Energías renovables

El Berrocal: así contribuye esta planta fotovoltaica al desarrollo sostenible

13 de febrero de 2023

Desarrollo sostenible. Dos palabras que retumban cada vez más en la conciencia de la población y que están entre los objetivos de empresas y organizaciones de todos los rincones del mundo. Dos palabras que prometen un mundo más verde, más seguro y más igualitario. 

Colaborar para alcanzar el desarrollo sostenible forma parte de los planes de mi empresa. Uno de los últimos pasos que hemos dado para conseguirlo es la construcción de El Berrocal, una planta fotovoltaica que generará electricidad a partir de una fuente de energía renovable e ilimitada como es el sol, favoreciendo por ello la seguridad energética y evitando la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático.

Te contamos qué es realmente el desarrollo sostenible, la historia, el presente y el futuro de este concepto y cómo la planta fotovoltaica de El Berrocal contribuirá a convertirlo en una realidad. 

Un nuevo modelo

En la segunda mitad del siglo pasado, comenzaron a levantar la voz de aviso sobre el ritmo cada vez más acelerado de producir, consumir y gastar, sin tener en cuenta que los recursos del planeta son limitados. Empezó a cuestionarse que el desarrollo económico y social fuera sostenible que pudiera sostenerse en el tiempo y que además alcanzara a todo el planeta. 

En 1987, la historia de cómo el mundo ve y entiende la sostenibilidad cambió para siempre. La protagonista fue la doctora Gro Harlem Brundtland, que por aquel entonces era primera ministra de Noruega y estaba al frente de una comisión internacional de la ONU que buscaba replantear las políticas de desarrollo económico.

El conocido como Informe Brundtland abogaba por alcanzar el desarrollo sostenible definido éste como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas propias”. Esta idea, aparentemente sencilla, hace referencia a un complejo y delicado equilibrio que involucra la sostenibilidad ambiental, económica y social. 

Más de tres décadas después, el desarrollo sostenible da forma a la agenda global. Hoy sabemos que muchos de los retos a los que nos enfrentamos, como la desigualdad, la falta de acceso a recursos como el agua potable, el cambio climático o la crisis de biodiversidad solo se pueden resolver promoviendo el desarrollo sostenible.   

De Brundtland al Acuerdo de París

El Informe Brundtland marcó el inicio de unas décadas en las que se crearon diferentes políticas, acuerdos y tratados que tienen como objetivo favorecer, de una forma u otra, el desarrollo sostenible. El 2015 fue un año muy importante y que pasará a la historia por ser el año en el que se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU y comenzó la redacción del Acuerdo de París.

En aquel momento, hace ya casi una década, todos los estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marcan la Agenda 2030. Son un llamamiento global a poner fin a la desigualdad y la pobreza, a proteger la vida de las personas y a poner fin a las amenazas climáticas y medioambientales. Todos están conectados entre sí y, en conjunto, buscan alcanzar la sostenibilidad social, económica y ambiental. 

Por otro lado, el Acuerdo de París persigue poner fin a uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos actualmente y que no es otro que el cambio climático. Fue adoptado por 196 partes en la COP21 celebrada en Paris a finales de 2015. Su objetivo es limitar el calentamiento global por debajo de los 2°c a finales de siglo, y dejar esta subida lo más cerca posible de 1,5°c, teniendo en cuenta los niveles preindustriales.

Para conseguirlo, los países deben reducir lo máximo posible sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. Se trata de un acuerdo jurídicamente vinculante que hace referencia a todos los ámbitos de la lucha contra el cambio climático, desde su mitigación hasta la adaptación a sus consecuencias. 

El informe de Brundtland, la Agenda 2030 y el Acuerdo de París tienen en común que para conseguir sus objetivos se requiere la colaboración de todos. Los esfuerzos para hacer del mundo un lugar más sostenible no se limitan sólo a los gobiernos, sino que el resto de los agentes como la ciudadanía o las empresas, tienen mucho que ofrecer para conseguir este objetivo.

El Berrocal: un paso hacia un mundo más sostenible

Imagen aérea de El Berrocal, la planta fotovoltaica

El Berrocal es una planta fotovoltaica capaz de generar 104,2 gigavatios-hora de electricidad cada año, energía suficiente para alimentar aproximadamente 30.000 hogares durante 365 días. Se trata de una energía limpia y no contaminante, que no genera gases de efecto invernadero y que hace que El Berrocal evite la emisión de 16.672 toneladas de CO2 cada año si dicha electricidad fuera producida por medios más contaminantes como el carbón.  

Con la planta de El Berrocal se contribuirá a tener un mundo cada vez más sostenible al generar energía eléctrica sin utilizar combustibles fósiles al aprovechar una fuente renovable como es el sol, alineando la compañía con la descarbonización marcada por el Acuerdo de París, además de varios de los Objetivos de Desarrollo de la agenda 2030 como son el 7, relacionado con la generación de Energía asequible y no contaminante; el 9; promover el desarrollo de industrias, innovación e infraestructuras; el 12 relacionados con la producción y consumo responsables; o el 13, que demanda acciones por el clima. 

Por último, la planta de El Berrocal contribuirá a favorecer la seguridad energética reduciendo la dependencia del país de las importaciones de terceros de combustible fósiles tales como carbón, gas y petróleo, ayudando por tanto a garantizar el suministro de electricidad independientemente de la situación geopolítica y de otros factores externos.

Por estos y otros motivos, el proyecto de energía renovable de El Berrocal contribuye a alcanzar lo que desde los años 80 conocemos como desarrollo sostenible. Un desarrollo que resulta sostenible a nivel social, económico y medioambiental, y que es capaz de satisfacer las necesidades de hoy sin poner en riesgo las del mañana. 

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