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Sostenibilidad

Día de la Madre Tierra: Consejos de una ambientóloga para cuidar del planeta

22 de abril de 2022

Llevamos ritmos de vida tan frenéticos y, muchas veces en modo automático, que es necesario de vez en cuando parar y reflexionar ¿estoy tomando las mejores decisiones para mí y para el planeta? Hoy, en el Día Internacional de la Madre Tierra, es un buen momento para analizar los aspectos ambientales que pueden marcar la diferencia en nuestro día a día y concienciarnos así de la importancia de actuar de manera responsable.

El día de la Madre Tierra de este año es el primero que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. Tal como indica la ONU, la salud de nuestros ecosistemas está directamente relacionada con la salud del planeta y sus habitantes. Este día nos sirve para recordar la importancia de conseguir un equilibrio entre nuestros ecosistemas naturales y nuestra forma de vivir. Es imprescindible aprender a vivir de manera más sostenible y respetuosa con el planeta para poder mejorar todos los aspectos que afectan al medioambiente.

¿Qué significa ser ambientóloga?

Los primeros recuerdos de mi infancia eran ya un claro indicador de aquello que, años después, se convertiría en mi pasión y mi profesión. Recuerdo un especial interés por realizar actividades al aire libre disfrutando de la naturaleza, según fui creciendo aquello que me gustaba se convirtió en una forma de vivir la vida, especialmente una vez que decidí estudiar la Licenciatura de Ciencias Ambientales y convertirme en ambientóloga.

Pero, siempre que me preguntan por mi profesión despierto cierto grado de confusión ¿a qué se dedica una ambientóloga? A pesar de ser una titulación en la que se cumplen casi 30 años desde su creación, no se conoce tanto sobre esta profesión que, además, cada vez va ganando más peso en la sociedad. Si de algo nos podemos sentir orgullosos los ambientólogos, es de cómo con el paso de los años ha ido creciendo la educación y concienciación medioambiental en todos los ámbitos.

Seguro que en tu círculo más cercano puedes reconocer a más de una persona con espíritu de ambientólogo. Muchos habrán crecido preocupados por la problemática de la capa de ozono, todos hemos hecho regalos a nuestros familiares con materiales reciclados (como usar el archiconocido rollo de papel higiénico) y hemos interiorizado la importancia del reciclaje con los cubos de basura en nuestros hogares.

En mi caso, además de haber sido voluntaria de la Asociación de Ambientólogos de Madrid y posterior Colegio de Ambientólogos de Madrid, ayudo a empresas, grandes y pequeñas, a enfocar su estrategia de negocio hacia el ámbito de la sostenibilidad para que integren iniciativas y proyectos que ayuden al planeta. Pero, en la práctica, cada uno de nosotros podemos tomar decisiones en nuestro día a día que, aunque parezcan pequeños cambios o iniciativas, pueden suponer mucho para nuestro Planeta.

¿Quieres conocer algunos tips para poder ayudar al desarrollo sostenible y limitar el impacto en el medio ambiente?

  • Apuesta por el pequeño productor

Puedes comprar en mercados tradicionales de comida, o incluso infórmate de nuevas alternativas de compra en tu barrio. En la actualidad, cada vez más, se están desarrollando iniciativas de asociaciones de productores que te permiten adquirir alimentos de gran calidad desde nuestras casas, pudiendo llenar el cesto de la compra sin mayor complicación.

Aprovecha cualquier oportunidad para disfrutar de los pequeños productores: siempre que viajo en verano disfruto comprando en la panadería tradicional o en el huerto de la pequeña tienda de la esquina. Los precios no tienen nada que envidiar a las grandes superficies y, además, este tipo de negocio obtienen sus principales ingresos para el resto del año en la época estival.

  • ¡Viva la segunda mano!

El mercado de segunda mano ya no es lo que era. Atrás quedaron los tiempos en donde había cuatro cosas en mal estado. En la actualidad disponemos de diferentes plataformas en donde podemos encontrar multitud de artículos: ropa de cualquier estilo, muebles, juguetes… Y si te gusta disfrutar de la experiencia de compra, cada vez hay más tiendas físicas, por ejemplo, con libros best-seller de segunda mano.

Además, te puedes informar si las marcas que te gustan disponen de programas de segunda mano y cómo lo abordan. Existen tiendas de muebles que venden sus artículos usados en buen estado a precios altamente competitivos.

  • Dedícale tiempo y cariño a entender a tus electrodomésticos y equipos electrónicos

No nos engañemos, yo soy la primera que cuando compro un electrodoméstico nuevo y reluciente lo último que me apetece es leerme la letra pequeña de un manual de páginas infinitas, pero confieso que he ido aprendiendo cosas interesantes que ayudan a limitar nuestro consumo de agua y energía: hacer uso de ciclos de lavado más cortos y a menor temperatura según las prendas a lavar (p.ej. sábanas), entender dónde es la mejor posición para los alimentos en la nevera para que duren más tiempo, o hacer un uso adecuado del aire acondicionado, ese gran incomprendido, donde fruto de nuestra frustración le damos a todos los botones para bajar la temperatura.

  • Adecúa la temperatura de tus duchas

A todos nos gusta sentirnos en una sauna, pero una temperatura demasiado elevada, además del elevado gasto energético puede dañar la barrera lipídica de la piel deshidratándola.

  • Realiza una conducción eficiente y segura

No nos creamos pilotos de Fórmula 1. La seguridad debe ser siempre lo primero acompañada de una velocidad adecuada respetando los límites establecidos. Usa medidas de conducción eficiente como una frenada progresiva o revoluciones adecuadas a la marcha, evitado así un consumo innecesario de combustible.

  • Consume una dieta estacional equilibrada

Me gustaría comer un buen T-bone de ternera argentina (al punto) con salsa roquefort y fresas de postre todos los días del año, pero seamos sinceros, no es algo que se pueda decir que sea sostenible. Aprovecha la periodicidad de las frutas y verduras para consumirlas en la mejor época del año y equilibra tu dieta para poder disfrutar de diferentes fuentes de proteína, hidratos de carbono y grasas.

  • Consume con cabeza

No te creas todo lo que ves en redes sociales, y cuestiónalo. Piensa que las redes sociales apoyan un sistema de producción capitalista que obviamente no es sostenible: no necesitas viajar a Bali para disfrutar de unas vacaciones ni necesitas comprar la cazadora amarilla de moda. Unas vacaciones pueden ser incluso más gratificantes en una casa rural de un pueblecito si disfrutas de una buena compañía, aunque no vistas a la moda. Si, no habrá foto de arrozales que publicar, pero más importante son las experiencias con nuestro entorno y el tiempo que pasamos con los que nos rodean.

Estos son sólo algunos breves ejemplos que podemos incorporar a nuestro día a día, pero no necesitamos ser los mejores de la clase. Velar por el medio ambiente empieza por pequeños pasos que cada uno, en medida de lo posible, podemos incorporar.

Dejemos de lado el mensaje catastrofista de que nada se puede hacer y que estamos condenados. Aunque en la última década se sigue trabajando en políticas globales de protección ambiental, los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo, han disminuido su dependencia de combustibles fósiles y empiezan a perfilarse nuevas tecnologías que hace años sólo podíamos soñar con ellas, como vehículos de hidrógeno.

Si algo hemos visto estos los últimos años es que hemos avanzado, por lo que demostremos que los peores escenarios climáticos son solo predicciones y no nuestro futuro.

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