Las personas como catalizadores, no como barreras, para mejorar la salud y la seguridad

«¿Cómo podemos hacerlo mejor?»

Escuché esta cuestión en una reciente reunión interprofesional de salud y seguridad a la que me invitaron amablemente a asistir. No es frecuente oír este tipo de preguntas inquisitivas que hacen reflexionar. Estaba entusiasmado por saber a dónde nos llevaría ese pensamiento. Sin embargo, nuestra discusión se centró al momento en añadir más procesos y procedimientos de salud y seguridad a un sistema de gestión ya saturado. Hablábamos de «ellos», no de «nosotros». Pasamos por alto la discusión y el análisis de cada aspecto del reto que intentábamos resolver. Lo que también me hizo reflexionar fue el no darnos cuenta de que nuestros colegas operativos pueden contribuir a mejorar la salud y seguridad para poder cambiar nuestro enfoque tradicional a uno más esclarecedor y colaborativo.

El tono de la discusión nos recordaba por qué se acusa a menudo a salud y seguridad de operar de manera independiente a los otros departamentos. Hemos creado una gran cantidad de sistemas, herramientas y procesos a lo largo de los años. Exigimos su cumplimiento mediante múltiples inspecciones, auditorías y revisiones. Habría que debatir en qué medida todos esos aspectos marcan la diferencia en la creación de entornos de trabajo más seguros, pues algunos datos hablan de estancamiento. A veces, parece que el éxito de salud y seguridad consiste en seguir los procedimientos a toda costa en busca de mejoras, sin cuestionar nada. ¿Es realmente necesario que un plan de tareas de montaje de andamios para una obra en un abrasador desierto incluya una sección de carga de nieve? ¡Es probable que no! Pero si los procedimientos así lo requieren, se emplearán recursos en incluirlo y nadie se atraverá a cuestionarlo.

Debe existir un enfoque mejor y más efectivo para que salud y seguridad evolucione y cree entornos de trabajo más seguros.

El propósito de este blog no es sugerir que los sistemas y procesos no sean necesarios. Mi objetivo es explorar cómo podemos empoderar a un mayor número de personas en el proceso de creación de estas metodologías de trabajo para que su aplicación sea más eficiente, sólida y  carente de problemas.

Un obstáculo para ello es que, a menudo, el departamento de salud y seguridad funciona de forma independiente y paralela dentro del negocio, sin conectar con la ejecución del trabajo diario. Otros departamentos creen que la labor de salud y seguridad es solo obligar al cumplimiento de unas normas e investigar cuando las cosas salen mal, algo que reafirma mi propia profesión por nuestra forma de actúar y comportarnos. El lenguaje que se usa a menudo en torno a la salud y seguridad refuerza a veces la percepción de que existe una relación de confrontación entre este y otros departamentos. «Agente» o «investigación» son términos que crean una barrera  cuando las personas deberían colaborar para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo.

Como director de salud y seguridad, creo que si queremos avanzar desde nuestra posición actual y aprovechar la increíble capacidad disponible, debemos relacionarnos con las personas de manera diferente y cambiar nuestra mentalidad. Si realmente queremos promover la seguridad y el bienestar de los trabajadores, debemos aprovechar la mayor cantidad de opiniones posible para identificar cómo podemos ejecutar negocios y proyectos de forma cada vez más inteligente. Podemos y debemos construir un nuevo marco donde la salud y la seguridad se integren en toda la organización.

Colaboración con salud y seguridad en cada etapa

Si integramos tanto al equipo de salud y seguridad como su mentalidad a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto, podemos comenzar a pensar activamente y de forma colectiva en cómo aumentar la seguridad y el bienestar de los trabajadores.

Podemos empezar por reconocer que ni los equipos de salud y seguridad ni los equipos operativos tienen todas las respuestas de forma individual. La integración de equipos para abordar la salud y la seguridad ofrece la oportunidad de colaborar en estos temas a lo largo del ciclo de vida empresarial o de proyecto. La licitación, el diseño, la operativa, el mantenimiento, la integración y la colaboración aumentan nuestra capacidad organizativa para mantener a los trabajadores a salvo al emplear ese conocimiento y capacidad intelectual para mejorar la ejecución operativa.

