Una central eléctrica transformada en un centro cultural. Un palacio que se convierte en un museo. Barracones militares transformados en un campus universitario. Estos son unos pocos ejemplos de los proyectos en los que [inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]Ferrovial Agroman ha dado a edificios y espacios una segunda oportunidad[/inlinetweet], combinando el respeto por el valor artístico con conceptos como eficiencia o movilidad. Entre la miríada de enclaves icónicos de deslumbrante belleza que existen en España, hemos centrado nuestra atención en los recientes proyectos de restauración de edificios que Ferrovial ha abordado por todo el país.
Modernizar Madrid
Madrid es la sexta ciudad más grande de Europa y ofrece una gran abundancia de arquitectura tanto tradicional como moderna. Aunque muchas calles y vecindarios del centro han mantenido su encanto histórico, la ciudad también está salpicada con vibrantes edificios contemporáneos, esculturas y espacios urbanos que crean apariencias y sensaciones diferentes en cada zona.
Iluminando la ciudad
Construida el último año del siglo XIX, la Central Eléctrica de Mediodía es uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial que han sobrevivido en el centro histórico de Madrid. En la actualidad, transformada en la sede de CaixaForum en la capital española, podríamos decir que sigue, metafóricamente, iluminando la ciudad a través de sus abundantes exhibiciones, conferencias, conciertos y seminarios.
El proyecto de transformación de este espacio fue diseñado por los arquitectos Herzog & de Meuron. Se marcaron el objetivo de conectarlo directamente con el Paseo del Prado, uno de los núcleos culturales más importantes del mundo. También deseaban formar una plaza que diese la sensación de espacio abierto, en una zona de la ciudad que frecuentemente está congestionada.
La conexión con el Paseo del Prado se logró cuando quedó disponible un solar adyacente, anteriormente ocupado por una estación de servicio. Después de esta anexión, se creó la plaza, para lo que se eliminó el zócalo de piedra sobre el que se apoyaba la pared perimetral de la central eléctrica, que tras esta operación, quedó levitando en el aire. ¿Magia? No, ingeniería. En realidad, en la actualidad la fachada histórica del edificio cumple la función de envoltura de un bloque de nueva construcción hecho de hormigón. CaixaForum ocupa una superficie de 10.000 metros cuadrados. La central eléctrica ocupaba 2.000. Aquí tampoco hay trucos: se ha creado un nuevo espacio, añadiendo dos plantas subterráneas e incorporando un volumen superior revestido de planchas metálicas. El aspecto único del edificio fue culminado con la creación de una exuberante pared vertical de vegetación en uno de los lados de la plaza, con lo que el edificio cobró una estética auténticamente original.
Platea – el cine convertido en paraíso gastronómico
En 1946 se completó el complejo Carlos III ubicado al inicio de la calle Goya de Madrid. El proyecto combina residencias, un centro comercial, un cine y un centro para celebraciones. El cine, al contrario de lo que sucede en otras grandes salas cinematográficas, no tenía fachada al exterior de la calle; se accedía a la sala a través del centro comercial. Por ese motivo, en 2013, a los viandantes que recorrían esta zona de Madrid les pasaba prácticamente desapercibida la transformación a la que estaba siendo sometida la sala. El cine Carlos III se convirtió en Platea, un espacio que abarcaba 5.800 metros cuadrados y que constituye el mayor centro de ocio gastronómico de Europa. El proyecto incluía una reestructuración parcial, una reconversión y restauración del espacio, respetando su forma original y los elementos protegidos. Una cobertura de madera de colores claros actualizó la zona anteriormente ocupada por la pantalla, que ahora es un escenario en torno al cual se han organizado el resto de los espacios. Los comedores están distribuidos alrededor de las antiguas cajas escénicas, el proscenio y el foso.
Plaza Mayor – una de las joyas arquitectónicas más apreciadas de Madrid
A causa de su excepcional grandiosidad, la Plaza Mayor es uno de los espacios más fácilmente reconocibles de Madrid, y una visita imprescindible para cualquier turista que se encuentre en la capital de España. La configuración actual de la plaza se remonta al Siglo XVI, cuando Felipe II ordenó la remodelación de la plaza que en la época se conocía como Plaza del Arrabal. El proyecto comenzó con la construcción de la Casa de la Panadería, cuyos frescos en la fachada hacen que destaque entre el resto de los edificios.
