Diseño e ingeniería

Los robots que dejaron de preguntar y se encargaron de mejorar el mundo

10 de marzo de 2017

Los humanos diseñan y programan, y los robots se comportan en base a esa programación. Hasta ahora, la robótica –con toda su complejidad– es una disciplina basada en la ejecución de una serie de órdenes. Esto mantiene la pelota siempre en el tejado de los desarrolladores, y los robots carecen de iniciativa e independencia, aunque estas les hiciesen más útiles.

Pero los humanos pretendemos cambiar eso programando un robot que sea capaz de autoprogramarse a sí mismo. Llevamos muchas décadas tras esa idea. Y es probable que ya dispongamos de las herramientas tecnológicas para diseñar robots realmente inteligentes.

Enseñando a aprender a los robots

[inlinetweet prefix=»» tweeter=»» suffix=»»]Enseñar a los robots a aprender es el gran reto de nuestro siglo. [/inlinetweet]Hace ya mucho que nos dimos cuenta que no se puede enseñar todo a un robot para soltarle luego en el mundo, del mismo modo que no enseñamos todo de golpe a nuestros hijos. Simplemente, no existen seres que contengan toda la información necesaria para su supervivencia o trabajo desde un inicio.

Nosotros tampoco la contenemos, ¿o es que una persona entra en una oficina sabiéndolo todo? ¿Por qué nos habíamos empeñado durante décadas en lo contrario? Probablemente porque pensábamos que los robots iban a ser diferentes de nosotros. Sin embargo, la robótica ahora avanza en la dirección del aprendizaje.

 

Enseñar a un robot como aprender

Por ejemplo, en referencia a los tan de moda vehículos autónomos que ya recorren las calles del mundo. Resultaría imposible enseñar a los robots de este tipo a diferenciar entre todos y cada uno de los puntos kilométricos del planeta y conducir de memoria.

En su lugar, se le enseña a conducir en base a la normativa de tráfico y a aprender de los errores. Exactamente del mismo modo en que se le enseñaría a un humano. Con las ventajas, claro, de que no es humano.

Algoritmos genéticos y aprendizaje en grupo

Los vehículos autónomos no son la única aplicación de los robots que aprenden solos. Una de las grandes barreras para integrar la robótica en campos tan dispares como la producción industrial, la construcción o el cuidado de personas mayores es lo complicado que resulta para ellos reconocer el entorno y moverse a través del espacio sin generar destrozos a su paso.

Es aquí donde entra en juego el aprendizaje generación tras generación o genes robóticos. La idea básica se puede observar en este vídeo cómo un robot virtual simple que aprende a caminar. Tras marcarle el objetivo de «llega lejos usando tus “músculos”» se le deja avanzar y aprender por su cuenta. Al principio se cae y tropieza como lo haría un bebé.

Pero lo que ha aprendido en un intento lo recuerda en el siguiente (inteligencia artificial), consiguiendo en unas 500 generaciones (varios días de procesar datos) a correr erguido. Prácticamente nada de tiempo comparado con la biología, que necesitó millones de años para hacer algo similar.

Se cree que solo uniendo este aprendizaje acelerado al hecho de que los robots pueden compartir en tiempo real su aprendizaje seremos capaces de ver una auténtica autonomía robótica. El aprendizaje compartido se basa en que basta con que un solo robot dentro de una red de robots aprenda algo para que todos los demás lo sepan.

Una de las redes de robots más conocidas son los equipos de fútbol de robots mini kubus de la Robocup Robot Soccer. En este vídeo puede verse cómo su aprendizaje acelerado les ayuda a generar estrategias colaborativas, de defensa y ofensa en el campo.

¿Cómo se lleva esto a la industria?

Los robots e inteligencia artificial se usan en distintos entornos industriales desde hace mucho tiempo. La industria automovilística fue pionera y ahora encabeza el sector de los cobots (robots de asistencia a los humanos). Pero no es la única. Vemos robots en las granjas y robots en las salas de quirófano.

Todavía en la actualidad estos robots industriales están separados de los humanos por las jaulas. En ocasiones una reja, en otras un cristal protector, y las más de las veces salas completamente aisladas. Así se evita cualquier posible daño y problema de seguridad, generalmente golpes a velocidades elevadas.

Un robot industrial

Pero el que necesiten una jaula que les rodee limita mucho su uso, especialmente en aquellos entornos en los que más

La industria tiene dónde elegir en cuanto a ambientes potencialmente peligrosos, y no es de extrañar que sea la primera interesada en buscar soluciones robóticas que mejoren el entorno de trabajo. Pronto veremos avances muy interesantes en ese sentido gracias al desarrollo del autoaprendizaje.

Grandes científicos y divulgadores de prestigio actuales, como Hans Moravec, Raymond Kurzweil, Michio Kaku o Neil deGrasse Tyson, están completamente convencidos de que seremos capaces de desarrollar un software capaz de pensar de forma completamente autónoma.

La diferencia entre un brazo robótico programable y un brazo robótico autoprogramable es análoga a un trabajador dependiente y uno proactivo. ¿Queremos un trabajador que espere sentado los problemas o uno que se adelante a ellos y genere estrategias para evitarlos?

Competiciones de robots

Aunque parece algo de ciencia ficción, las competiciones de robots son hoy día una realidad. Como la que Ferrovial organizó junto a Ennomotive.

La construcción –junto con el entorno urbano peatonal o las autopistas– es uno de los ambientes más complejos para un robot. Precisamente por la dificultad de comprender dónde está y cómo debe moverse. Algo que se solucionará otorgando a los robots cierta inteligencia con la que aprender.

El Challenge Internacional se enmarca dentro de una expo mucho mayor. la Global Robot Expo, que este año se celebrará en Madrid del 2 al 4 de febrero, inclusives.

De exposiciones en las que se muestren los avances de uno de los sectores con mayor crecimiento del mercado, a conferencias con los expertos de mayor prestigio mundial en materia robótica. En ellas se tratarán temas tan interesantes como el impacto que tendrán los robots en los negocios, cómo se irá reduciendo su coste, qué statu quo habrá entre humanos y robots o qué modelos económicos adoptarán los gobiernos tras el ingreso de millones de robots que generen riqueza.

El apasionante mundo de los robots está empezando a cobrar notoriedad en los medios, y esta Global Robot Expo vivirá muy cerca este avance robótico.

1 comentario

  • Robótica e inteligencia artificial: Los ...

    13 de marzo de 2017

    […] Marcos Martínez habla sobre la robotica e inteligencia artificial y nos plantea cómo los robots que dejaron de preguntar y se encargaron de mejorar el mundo  […]

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