Energía

Almacenamiento y economía circular para avanzar en la transición energética

08 de junio de 2023

Los retos a los que se enfrenta la lucha contra el cambio climático exigen mayores y más rápidos esfuerzos y, por tanto, la innovación tecnológica en materia de energía es fundamental. Este proceso debe involucrar cuantos más actores mejor, incluyendo un conjunto de conocimientos científicos y de mercado en diversos campos. No solo se persigue de forma aislada una mejora de la eficiencia de un componente, sino cómo, dónde, para qué y por qué lo implementamos. 

La energía debe observarse siempre de forma global. Para considerar la energía sostenible, ésta debe serlo siempre en toda su cadena de valor, desde la extracción del primer material necesario para su generación, hasta desmantelar la instalación que produce la misma. Para que la energía sea eficiente, se debe analizar su penetración tanto a escala local como global, y si puede ser interconectada y compartida, mejor. 

Para aprovechar esta coyuntura, desde Ferrovial contamos con el Centro de Excelencia (CoE) de Sostenibilidad y Energía. Nuestra misión es identificar y desarrollar soluciones innovadoras, transformadoras, así como coordinar el programa transversal de innovación en materia de sostenibilidad y energía. Es decir, definir las estrategias de nuestra materia e impulsar el crecimiento mediante la ejecución de ‘Programas de Transformación’ para mejorar las líneas de negocio existentes, así como facilitar la creación de otras nuevas.

El impulso de la Transición Energética

Es el momento de la Transición Energética. Nuestra contribución se mide en emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y evaluamos nuestro avance en porcentajes de reducción de estas. Desde 1990, Europa se comprometió mediante el Protocolo de Kioto, a una reducción de emisiones de GEI del 8% en el periodo 2008-2012, cifrándose, por acuerdo europeo, un objetivo del 15% para España. En el año 2012, estas emisiones aumentaron frente a 1990 un 52%. En el “Paquete de energía y Clima 2020” elaborado por el Consejo Europeo en el 2007, se estableció el objetivo de reducir las emisiones para el año 2020 en un 20% frente al caso base de 1990. En el año 2021 se encontraban un 2.5% más altas. 

Por tanto, el tiempo de la mitigación ha comenzado, es tiempo de decisión, de tecnología sostenible, de procesos cíclicos sostenibles, de reciclaje, de eficiencia, de ciencia aplicada, es tiempo de futuro en nuestro presente más inmediato.

Aun así, continuamos desligando la contribución real de las energías renovables sobre el porcentaje de emisiones. Cuando nos referimos a porcentajes de contribución de energía sobre la cobertura total de la demanda eléctrica, camuflamos las capacidades que tienen estas tecnologías para descarbonizar este y otros sectores como el del transporte o el residencial.

El poder de las energías renovables

Es necesario, por tanto, introducir gestionabilidad. La mayor parte de las tecnologías renovables, al menos, aquellas con mayor penetración de mercado actual, utilizan como recurso fuentes de energía renovable intermitentes. Por tanto, solo producen cuando existe dicho recurso, desacoplando generación y consumo. Existen numerosas soluciones de almacenamiento que permean paulatinamente en proyectos comerciales, pero sin la capacidad de dotar a los diferentes sistemas energéticos del suficiente nivel de flexibilidad. En ocasiones por límites tecnológicos, en otras, por viabilidad económica de la propia tecnología. Además, existen retos accesorios como pueden ser la disponibilidad mundial de materias primas o la ausencia de marcos regulatorios que faciliten su viabilidad financiera.

En el caso de los contratos de servicios energéticos, cada vez más se exigen modelos de autoconsumo limpios y eficientes. Una vez colmada esta necesidad, también es necesario que sean competitivos económicamente, rentables para quien los desempeña y circulares en aras de garantizar su sostenibilidad. 

Desde el Centro de Excelencia de Sostenibilidad y Energía y el negocio de Servicios Energéticos de Ferrovial, hemos entendido que un primer paso en el camino recae en explotar la madurez tecnológica actual para conseguir resultados comerciales viables y reales con visión temporal inmediata. Con la instalación de baterías de segunda vida, buscamos favorecer la economía circular a partir de la reutilización de baterías que, aunque no sean aptas para su utilización en vehículos eléctricos, siguen siendo útiles para otro tipo de usos, alargando su ciclo de vida y minimizando el gasto de recursos escasos como es el litio.

