para los clientes como con la sociedad.
No se puede más que aceptar que, de alguna manera, nuestras vidas están ligadas e influenciadas de manera constante por el mundo de la construcción. Las infraestructuras que nos rodean, que usamos y disfrutamos en nuestro día a día, hacen más cómodas, confortables, y fáciles nuestras vidas. Al fin y al cabo, carecer de ellas dificulta y empeora exponencialmente nuestra calidad de vida, así como nuestro desarrollo individual y colectivo. Cada mejora, cada nueva innovación, pero también, cada caída o estancamiento del mercado nos afecta de forma irremediable.
La construcción de los grandes imperios
Aplicado a un contexto histórico, la construcción de infraestructuras ha sido decisiva en el desarrollo de las civilizaciones; los grandes imperios nos hablan a través de las construcciones que han llegado hasta nosotros: primero con la creación de primitivas edificaciones donde buscar cobijo como es el caso de las cavernas, siglos después con la construcción de murallas y castillos dónde protegerse, calzadas pensadas como puntos de unión para vertebrar territorios, hasta llegar a nuestros días con puertos, vías de ferrocarril, o aeródromos, así como construcciones diseñadas para desempeñar funciones básicas como canales y presas para el aprovechamiento del agua o centrales eléctricas para proveer de luz y electricidad a nuestros hogares.
Sin duda, las infraestructuras siguen suponiendo un motor esencial de evolución y desarrollo para la sociedad, haciendo aún más importante su rol dentro de la sociedad ya que son una oportunidad de desarrollo y futuro casi del mismo valor o más de lo que fueron en el pasado.
La gestión eficiente de una obra de construcción
Del mismo modo que las construcciones mejoran nuestras vidas y las completan, también son fuente de “retos”. Obras, remodelaciones, reparaciones…son alguno de los ejemplos de la incomodidad que generan para quienes conviven con ellas. Todos hemos vivido la reparación de una vía de tren, el cierre de un aeropuerto o la clausura de una línea de metro. Uno de los desafíos de la innovación en la construcción es que se haga perceptible para el cliente final y así evitar la interrupción de cualquier actividad cotidiana en nuestras vidas. La gestión eficiente de las obras supone la oportunidad para saltar esta barrera y hacer de ellas un proyecto común y beneficioso para quienes convivimos con las mismas. En otras palabras, pasar de sufrirlas a disfrutarlas.
Las oportunidades de futuro de las infraestructuras
Una de las grandes funciones de la construcción es superar obstáculos y crear oportunidades de futuro, de esta forma es imprescindible continuar el camino hacia una arquitectura en la que las barreras para las personas discapacitadas sea un recuerdo del pasado, en la que todas las infraestructuras sean capaces de acoger las funciones para las que fueron realizadas y donde las edificaciones sostenibles sean una realidad para los usuarios y el medio ambiente. Algunos ejemplos de ello son las estaciones y aeropuertos de fácil acceso, edificios modulables que se adaptan a multitud de usos, viviendas ecológicas, la implementación y desarrollo de energías renovables, calles con zonas donde pararse y descansar, espacios verdes integrados…todas con el propósito de mejorar el presente y establecer oportunidades en el futuro.
La prensa, tanto nacional como internacional, nos ha dado infinidad de titulares en los últimos años que han ligado el sector de la construcción con grandes crisis, burbujas inmobiliarias, inconveniencias medioambientales…Todo ello puede parecer un despropósito difícil de superar, algo de lo que no hablar, pero, como se suele decir: nada es imposible y todo puede considerarse una oportunidad para dar valor y visibilidad al papel fundamental de este sector.
La construcción tiene la capacidad – de crecer y mejorar a través de la aplicación de nuevas herramientas que la tecnología está poniendo a nuestra disposición y que hacen nuestra vida más fácil. La innovación es, sin duda, la herramienta clave para desarrollar una construcción de infraestructuras y edificios eficiente que además de cumplir con su principal función, ayudan a mejorar la vida de las personas, y solventar los nuevos retos a los que se enfrenta la sociedad global como: la crisis ecológica, el calentamiento global, o los cambios demográficos entre otros. Por otro lado, las nuevas oportunidades laborales que surgen de las nuevas tecnologías y la innovación premiarán en gran medida este esfuerzo ya latente y enriquecerán el panorama del mercado de la construcción de manera exponencial
En este sentido, como profesional de la información recientemente incorporado al mundo laboral, opino que es esencial para el desarrollo del sector de la construcción la publicación y difusión de los proyectos de investigación, la aplicación de nuevos procesos, el apoyo al desarrollo de las innovaciones en el sector, tanto interna como externamente, con el fin de compartir el espíritu innovador y crear una cultura – donde la construcción se entienda como el motor de desarrollo y bienestar común y no como un sector con un impacto explícitamente negativo.
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