Un proyecto colaborativo para instalar sensores y observar el tráfico desde los hogares europeos
04 de marzo de 2020
Un proyecto de la iniciativa europea Horizonte 2020 busca explorar alternativas para la producción de datos relativos a la movilidad, el tráfico y el medio ambiente en los vecindarios de las ciudades, gracias a la colaboración ciudadana. Se llama WeCount, «nosotros contamos» (jugando con las letras de Citizens Observing UrbaN Transport, «Ciudadanos que observan el transporte urbano»). Participan en él empresas de España, Irlanda, Reino Unido, Eslovenia y Bélgica. La coordinación corre a cargo de TM Leuven desde Bélgica.
La idea básica es hacer que en cinco ciudades europeas 1.500 personas instalen unos pequeños sensores en su hogares, utilizando la fórmula técnica conocida como crowdsourcing, el apoyo masivo de la comunidad. Todo lo que han de hacer es colocar estos pequeños sensores automáticos pegándolos en las ventanas que dan a las calles por las que transitan peatones y vehículos y conectarlos a su red wifi para que tengan salida a Internet.
Estos sensores son en realidad ordenadores pequeños y baratos, llamados Telraam, similares a los de una iniciativa que ya se desarrolló en Flandes. En su interior hay una placa Raspberry Pi, muy popular en este tipo de iniciativas por ser sencilla, robusta y barata: las hay por menos de 50 euros y están financiadas por la iniciativa europea. El dispositivo analiza las imágenes tomadas por su pequeña cámara; reconoce los vehículos o los peatones y los cuenta.
Los sensores se conectan más o menos cada hora a través del wifi de los hogares y depositan los datos en un archivo de la nube donde se centraliza la información. Entre estos datos están el conteo de coches, camiones y autobuses principalmente, pero también hay versiones capaces de detectar bicicletas y peatones. Se puede saber cuántos pasan y a qué velocidad circulan. En algunos lugares también se utilizarán adicionalmente sensores de NO2 (dióxido de nitrógeno) para medir la calidad del aire y micrófonos para obtener datos de la contaminación acústica.
A diferencia de las estaciones de medición de algunas ciudades –que son pocas y en ocasiones propensas a fallos– aquí se utiliza la idea de que la tecnología y ciencia que hay detrás de esas mediciones es la misma, pero que es mejor obtener miles de datos de muchos puntos distintos porque aunque algunos fallen o no estén disponibles la cantidad de datos elimina los posibles fallos. De paso, permite cubrir un área mayor y con más granularidad.
El proyecto se desarrollará durante todo el año 2020. Se pretende que con la información recogida se puedan llevar en el futuro acciones más rápidas y contundentes para mejorar la circulación del tráfico en las ciudades respecto a las emisiones contaminantes. Este es un problema actual que supone un empeoramiento en la vida de los ciudadanos y también un gran número de muertes prematuras por enfermedades, algo que podría mitigarse tomando medidas a tiempo.
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