Prometía ser la tecnología que iba a revolucionarlo todo, pero una década después de la creación y el desarrollo del blockchain, seguíamos sin ver aplicaciones reales en numerosas industrias. Todas sus ventajas – descentralización, transparencia y fiabilidad, entre muchas otras – permanecían en el plano de lo teórico y se resistían a transformar nuestro entorno.
Sin embargo, en los últimos años hemos empezado a ver los primeros casos de éxito en algunos sectores. Este cambio de paradigma abre un gran abanico de posibilidades y sirve para afianzar una idea que lleva años repitiéndose: el blockchain va mucho más allá de las criptomonedas en general y el Bitcoin en particular.
Se trata de una tecnología capaz de transformar los modelos de negocio, o al menos partes de ellos, y la forma en que registramos lo que sucede en el mundo. La movilidad y otros sectores asociados al transporte de personas y mercancías están aprovechando ya las primeras grandes oportunidades.
Transparencia para crear confianza en la marca
Una de las grandes ventajas del blockchain es su transparencia: cualquiera puede acceder a sus registros y consultar sus datos, desde el primer hasta el último movimiento, eliminando la incertidumbre de muchas transacciones que se basan en la confianza entre interlocutores. Esto permite a las empresas demostrar su compromiso y la validez de sus acciones, algo que los usuarios demandan cada vez más. Sobre todo, cuando se trata de responsabilidad social y medioambiental.
La startup española VOTTUN ha creado un sistema que facilita la creación de aplicaciones basadas en blockchain. Una labor muy interesante, ya que uno de los principales motivos por los que el blockchain no se integra más en los modelos de negocio es su tecnología compleja, que no mucha gente llega a entender en su totalidad.
Gracias a las aplicaciones de VOTTUN, se puede implementar un sistema de trazabilidad de productos y crear un certificado inmutable, permanente y accesible a todas las personas. Hasta ahora, VOTTUN ha realizado proyectos para dotar de trazabilidad a la industria alimentaria.
“Aquellos miembros del ecosistema que registren sus datos o transacciones vía blockchain pueden mejorar sus procesos en términos de transparencia, confianza, eficiencia y seguridad de los datos”, señalan desde VOTTUN.
Para Ferrovial y Cintra, actores en la cadena logística y en la creación y el mantenimiento de infraestructuras, las aplicaciones basadas en blockchain son una solución para establecer controles y ser más fieles al registrar la información. Permiten, por ejemplo, saber qué tipos de vehículos pasaron por determinados lugares, a qué hora lo hicieron o cuál fue la tarifa aplicada. Ofrecer esta información en la cadena de bloques permite ser más transparente y, por lo tanto, dar más confianza a los usuarios.
El caso de Indra: mejorando la interoperabilidad en la movilidad multioperador
La tecnología blockchain puede tener muchas aplicaciones en el ámbito de las autopistas. Permite, por ejemplo, facilitar la cooperación entre diferentes agentes: al basarse en la horizontalidad, la transparencia y la inmutabilidad, en la cadena de bloques no existen jerarquías y la confianza entre los diferentes agentes es total.
ROADIS e Indra han aprovechado esta ventaja para desarrollar un proyecto basado en blockchain en la autopista Saltillo-Monterrey, en México. La horizontalidad y la transparencia les ayudan a evitar los desacuerdos y facilitar las tareas de liquidación y auditoría. Además, llevar un registro común de las transacciones hace sencillas operaciones cada vez más habituales, como ofrecer descuentos a los usuarios en función de los kilómetros recorridos.
Indra ha incorporado esta tecnología en su sistema Back-office de peaje dentro de los proyectos de innovación digital. La solución, desarrollada bajo el marco europeo de proyectos “European Critical Chains R+D+I”, es especialmente adecuada para el intercambio de listas negras, por ejemplo.
“La aplicación de blockchain ofrece a los operadores y concesionarias una solución más robusta y fiable que permite registrar los datos de los procesos que involucran a varios operadores de un modo eficaz, incrementando la integridad, la transparencia y la trazabilidad de los datos” asegura Rodrigo Castiñeira, Innovation & Business Development Manager de Indra.
También en la automoción
Actualmente, muchas empresas del sector de la automoción también están ofreciendo soluciones basadas en el blockchain para que sus vehículos conectados puedan tomar sus propias decisiones. Por ejemplo, pagar los peajes, registrar sus desplazamientos, llevar un listado de las averías y hasta compartir información con otros elementos de las infraestructuras.
Esto abre todo un abanico de posibilidades para optimizar el uso de los vehículos, mejorar la seguridad e intercambiar y monetizar datos de manera segura. Aunque todavía es pronto para ver casos de uso relevantes en este campo, sí se puede anticipar que los vehículos formarán parte en un futuro cercano del Internet del valor.
