Sin duda te estarás preguntando en qué cafetería entré para pagar tanto por una simple taza de té, pero la verdad es que hay un par de excelentes razones –tanto para nuestro personal como para el negocio– de por qué fue un dinero bien empleado.
Es increíble lo que una buena taza de té puede hacer por el bienestar
¿Cuántas veces has estado en la oficina en un día de verano, mirando por la ventana y deseando que tu trabajo fuera al aire libre? Cuando hablo con la gente sobre cómo creen que es eso de trabajar al aire libre, la mayoría parece tener la misma idea: casi siempre ven espacios verdes, como un parque o un bosque. Si tú también te imaginas trabajando al sol, disfrutando de una suave brisa, debo advertirte que la realidad no es así de poética.
En nuestro negocio ferroviario se trabaja 24 horas al día, 365 días al año. Esto significa que [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]los hombres y mujeres que trabajan a pie de obra han de afrontar toda suerte de condiciones meteorológicas,[/inlinetweet] esas que nos ofrece nuestro clima británico tan poco previsible.
Así que… imagínate que es de noche. Los termómetros están bajo cero (y seguramente también llueve). Darías lo que fuera por una taza de té o café bien caliente para reanimarte y quitarte un poco el frío de encima. Pero la tetera para calentar el agua está a más de una hora de donde te encuentras. ¿Qué hacer? Hasta hace bien poco, lo más seguro es que hubieras seguido trabajando sin más. Flaco favor para la motivación del personal, y para la seguridad. Pero por suerte, ahora tenemos una solución: el carrito de servicio de bebidas seguro, o el safe tea trolley, como lo llamamos en inglés.
¿Qué es el carrito de servicio de bebidas seguro?
El carrito de bebidas seguro fue ideado por uno de nuestros asesores de salud, seguridad, ambiente y calidad, y consiste, básicamente, en una dispensadora de bebidas ‘personalizada’ que se acopla en una vagoneta estándar, por lo que puede desplazarse por las vías para llegar hasta donde se encuentren nuestros operarios.
Poder tomarnos una taza de té o café durante las horas de trabajo es algo que muchos de nosotros damos por sentado, además de ser un factor importante para nuestro bienestar. Este carrito de bebidas ha tenido una acogida enormemente positiva entre los trabajadores; de hecho, algunos dicen que marca la diferencia entre que el turno de trabajo sea soportable o no. El carrito ha recibido también unas críticas estupendas del sector.
Es increíble lo que una taza de té puede suponer para nuestro negocio
El carrito de bebidas seguro es tan solo una de las muchas innovaciones desarrolladas por nuestros empleados –pues quién mejor para idear una solución que las personas que viven esa situación difícil– y financiadas por Amey.
Una compañera del departamento de servicios escribió recientemente un artículo sobre cómo implantar una cultura de innovación en el centro de trabajo. En el artículo decía que la innovación no es algo que sucede sin más. Y tenía toda la razón del mundo. Animamos proactivamente a nuestro personal a que nos cuenten sus ideas, incluso si en un primer momento parecen un poco descabelladas. Demostrar que invertiremos dinero en[inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»] lograr que nuestro trabajo sea más seguro, más inteligente y más eficaz es solo una manera de promover la innovación y mejorar nuestro negocio[/inlinetweet].
Y ahora a todo ello podemos añadir el hecho de haber inventado el primer carrito de bebidas seguro del mundo, una innovación que cuenta con el respaldo de la Track Safety Alliance y que se está implementando en todo el Reino Unido en colaboración con Network Rail, fortaleciendo así nuestra reputación en los mercados en que trabajamos como empresa con miras de futuro y a la vanguardia del sector.
[inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]Cuidar de nuestra gente e invertir en ella es algo que nos tomamos muy en serio. [/inlinetweet]Y por eso, respaldar las nuevas ideas para mejorar el bienestar en el puesto de trabajo y a la vez impulsar el negocio –por ejemplo, pagando cerca de ocho mil euros por un carrito de té– es algo que no nos tenemos que pensar dos veces.
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