La logística urbana en la actualidad
La arquitectura actual de la cadena de suministro se creó para una época en la que los clientes iban a las tiendas a comprar lo que necesitaban, pero la forma de comprar de los clientes está cambiando muy rápidamente.
De media, el 80% de la distribución de bienes urbanos en una ciudad como Madrid se destina a bares, restaurantes, tiendas, industria y fines similares. Los proveedores de reparto de este mercado están altamente especializados y existe una estrecha relación entre cliente y proveedor, y aunque se han producido algunas mejoras en la entrega (por ejemplo, el uso de vehículos eléctricos, la estimación/detección/informe automático de existencias, la digitalización y algunas adaptaciones a la normativa de la ciudad), estos negocios funcionan más o menos como siempre y dependen en su mayoría del mismo tipo de servicios de reparto que antes.
Por otra parte, el comercio electrónico, en el que los consumidores privados son los principales destinatarios, ha experimentado un auge en los últimos cinco años (y aún más durante la pandemia) y, aunque su cuota de mercado es pequeña en comparación con el reparto de mercancías que acabo de mencionar, es un mercado que solo en Europa Occidental (Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos, Italia y España) ha crecido un 47,5% desde 2015 hasta alcanzar los 250.000 millones de euros en 2019, y se espera que crezca un 31% más en 2020 hasta alcanzar los 327.000 millones de euros. Se prevé que el comercio electrónico mundial genere ventas de 5,55 billones de euros en 2022.
Impacto del comercio electrónico en las ciudades
Con el comercio electrónico, la oferta ya no es limitada, es virtual y (casi) siempre está disponible. El comercio electrónico está cambiando la forma de comprar de la gente, su necesidad de inmediatez, la demanda de flexibilidad de entrega en cualquier lugar, la posibilidad de cambiar de planes, las expectativas de envíos y devoluciones gratis. Teniendo esto en cuenta, se plantean las siguientes preguntas: ¿A qué coste? ¿Cuáles son las consecuencias para los proveedores de servicios, los consumidores, las ciudades y los otros ciudadanos?
El transporte urbano de mercancías contribuye a la mala calidad del aire y los atascos. Solo en Europa, es responsable de un 10-15% de los kilómetros totales recorridos por los vehículos, y de un nivel de contaminación desproporcionado: el 25% de las emisiones de CO2 y el 30-50% de otros contaminantes relacionados con el transporte como las partículas y el óxido nitroso (NOx).
El último tramo es el más caro desde la perspectiva del negocio de la logística, ya que supera el 50% del coste total, y los envíos directos a los clientes son cada vez mayores en comparación con los envíos corporativos; los beneficios son menores; las rutas de reparto no se optimizan y la ejecución de la entrega se ve afectada por la congestión de las ciudades y las limitaciones impuestas por las nuevas regulaciones, los camiones no van completamente cargados debido a la falta de asociaciones, la agrupación limitada, etc. Todo lo cual, en conjunto, hace que la entrega de compras realizadas por comercio electrónico sea enormemente ineficiente.
A nivel del cliente, alrededor del 30% de todos los productos pedidos online se devuelven (talla equivocada, no cumple con las expectativas, no coincide con la descripción de la web, etc.). Los clientes requieren soluciones simples que puedan cubrir sus necesidades de compra online, tanto para la recepción como para la devolución de sus pedidos.
Las ciudades no están preparadas para el comercio electrónico a los niveles que ya tenemos actualmente, pero estamos a tiempo de encontrar y aplicar nuevas soluciones.
Soluciones para el comercio electrónico en las ciudades
- Zonas de congestión: Los gobiernos ya están haciendo cambios en la reglamentación de las ciudades en lo que respecta al acceso, las restricciones de estacionamiento, la gestión de los carriles o el cobro de peajes para reducir la congestión del tráfico y la contaminación. Como ejemplo, tenemos el plan Madrid 360º en España o la Tarifa de congestión de Londres en el Reino Unido. Estas nuevas regulaciones tienen un impacto directo en el reparto de mercancías, por ejemplo, forzando el uso de vehículos sostenibles y la planificación eficiente de la entrega para evitar el pago de tasas y las pérdidas de las empresas. Solo en Nueva York, UPS pagó 23 millones de dólares en multas de aparcamiento en 2019.
- Hubs urbanos: Una de las principales mejoras logísticas que se está adoptando ampliamente para resolver muchos de los problemas de las entregas urbanas, aparte de la introducción de las taquillas de entrega, es la introducción de los hubs urbanos. Hasta ahora los almacenes estaban situados generalmente a las afueras de las ciudades, pero la eficiencia es mayor cuando se incluyen en la arquitectura de la cadena de suministro, agrupando las mercancías que están listas para la entrega de último tramo con transportes más pequeños y sostenibles: vehículos electrónicos, bicicletas, drones o pods autónomos. Existen muchos posibles modelos que pueden utilizarse para su implementación: hubs fijos (como las dark stores o tiendas oscuras y los hubs móviles), zonas de estacionamiento nocturno que hacen la función de zonas de cruce o microhubs que hacen uso de los espacios vacíos de otros establecimientos urbanos ya existentes. Además, todos estos hubs pueden ser polivalentes, y ofrecer otro tipo de servicios en las ciudades, como taquillas urbanas o puntos de carga eléctrica.
- Gestión de las aceras: Para reducir la congestión urbana, garantizar una gestión óptima del rendimiento de las carreteras, fomentar nuevas soluciones de movilidad y mejorar la eficiencia de la entrega bajo pedido, es vital para un mejor uso de los espacios de las aceras. Las compras online y los envíos asociados requieren una gran demanda de espacio disponible en las aceras para la carga y descarga de mercancías. Las soluciones de gestión de las aceras tratan de inventariar, optimizar, asignar y gestionar los espacios de las aceras para maximizar la movilidad y el acceso a una amplia variedad de demandas. Se requiere una reestructuración y una gestión correcta de los espacios de acera para cubrir todas las necesidades de demanda de movilidad.
Ya existen algunas soluciones en marcha que siguen esta línea de acción, como la aplicación móvil SPRO en Barcelona, que gestiona las zonas de carga/descarga de la ciudad para los vehículos de mercancías.
- Zonas Flexibles: En la ciudad de Seattle, en EE.UU., han elaborado un plan integral para reutilizar el espacio de estacionamiento. A la hora de crear lo que denominan una “flex zone” o zona flexible, los planificadores urbanísticos de Seattle incluyeron seis funciones. Las funciones de la zona flexible se priorizan en base al uso del suelo circundante y se adaptan a la dinámica de las funciones enumeradas según las necesidades. Dependiendo de la zona o la hora del día, estas zonas pueden utilizarse para la entrega de mercancías y así evitar el estacionamiento en doble fila y facilitar el flujo de tráfico, a la vez que se evitan accidentes.
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