Es decir, aquel que va más allá del intercambio de contenido y genera una red de intercambios de información con un valor real. Por ejemplo, contratos mercantiles, acciones en bolsa, propiedad intelectual o puntos de vuelo en la tarjeta de una línea aérea.
Del Play2earn al Drive2earn
Generar un valor extra a medida que avanzas con tu personaje virtual o conduces tu vehículo. Este es el punto de partida de un modelo de negocio que busca monetizar datos y compensar a las personas que los generan, ya sea en un videojuego (play2earn) o en el mundo de la movilidad (drive2earn).
A partir de este modelo surgió COIN, una app que rastrea la ubicación del móvil gracias a un dispositivo IoT físico o una tarjeta NFC. Su objetivo es demostrar la ubicación real del vehículo y, a continuación, publicar la información de forma anónima gracias a la tecnología blockchain. De este modo, se mantiene un registro permanente de estos datos, que no puedan ser alterados.
Al hacerlo, COIN valida la información y da veracidad a las transacciones. ¿Y qué beneficios tiene validar estos datos? Permite, por ejemplo, evitar el engaño a partir de apps que fingen la ubicación del GPS. Esto resulta muy útil para garantizar la fiabilidad de empresas de transporte o para asegurar que se respeta el acceso a zonas de bajas emisiones o de pago, presentes en numerosas ciudades de todo el mundo.
Web3, tokens y nuevos modelos de negocio
El concepto de Internet del valor es de los más manidos en la literatura sobre las posibilidades de blockchain. Recientemente ha empezado a considerarse incluido en uno más amplio, la web3. José Luis Núñez, Responsable Global de Blockchain y Soluciones Web3 de Telefónica Tech, nos aclara qué es:
“La web3 es la concepción de las redes como ecosistemas descentralizados donde blockchain es la tecnología perfecta para devolver a los usuarios parte del valor que están generando en los servicios digitales. Y hoy en día, la punta del iceberg de este movimiento de descentralización del valor es la tokenización de activos.”
Un token es una anotación en el libro de contabilidad que es la red de blockchain y que demuestra su propiedad, unicidad y autenticidad. Como los tokens no se pueden copiar, son un mecanismo perfecto para garantizar la autenticidad de un bien digital. Además, un token puede tener un valor intrínseco como activo digital o ser un mero instrumento para representar un bien físico en el mundo digital.
Ya hay proyectos relevantes de la web3 que implementan este concepto de devolver a la comunidad parte del valor que su intervención genera, como Helium, una red inalámbrica desplegada por personas normales que conectan un simple dispositivo a Internet en su casa u oficina. Los usuarios hacen una inversión inicial y contribuyen con sus equipos a la red.
A medida que aumenta el número de participantes, el usuario que puso a disposición de la comunidad su router o su espacio en disco recibe una remuneración en tokens proporcional al servicio ofrecido al resto de participantes. Lejos de tener una participación en acciones de la empresa, el usuario tiene una participación directa en el negocio vía los tokens que su propia participación le genera.
El futuro cercano está lleno de posibilidades
Este mismo esquema podría aplicarse para implementar mecanismos de compensación y remuneración a ciertas comunidades locales afectadas por la construcción de una autopista. Mediante tokens de blockchain, podrían construirse pequeñas comunidades de interés que comparten ciertos beneficios: profesores de un centro de estudios, enfermos que requieren desplazamientos a hospitales de la zona, familias numerosas, miembros de la Cruz Roja en situaciones de emergencia… Las posibilidades con casi infinitas.
En una infraestructura tan importante para la movilidad como las autopistas urbanas, el operador podría asignar un número de tokens, válidos por viajes, a cierta comunidad en su conjunto. Una vez agotados, los miembros de la comunidad se convierten en usuarios normales que siguen disfrutando de los servicios de la autopista, ahora a su precio habitual.
La capacidad de implementar reglas de asignación complejas en tiempo real gracias a los Smart Contracts alojados en blockchain da una versatilidad mucho mayor que otras tecnologías, como tarjetas de fidelización o programas de puntos. Y, por encima de todo, el reparto de beneficios se realiza con total transparencia para todos los miembros de la red, que pueden acceder en cualquier momento a todo el histórico de actividad registrado.
Así, esta tecnología favorece una transición hacia una economía descentralizada, en la que cobran protagonismo pequeñas comunidades con potencial para generar impactos globales. Las grandes corporaciones, como Ferrovial, pueden encontrar en ellas una vía con la que fomentar el desarrollo sostenible de sus proyectos y generar un beneficio social más allá del generado para sus accionistas.
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