Recursos renovables locales frente al cambio climático global: edificio Impulso Verde

En la actualidad, las ciudades producen más de dos tercios de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que son consideradas uno de los responsables del calentamiento global. La necesidad de un cambio de paradigma urgente en el modo de diseñar, construir y vivir nuestras ciudades con el objetivo de reducir drásticamente su huella de carbono es ya un lugar común.

En este sentido, la UE ha establecido una agenda muy ambiciosa: alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 y reducir las emisiones a menos de la mitad en apenas diez años. Para ello ha definido diferentes prioridades estrategias, como la descarbonización de las fuentes de energía, la reducción de los consumos, la creación de sumideros naturales, y el fomento de la bioeconomía y de las tecnologías neutrales en carbono compatibles con modelos de economía circular. La hoja de ruta está dibujada. El qué hacer está establecido. Sin embargo, el reto al que nos enfrentamos en los próximos años es cómo lograrlo.

¿Qué son los edificios verdes?

La puesta en valor y el uso masivo de los recursos locales naturales y renovables en la construcción de las nuevas ciudades supone una vía de aproximación al cambio de paradigma planteado y se alinea perfectamente con las estrategias establecidas por la UE.

Los edificios verdes son construcciones sostenibles que utilizan materiales naturales que reducen y optimizan el consumo de recursos, como la electricidad o el agua. Su integración en el entorno busca causar el menor impacto posible y el mayor confort de los habitantes del mismo.

Las características más destacadas de los edificios verdes son:

• Integración con el entorno en el que se encuentra, buscando no alterarlo.
• Los materiales del proceso de construcción deben ser lo menos tóxicos y contaminantes posible.
• Deben tener el mínimo gasto de recursos posible. Además, las fuentes de esta energía deben ser renovables. También deberán minimizar el consumo de agua durante el proceso, o favorecer un sistema de reciclaje del mismo.

Y, fundamental, se debe tener en cuenta el bienestar de los habitantes del edificio, no solo desde un punto de vista de comodidad, sino también de seguridad y salud.

Edificio Impulso Verde y el proyecto Life Lugo+Biodinámico

Un ejemplo de este enfoque lo tenemos en España. Se está llevando a cabo en la ciudad de Lugo a través del Proyecto Life Lugo+Biodinámico. El proyecto, cofinanciado por la UE a través del Programa Life, está impulsado por el Concello de Lugo y cuenta con la participación de la Diputación de Lugo, la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad Politécnica de Madrid. A través del mismo, se propone un modelo de urbanismo sostenible basado en diferentes estrategias, como son el fomento del uso generalizado de la madera local en la construcción, la incorporación de lo forestal y lo agrícola al entorno urbano y la revalorización y protección de espacios naturales de alto valor ambiental.

El ámbito de actuación de este proyecto comprende una superficie de unas 40Ha. De éstas, aproximadamente la mitad están dedicadas a acciones vegetales, como son la plantación de cultivos para la producción de bioenergía, la selvicultura de frondosas autóctonas para la obtención de madera de calidad, la creación de un bosque de especies autóctonas tradicionales como espacio educativo y de fortalecimiento de la biodiversidad o la conservación de un humedal. La otra mitad corresponde al proyecto de un nuevo barrio, concebido a modo de aldea urbana, en el que se minimiza el sellado de la tierra y se promueven la agricultura urbana, el uso de vegetación, de energías renovables y de la construcción residencial de media altura con estructura de madera, un barrio multiecológico. Aunque la materialización del nuevo barrio queda fuera del horizonte temporal del proyecto, en la actualidad se están llevando a cabo las obras de un edificio piloto y su urbanización, a modo de acción anticipadora de lo que será el nuevo barrio.

El edificio, bautizado como Impulso Verde, estará rodeado de un nuevo parque educativo con pavimentos drenantes, especies autóctonas, jardines de lluvia y una amplia zona de huertos urbanos comunitarios en los que fortalecer la cohesión social y el autoconsumo. El programa del edificio, distribuido en cuatro niveles, albergará servicios municipales, un espacio de coworking para empresas relacionadas con el medio ambiente, una zona expositiva y un aula de formación ambiental.

¿Cómo se construye este proyecto “verde”?

Desde un punto de vista material, en el diseño del edificio hemos optado por la elección de materiales de km.0 como la madera y la pizarra, ampliamente utilizados en la construcción tradicional gallega (región española donde se sitúa el edificio), pero aplicados a través de productos tecnológicos.

La estructura se ha construido con paneles de madera contralaminada (CLT) y elementos de madera laminada, fabricados en su totalidad con madera local procedente de explotaciones forestales gestionadas de modo sostenible (certificada FSC -Forest Stewardship Council-). El diseño meticuloso de cada pieza durante la fase de proyecto junto con el proceso de fabricación y mecanizado mediante tecnología CNC en fábrica, ha permitido una construcción en seco, rápida, limpia y precisa, poniendo de relieve el potencial del sistema.

Desde un punto de vista de diseño energético, el edificio combina estrategias de acondicionamiento pasivo, como la galería o el empleo de envolventes de alta capacidad aislante, con sistemas de alta eficiencia y de producción de energía renovable a partir de placas fotovoltaicas y de una caldera alimentada por la biomasa producida en el ámbito de actuación. El diseño se complementa con un sistema centralizado de gestión y control en tiempo real (según las condiciones interiores y exteriores de humedad, temperatura y calidad del aire) que permitirá minimizar los consumos.

El edificio contará con la Certificación medioambiental emitida por Green Building Council España que, además de evaluar la gestión de los recursos, tiene en cuenta otros factores como la movilidad, la calidad ambiental interior, la integración social y la calidad técnica.

El uso de materiales locales

El uso de la madera local, tanto para la fabricación de materiales como para la producción de energía, permite disminuir de modo importante la huella de carbono en fases de construcción y de funcionamiento, al tiempo que favorece el crecimiento de sumideros de carbono naturales y potencia la bioeconomía circular. Impulso Verde es el primer edificio público en Galicia construido íntegramente con madera local, demostrando así que la construcción tecnológica y sostenible realizada con materiales de proximidad es posible y que los sectores forestal e industrial están preparados. El camino hacia un nuevo modelo ya ha comenzado.