En 2015, Ferrovial Agroman se embarcó en su restauración: se repararon los tejados, cambiando todas las tejas, y se recuperó la corona central en ambas agujas, cuya estructura de madera forrada de plomo se encontraba en un avanzado estado de deterioro. También se realizaron trabajos en la Sala de Bóvedas, para eliminar grietas y humedades y para evitar la pérdida de color y de materiales cerámicos. Gracias a esta intervención, el edificio más icónico de la Plaza Mayor retendrá su esplendor durante muchos años.
Sustituir barracones en las Baleares
Ciertos ejemplos de restauración, como palacios que se transforman en museos, no son tan sorprendentes. Sin embargo, si nos dirigimos a la bella isla de Ibiza, la idea de que un edificio militar se convierta en una universidad sí que resulta más llamativa. En 1944 Luis Zaforteza, un coronel del Cuerpo de Ingenieros, diseñó una residencia «para los oficiales solteros y los oficiales sin destino del regimiento de infantería número 48 de Teruel y el regimiento de artillería número 23 de Ibiza». Después de diversos usos militares, la residencia fue abandonada en el año 2000. Una década después, en 2010, comenzaron las obras para convertir el edificio en el Campus de Ibiza de la Universitat de les Illes Balears. El proyecto respetaba la configuración de las fachadas y tejados, que se renovaron a fondo. El interior fue liberado para mejorar la iluminación natural y para crear los espacios que iban a ser ocupados por las aulas. En la parte delantera de la explanada se construyeron dos plantas adicionales, por debajo del nivel del edificio, que se conectaron a este a través de un sótano. En 2012, el complejo dio la bienvenida a los primeros estudiantes.
Un palacio digno de un rey (o, en este caso, un artista) en Andalucía
A continuación, siguiendo nuestra serie de proyectos de restauración, volvemos a la península, en esta ocasión al sur. El Palacio de los Condes de Buena Vista constituye el mejor ejemplo de arquitectura civil del siglo XVI de Málaga. Este edificio de estilo renacentista, con su fachada plateresca y elementos mudéjares alberga actualmente el Museo Picasso de Málaga.
Para acomodar las obras de uno de los hijos predilectos de la ciudad, el complejo ha sido meticulosamente restaurado. En el palacio, la intervención más destacada ha sido el apuntalamiento de las paredes con el objetivo de reforzar la estructura. En esta operación se empleó un sistema de micropilotes, una solución que consistía en hacer perforaciones de unos treinta centímetros de diámetro e insertar un refuerzo metálico en cada una de ellas, para a continuación rellenar las perforaciones con mortero. Los micropilotes se unen a una viga, denominada viga de tirante que está unida a la pared. De esta manera, la carga soportada por las paredes se transmite a las vigas, de las vigas a los micropilotes y de los micropilotes al suelo.
En el interior del edificio, las ventanas recibieron un tratamiento para evitar la entrada de calor y de la luz del sol, y en los techos, el sistema de suministro de aire se integró en los módulos de madera del artesonado. En los edificios adyacentes incorporados al museo, que se remontan a diferentes eras, se han respetado los elementos de la fachada. También se han levantado dos edificios de obra nueva, para albergar las colecciones temporales, así como una sala subterránea para exhibir los restos arqueológicos fenicios y romanos encontrados durante las obras de construcción.
Restauración interna y externa del Palacio de San Telmo
Otro Palacio reacondicionado por Ferrovial Agroman para destinarlo a un nuevo uso es el Palacio de San Telmo. En 1989, el Arzobispado de Sevilla lo transfirió a la Junta de Andalucía, para que se convirtiese en la sede central del gobierno regional de Andalucía. En 1991 se emprendió una restauración inicial, y en el año 2000 se lanzó la segunda fase del proyecto, dirigida por Ferrovial Agroman. El proyecto de renovación tenía el objetivo de recuperar la estructura original del palacio. El interior del edificio tuvo que ser demolido, con la excepción del eje principal, el patio central y la capilla. Las paredes perimetrales se conservaron. Los jardines también se sometieron a intensas obras de reforma. El conjunto fue concebido como un jardín de jardines, creando diferentes espacios. El recinto físico fue cubierto por vegetación y se construyó una pérgola de grandes dimensiones, como nueva entrada al palacio desde los jardines.
Como parte de su compromiso con la innovación, en 2017 seremos testigos de cómo Ferrovial sigue llevando a buen puerto interesantes proyectos de restauración de edificios en todo el territorio español.
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