Desde hace varios años he tenido la oportunidad de presenciar la creación de herramientas tecnológicas que han contribuido a modernizar las condiciones de seguridad o la manera en la que se construye una obra, y así mejorar los resultados de la industria. Es apasionante trabajar codo con codo junto a ingenieros y científicos de datos para innovar en un sector como el nuestro.
Últimamente, el uso de macrodatos o big data está abriendo oportunidades muy atractivas en el sector. Estos conjuntos de datos recolectados se pueden analizar para obtener ideas que conduzcan a mejores decisiones en la construcción y así optimizar procesos. Es aquí donde el análisis predictivo ejerce su protagonismo, ya que mediante esta herramienta se puede realizar un análisis avanzado de los datos para predecir un comportamiento futuro. La construcción está aprovechando sus numerosos beneficios. De hecho, es considerada como una herramienta para eliminar riesgos que la industria está adoptando cada vez más.
La importancia del big data en el análisis predictivo
El poder del análisis predictivo es tal que en Estados Unidos algunas constructoras y aseguradoras se están asociando en el Predictive Analytics Strategic Council para compartir sus datos y mejorar sus experiencias. Estas empresas usan datos propios anonimizados con más de una década para desarrollar sus propios modelos predictivos.
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Una vez creados dichos modelos, la asociación no solo quiere beneficiarse a sí misma y a sus miembros, sino también al resto de la industria de la arquitectura, la ingeniería y la construcción (AEC, en inglés). Así, entre los propósitos del Predictive Analytics Strategic Council está crear una guía para aplicar el análisis predictivo.
Si están surgiendo estas asociaciones sectoriales para usar el big data mediante el análisis predictivo es porque los macrodatos sirven a los responsables de la obra o de la empresa para tomar mejores decisiones. Bien lo sabe el equipo de seguridad, que se puede aprovechar de la captura de imágenes de empleados para saber quién se encuentra en el perímetro o identificar riesgos y problemas de calidad.
Registrar grandes cantidades de datos también está sirviendo para conocer patrones meteorológicos y pronosticar qué tiempo hará antes de empezar un proyecto o qué lugares tienen malas condiciones climáticas. Asimismo, hay otras tecnologías que se están usando a pie de obra y que complementan las virtudes del big data y el análisis predictivo, como veremos a continuación.
Ver el resultado final de un edificio como si ya estuviera construido: otras formas de aplicar la tecnología en la construcción
El análisis predictivo es una de las tecnologías más prometedoras del momento y se espera un gran crecimiento en el futuro. Sin embargo, también existen otras herramientas que están ayudando al crecimiento de la industria y a tener construcciones de calidad y más seguras día a día.
En primer lugar se encuentran las tecnologías de gemelos digitales: el modelado 3D de un edificio se usa para tener una aproximación real del resultado, y es útil durante toda la obra. Si además se aplica realidad virtual y realidad aumentada, el resultado es más atractivo y muy visual. Para ello, son recomendables aplicaciones para iPad como Morpholio AR Sketchwalk o Gamma AR, que mezclan la realidad aumentada con el BIM (modelado de información en construcción, en inglés), pero hay muchas más
En segundo lugar destacan los robots, con los que se pueden automatizar tareas. Esto agiliza procesos y, por tanto, se ahorra dinero y tiempo en el presupuesto. Así, los drones podrían usarse para monitorizar el entorno o la evolución de la obra. Junto a ellos, existen sorprendentes máquinas que funcionan como albañiles humanos; es el caso de Hadrian X, ahora en pruebas piloto, que coloca ladrillos tras introducirle el plano del edificio.
En tercer lugar, la impresión 3D, que, de estandarizarse, mejoraría la productividad de ciertos edificios. Es así como ya se están construyendo viviendas bajas y de estructuras modulares o prefabricadas. Aunque ya se levantan casas con módulos prefabricados desde hace muchos años, ahora ha habido un nuevo impulso, gracias a la madurez de este tipo de impresoras.
En cuarto lugar se encuentran los sensores de monitorización pasiva. Compilan datos sobre el entorno o los materiales y los envían a plataformas analíticas. Por ejemplo, en Reino Unido, la start-up Converge desarrolló unos sensores que envían información en tiempo real sobre la temperatura y la resistencia del hormigón.
En último lugar, existe el procesamiento del lenguaje natural, que actualmente está llegando al sector de la construcción y se usa para generar contratos, informes o presentaciones.
El trabajador humano junto a estas tecnologías
Ante todas estas tecnologías, resulta interesante detenerse en cómo cambiará el papel de los empleados de la construcción. No hay que temerlas, sino todo lo contrario: mejorará su labor.
Así, implementarlas debería llevar a una mayor productividad y compromiso de los operarios, sobre todo de los más jóvenes. Las tareas repetitivas o manuales disminuirán, y centraremos nuestra creatividad e inteligencia en otras actividades de valor añadido
Cuando el big data también servirá a los clientes
Si la industria continúa aplicando estas tecnologías de las que hemos hablado (y hemos visto que hay ejemplos muy atractivos), los clientes se encontrarán mejores construcciones, más baratas y entregadas en un plazo de tiempo menor. Y además, conseguiremos que tengan un papel activo, pues podrán colaborar con los constructores y monitorizar también los progresos.
En definitiva, aplicar todas estas nuevas tecnologías al sector de la construcción resulta apasionante no solo por las mejoras que experimentarán las compañías, sino porque los usuarios finales se sentirán más implicados en el proceso. El futuro que está por venir es muy prometedor.
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