Origami de Matthew Shlian
Innovación

El arte y la ingeniería del papel plegado

03 de diciembre de 2019

Plegar papel puede ser un mero entretenimiento, aunque llevado a su máxima expresión puede también resultar una técnica útil en diversos campos científicos y de la ingeniería.

Matt Shlian es un artista que crea obras singulares con diversos materiales, especialmente papel plegado. Sus trabajos son una especie de ingeniería de estructuras compleja y variada que va desde esculturas en papel armoniosamente concebidas a objetos que recuerdan a plantas o a mecanismos plegables de formas imposibles. Pero más allá del puro arte, su trabajo está utilizándose también en investigaciones científicas y de ingeniería.

En sus obras se aprecia un importante fondo matemático y el propio Shlian reconoce que el álgebra y la geometría se le daban muy bien en la escuela, aunque no se considera un matemático sino más bien un ingeniero del papel de forma profesional. Algunos de los diseños trazan curvas precisas, tienen una distribución geométrica peculiar o forman patrones complejos que recuerdan a obras como las de Buckminster Fuller.

estructra compleja de papel de Shlian Estructura de Origami de Matthew Shlian

En la mayor parte de sus trabajos emplea simplemente papel blanco, pero en otros utiliza papel de textura metálica con brillantes colores, además de llamativos efectos de luces y sombras para llamar la atención. Shlian dice que sus fuentes de inspiración son muchas, y que su arte «no trata de responder a ninguna pregunta», porque es algo que queda al criterio de quienes admiren sus obras. ¿Por qué papel? La razón principal es la inmediatez y su simplicidad geométrica, el hecho de que doblarlo de diversas formas sea en cierto modo como resolver un puzzle. Considera que lo verdaderamente importante es el camino recorrido desde el material en bruto hasta obtener un resultado final. Su trabajo no se puede clasificar fácilmente: es a la vez arte y ciencia, arquitectura e ingeniería.

Del arte y la ciencia

Tal y como Shlian cuenta en uno de sus vídeos por curiosidades del destino encontró una aplicación práctica para sus técnicas artísticas mientras intentaba llegar a responsables de la universidad para ver si su interés por plegar papel podría servir de algo allí. Medio por casualidad acabó dando una charla en el departamento de biología molecular y haciendo buenas migas con un equipo muy interesado en sus técnicas.

Trabajo para Universidad de Michigan de Matthew Shlian

Allí se percataron de que algunos de los plegados de papel eran muy parecidos a los de las membranas celulares y los tejidos vivos. Así que durante años exploraron juntos la forma en que se pliegan, giran y mueven: primero para ilustrar conceptos científicos, luego para pasar a algo más práctico: investigaciones sobre el doblado de proteínas, que podrían dar lugar a entender ciertas enfermedades y desarrollar nuevos medicamentos. De allí pasaron al diseño de paneles fotovoltaicos «móviles». Y finalmente a experimentar con materiales flexibles a nanoescala con interesantes propiedades gracias a los distintos tipos de plegado. Las técnicas utilizadas son básicamente dos: las del origami (papel plegado) y las del kirigami (papel recortado).

Entre los variados vídeos de Matt Shlian que están disponibles en Internet puede encontrarse una Charla TEDx, una aparición en Barrio Sésamo y una charla sobre su trabajo científico para la National Science Foundation en el Departamento de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Michigan. En su canal de YouTube pueden verse también «en acción» algunos de sus diseños móviles.

Trabajo de Origami de la Brigham Young University

 

Del plegado de papel a la ingeniería

Desde siempre el origami y su capacidad para reducir una gran superficie en un espacio pequeño ha servido como inspiración para el diseño de estructuras plegables como las de los paneles solares de las sondas espaciales (en este vídeo pueden verse en acción).

Edificio de Manuelle Gautrand en París

Las estructuras de los origami geométricos también pueden adaptarse a la construcción y de hecho hay arquitectos que encuentran en ellos inspiración para sus diseños. Un ejemplo sería el Edificio Origami de Manuelle Guatrand en París, que sirve de sede a Barclays. Cuando se renovó se planteó con una fachada que simulara ser origami plegado, usando mármol y cristal en vez de papel. El resultado son 30 metros de fachada continua para un edificio de siete plantas.

En España se puede ver este estilo en un par de edificios de Coll-Barreu Arquitectos: el Edificio Osakidetza de Bilbao o el Edificio E8 del Parque Tecnológico de Vitoria: de caras poliédricas recuerdan poderosamente a las estructuras de papel plegado. Las estructuras planas de cristal envolvente se integran con el entorno natural del parque, incluyendo amplios atrios y una especie de «doble piel» que proporciona aislamiento térmico para disminuir los cambios de temperaturas y hacerlos de paso más sostenibles.

edificio Coll Barreu Osakidetza

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