Por ejemplo, la integración de expectativas o decisiones sobre salud y seguridad en el proceso de licitación reduce la necesidad de contar con un proceso paralelo de salud y seguridad. Dicha integración respalda el mensaje de que un resultado tiene éxito cuando tomamos una decisión colectiva. También aporta múltiples perspectivas que hacen surgir diversas preguntas, como: ¿Tenemos acceso a una plantilla competente? ¿Tiene el cliente un concepto de salud y seguridad similar al nuestro? ¿Podemos realizar operaciones que eliminen los riesgos para las personas como cabría esperar? ¿Podemos crear metodologías más eficientes que generen mayor certeza en la ejecución?

Recuerdo un proyecto en el que no se hicieron preguntas como estas durante la licitación, principalmente porque el sistema de salud y seguridad estaba fuera de los procesos empresariales. No tuvimos oportunidad de hablar en un ambiente colaborativo y terminamos rescindiendo el contrato porque nuestros empleados quedaban expuestos a un riesgo inaceptable y habíamos agotado todos los cauces para realizar modificaciones con el cliente. Si hubiéramos hecho preguntas de salud y seguridad durante la licitación al sopesar la oportunidad, podríamos haber evitado un golpe costoso para la empresa, innovar desde el principio y crear un método de trabajo que produjera un mejor resultado.

Dar voz

Un marco operativo que integre salud y seguridad e invite a los gerentes y trabajadores a participar en el desarrollo de una perspectiva que examine problemas de salud y seguridad en ciclos vitales puede cambiar la percepción y actuación en salud y seguridad. Es un cambio de planteamiento que potencia una amplia gama de voces colectivas, escuchando y dando el control a las personas más cercanas a la operativa y con mayor conocimiento de la realidad sobre el terreno.

Es necesario que consideren al departamento de salud y seguridad como socio para cambiar la naturaleza de las discusiones de confrontación a colaboración. Todos debemos sentirnos seguros compartiendo ideas valiosas o haciendo nuevas sugerencias. Solo entonces podremos crear la asociación necesaria para idear formas de mejorar el negocio. Por ejemplo, asociarse podría implicar examinar de forma conjunta por qué un proyecto u operación fue bien o mal, formular recomendaciones para repetir los aspectos positivos y rectificar los negativos.

Juntos, podemos desarrollar metodologías, procedimientos y expectativas más potentes.

Vinculación con nuestra identidad

Crear una estrategia de salud y seguridad coherente y colectiva en toda la organización es vital, pero también lo es el proceso de incorporarla a los valores centrales de la empresa, su ADN. En Ferrovial, ya se ha establecido un sólido vínculo entre nuestros cinco valores centrales y nuestras estrategias de salud y seguridad:

•Colaboración: garantizar que los equipos de salud y seguridad estén integrados dentro del negocio.

•Excelencia: trabajar juntos para elevar el nivel.

•Integridad: ya no hay agentes de salud y seguridad.

•Respeto: ver a todos como parte de la solución.

•Innovación: relacionada con cómo podemos ser mejores y progesar cada día.

Un enfoque colaborativo de salud y seguridad eleva el nivel

Cuando salud y seguridad no está aislado física o conceptualmente de los departamentos de negocio y proyectos, vemos una mayor participación de todos: gerentes, trabajadores y personal de Salud y Seguridad. Los trabajadores altamente comprometidos y técnicamente competentes inyectan resiliencia al negocio, permitiendo que las personas tomen el control, exploren nuevas ideas y, en última instancia, tengan un sentido de responsabilidad que pueden gestionar. Es un contenido válido cuando se habla de seguridad laboral.

Es evidente que siempre habrá que incluir algunos procesos para validar el cumplimiento. Sin embargo, podemos reformular nuestro mensaje en cuanto a la involucración, el desarrollo  de las herramientas y métodos de salud y seguridad, y ejecución del trabajo. En la actualidad, con demasiada frecuencia existe la sensación mutua de que cada «parte» es un obstáculo para un ambiente sano y seguro. 

«Los empleados no están siguiendo las normas de seguridad», dice el equipo de salud y seguridad.

«El personal de salud y seguridad no sabe en realidad cómo tenemos que hacer nuestro trabajo», dicen los empleados.

Si podemos eliminar la noción de que «ellos» son barreras para el progreso, podremos comenzar a ver a todos, juntos, como parte de la solución. En un proceso colaborativo e integrado en el que todos tienen voz y se sienten valorados, es más probable que las personas contribuyan al desarrollo de soluciones que mejoren el rendimiento de un negocio y, por ende, la salud, el bienestar y la seguridad de todos.