Puede que a estas alturas te surjan varias dudas sobre la aplicación del coaching ¿tiene el coaching hueco en el ámbito laboral? ¿cómo puede influir un coach dentro de una empresa?
Coaching en el trabajo
Las organizaciones empresariales son estructuras formadas por personas que se van desarrollando y avanzando constantemente.
Si miramos a las organizaciones empresariales a vista de águila podemos observar claramente la evolución que han tenido a lo largo de la historia. No hace mucho tiempo, podíamos observar cómo una de las mayores innovaciones a este respecto era la cadena de montaje, una evolución creada por Henry Ford y que podemos ver caricaturizada en la película Tiempos modernos de C. Chaplin. Hoy en día, hablamos de globalización y son cada vez más habituales los empleos donde la habilidad mecánica no es tan importante, pero si la habilidad intelectual.
Hay muchos autores que han analizado este cambio a lo largo de los últimos años. Peter Drucker, Gary Hamel y Rafael Echeverría, entre otros, han escrito innumerables libros en torno a este tema.
Es habitual oír hablar de términos tales como: metodologías ágiles, colaboradores, managers, mentores y, por su puesto, coaches. Quiero hacer más hincapié en este último concepto, para resaltar la importancia que está teniendo la figura del coach dentro de las organizaciones, su influencia en el desarrollo de personas, equipos, sistemas y, en general, en toda la cadena de valor dentro de una organización empresarial.
Rafael Echeverría, en su libro La empresa emergente, analiza el tipo de trabajador de la empresa actual y cómo la innovación constante ha de estar en el ADN de toda compañía.
Según Rafael Echevarría, el trabajador de la empresa actual es:
- Trabajador que opera con contingencias. Un gerente que tiene que ver cada caso y pensar como resuelve el problema. Sería algo similar a la figura del “Sr. Lobo” en la película Pulp Fiction.
- Trabajador innovador, centrado en la detección de nuevas oportunidades de generar interés y valor.
- Trabajador con habilidades de competencias conversacionales: lenguaje, emocionalidad y corporalidad.
Todas estas nuevas habilidades que desarrollan los trabajadores de las empresas actuales requieren de formación y acompañamiento. Es aquí donde sobresale la figura del coach.
El coach trabaja en el acompañamiento de cada colaborador haciendo sesiones individuales y ejecutivas donde el objetivo será que la persona crezca, se ordene y se desarrolle como profesional. Además, también podría trabajar con equipos acompañándolos en su desarrollo y en la adquisición de habilidades prácticas para su trabajo. Esta última sería la modalidad de coaching de equipos.
¿En qué nos ayuda un coach?
El coach nos ayuda a:
- Pasar del miedo a la confianza.
- Hacer responsable al colaborador de su potencial y revertir en un trabajo bien hecho, con confianza y eficacia.
- Acompañando en todo momento al cliente en sus dificultades. Planteándole preguntas sin consejos ni acciones.
- Apoyando a cada persona en sus dificultades.
- Facilitando una evolución personal que nos haga mejor profesional y más confiable.
Estas son algunas de las habilidades que aporta un coach dentro de una organización empresarial.
¿Qué nos depara el futuro en estas organizaciones?
No tengo una bola de cristal, pero sin duda la evolución y la innovación de las compañías viene dada por las personas que trabajan en ellas y su capacidad de superarse cada día y en cada momento. Precisamente, estas son las competencias que desarrolla un coach y que aportan valor a cada persona para que esta sume y cree valor allí donde esté.
En mi opinión, el coach consigue que las personas evolucionen y se desarrollen haciendo así evolucionar a las organizaciones. Es una figura indispensable dentro de una empresa que aporta interés y valor.
Casos de éxito
Me gustaría pasar de la teoría a la práctica y exponer un caso real de cómo un coach puede ayudar a una persona y por extensión a una empresa.
Como comentaba al principio del artículo, los coaches trabajamos sobre el Código Deontológico y no podemos compartir información personal de nuestros clientes, pero si podemos, a modo didáctico, exponer un tema de manera general.
En este caso, te voy a contar el caso de “Lola” (llamémosla así), que vino a sesiones para progresar en su carrera profesional y tener una posición mejor, más sólida, y con vistas a crecer en su trabajo.
En pocas sesiones, me pude dar cuenta que Lola era muy exigente consigo misma, y esa misma exigencia la extrapolaba a los demás haciendo que nadie cumpliera con sus expectativas. El problema era que a su vez la convertía en alguien con quien los compañeros preferían no trabajar.
Para ella, nadie estaba a su altura y veía a sus compañeros como “vagos”. Tenía la sensación de que para que el trabajo saliera bien, tenía que tirar ella del carro constantemente.
En nuestras sesiones poco a poco fuimos trabajando esta autoexigencia. Trabajamos primero su perfil personal, donde vimos cosas como la distinción exigencia – excelencia. De esta forma, se dio cuenta de que una mayor exigencia no la llevaba necesariamente a unos mejores resultados.
También trabajamos la emoción de la alegría para aprender que para trabajar de manera excelente necesitaba “pasárselo bien” con las cosas que hacía en su día a día.
El trabajo personal nos llevó a trabajar después su perfil profesional, donde pudo darse cuenta de cómo era percibida por sus propios compañeros. Como esta situación no le agradaba, puso en marcha un plan de acción pasando a ser más cercana y amigable. Para conseguir esto, hizo cosas tan sencillas como acompañar a sus compañeros a tomar un simple café y “desconectar” brevemente del trabajo; salir a su hora del trabajo y dedicar más tiempo a otras pasiones personales; y en verano sacar alguna semana para ir relajadamente a su casa a ver a su familia.
Este trabajo nos llevó varios meses, pero como conclusión os contaré que hoy Lola ha ascendido a responsable de su departamento y ha aprobado una Cátedra de Magisterio. Está considerada como una mujer profesional muy bien valorada y tenida en cuenta para la mejora e innovación de su centro de trabajo.
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