Las baterías de segunda vida ofrecen soluciones para uso residencial y comercial que optan por el reciclaje de baterías provenientes de industrias alternativas para la producción renovable, como es el caso de la industria del vehículo eléctrico. Además, este tipo de baterías conlleva una segunda derivada positiva, ya que permiten ahorrar espacio en la integración del sistema de almacenamiento debido a su alta densidad energética. Este indicador es un elemento importante en instalaciones ya existentes o en futuros desarrollos en el sector inmobiliario, donde cada metro cuadrado conlleva un coste y una merma de la rentabilidad global del proyecto. 

Presente energético circular

Por ello, tecnología y modelo de negocio aplicado a la Transición Energética deben correr en paralelo a los principios de interpretación de la energía del futuro. Con la instalación de este tipo de baterías en Caja del Arte (Torrejón de Ardoz), y Fibes – Palacio de congresos y Exposiciones de Sevilla, desde Ferrovial impulsamos la sostenibilidad ambiental en nuestra cartera de proyectos de Servicios Energéticos.

Caja del arte

En concreto, el principal reto de estas instalaciones será demostrar la satisfactoria integración de estas baterías y su sistema de gestión de carga y descarga, así como su operación con otros sistemas que favorecen el modelo de autoconsumo, como son una instalación fotovoltaica, cargadores de vehículo eléctrico, y la propia red eléctrica. Finalmente, se analizarán sus prestaciones, operatividad, fiabilidad y, en último lugar, el ahorro que provocará en la prestación del servicio energético. 

Así, en una única acción, integramos elementos clave para la Transición Energética como son la transformación, digitalización, nuevos modelos de gestión energética, economía circular y sostenibilidad, que podrán ser replicados en otros muchos contratos de los que está gestionando la compañía.

Un futuro sostenible es viable

Aumentar el share de energía renovable exige interaccionar con el sistema energético, gestionando la flexibilidad de la entrega de energía en el punto de consumo mediante soluciones que se apoyen en sistemas de almacenamiento renovable. Aportar energía en momentos valle de generación renovable, típicamente en horas nocturnas, así como durante el amanecer y el atardecer, exige también mecanismos de financiación alternativos. En gran medida, se corre el riesgo de sobredimensionar el parque de generación, aumentando la dependencia de la generación fósil, en potencia y energía. En consecuencia, es vital valorar un mix de generación en términos de factor de capacidad. 

A gran escala, el almacenamiento jugará un papel clave para el sector eléctrico, equilibrando el balance entre potencia de generación y energía demandada, pudiendo participar directamente en la regulación primaria, secundaria, así como en servicios complementarios. A mayor gestionabilidad de las energías renovables, menor riesgo de vertidos y curtailment y, en consecuencia, mayor retribución y energía inyectada en el sistema. A pequeña escala, corresponde destacar la importante contribución de los diferentes sistemas de almacenamiento sobre las capacidades finales del autoconsumo. 

Sistema de funcionamiento

Dada su valiosa aportación al sistema energético del futuro, es necesario trabajar en los siguientes verticales:

  • Un marco regulatorio adecuado para el almacenamiento que incluya todas las posibles topologías y funcionalidades. Es decir, almacenamiento como una nueva actividad destinada al suministro de energía, y también, al suministro de un servicio de almacenamiento a la red ante vertidos e interconexiones, de tal forma que permita y fomente su desarrollo, asegurando la estabilidad retributiva de las inversiones que se promuevan.
  • Un aumento en la tasa de interconexión, pues permitirá una mayor rentabilidad de la producción renovable y el almacenamiento a través del comercio transfronterizo.
  • Facilitar la penetración de fuentes de generación renovables gestionables, considerando las características y complementariedades intrínsecas de las diferentes tecnologías que se apliquen en términos geográficos, estacionales, y horarios.
  • Una gestión de la demanda flexible y agregada para alcanzar un mayor ratio de reducción de emisiones ante la misma potencia renovable instalada y facilitar la reducción de la dependencia de fuentes de generación convencionales.

Un futuro sostenible, responsable, justo, equitativo y limpio de emisiones es tecnológicamente viable, y está en nuestras manos conseguirlo. En la responsabilidad de nuestras acciones recaerá el posicionamiento del que deberemos hacernos cargo en un futuro inmediato.

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