Agua sostenible para los masais
Responsabilidad social corporativa

Llevando agua a la comunidad masái, sus escuelas y centros de salud

23 de marzo de 2022

Como cada año el 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua y algo tan sencillo como abrir el grifo sigue siendo un lujo para 2 de cada 5 personas en África Subsahariana.

Especialmente complicada es la situación en los países del cuerno de África como Kenia, Etiopía o Somalia donde los efectos del cambio climático impactan de forma directa en las sequías estacionales que sufre la zona y en la seguridad alimentaria de su población. 13 millones de personas se encuentran al borde de la crisis alimentaria.

En esta región se acumulan 3 años sin lluvias y con cosechas insuficientes. Quién más está padeciendo esta falta de lluvias son las comunidades pastorales y agrícolas. El ganado se muere, suben los precios de los alimentos y las familias no tienen acceso a agua segura. Podemos enfrentar una grave crisis humanitaria en los próximos meses. El número de niños y niñas que necesitan tratamiento nutricional comienza a elevarse y sin acceso a agua, pronto veremos un repunte en las enfermedades de los menores de 5 años.

En este contexto la atención humanitaria será vital en los próximos meses pero no debemos perder el foco en mejorar la resiliencia de las comunidades y su acceso sostenible al agua.

Los masáis antiguos guerreros

Aldea comunidad masai

Entre las poblaciones que habitan esta región se encuentran los masái, un antiguo pueblo guerrero que hoy se dedica a la ganadería y el pastoreo. Los masáis viven en Kenia y Tanzania y su medio de vida los expone especialmente a la falta de agua. Viven en unas casas muy básicas de forma circular realizadas con ladrillo y adobe, el poblado recibe el nombre de “boma” y las rodea una segunda barrera, que consiste en un cierre de acacia lleno de espinos que evita el ataque de leones y otros animales salvajes, además de evitar que escapen sus animales.

La comunidad masái en el condado de Kajiado, Kenia no tenía acceso a agua segura, tampoco sus escuelas o centros de salud. Por eso hemos puesto en marcha un proyecto con el apoyo de Ferrovial “Agua sostenible para los masáis”. Se han construido 2 presas de arena en el condado de Kajiado que abastecerán de agua mediante pozos equipados con energía solar, tanques de almacenamiento de agua y quioscos de agua a más de 5.000 personas. Además se han instalado 5 tanques para la recogida de agua de lluvia en 2 centros de salud y 3 escuelas. Un cambio para los habitantes de la zona, especialmente de mujeres y niños.

La gestión del agua y el impacto en la vida de las mujeres

Niñas masái

En nuestro último viaje tuvimos oportunidad de hablar con Ann Nemayian una mujer que hoy disfruta del agua de una de las dos presas que hemos construido gracias al apoyo de Ferrovial y de la que hoy se benefician más de 5.000 personas. Nos contaba como su vida había dado un cambio radical gracias al acceso a agua segura. Ann antes debía recorrer seis kilómetros todos los días en busca de agua para su familia. Conseguirlo, sin embargo, no era garantía de una buena salud. El agua se recogía en pozos compartidos con los animales y estaba muy contaminada.

Los largos trayectos también impedían que Ann Nemayian pudiera disponer del agua suficiente para cubrir las necesidades más básicas de su hogar. La gestión del agua en los hogares africanos es tarea de las niñas y mujeres en un 80% de los casos, de media dedican una hora por trayecto. El transporte de los litros de agua necesarios para una familia es muy pesado y peligroso. Es tiempo que pierden para poder ir a la escuela, ganarse la vida o cuidar de sus familias, en muchos contextos las expone también a violencia y agresiones al alejarse tanto de sus comunidades.

Ann cada día se encargaba de racionar el agua con una estricta supervisión, lo más importante era el agua para beber y cocinar. Muchas veces no quedaba suficiente para la higiene o la limpieza.  Es así como se dan, por ejemplo, las enfermedades diarreicas.

Nos decía también que lo que más agradecía de los cambios que había traído el proyecto era no tener que preocuparse de la calidad del agua y la paz que sentía sabiendo que sus hijos estaban bebiendo agua potable. Lamentablemente una mala higiene y el agua en mal estado sigue siendo la segunda causa de mortalidad infantil en África.

En el condado de Kajiado, al sur de Nairobi, desde hace unos meses el agua ha dejado de condicionar la vida de las familias, especialmente de las mujeres y los más pequeños. Gracias a este proyecto financiado por Ferrovial, va a disminuir la mortalidad de los menores de 5 años, las enfermedades diarreicas y va a mejorar la vida de todos sus habitantes.

Cuando apoyas a Amref Salud África haces posible el cambio duradero en la salud y la vida de las comunidades. Gracias por hacerlo posible.

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