Hacer nuestra vida más fácil:
En un mundo dominado por la tecnología, la progresión lineal de nuestros avances parece estar experimentando mejoras exponenciales. Con la inclusión de la Inteligencia Artificial (AI para el mundo anglosajón) y el Internet de las cosas (comúnmente denominado IoT por sus famosas siglas en inglés), las tareas que a priori parecen tediosas comienzan a quedarse obsoletas y son automatizadas gracias a los avances en robótica. Las tecnologías que integran esta industria están a punto de invadir nuestras ciudades, coches y casas e incluso nuestros lugares de trabajo. La integración de la Inteligencia Artificial tendrá lugar en ciudades de todo el mundo. Las Smart Cities o Ciudades Inteligentes de nuestra era permitirán a los operarios realizar en su día a día las tareas de una manera mucho más simple, consiguiendo no solo optimizar el consumo de energía sino también reducciones en el riesgo de accidentes de tráfico. Indicadores en cubos de basura, vehículos automáticos conectados a otros vehículos y a mecanismos reguladores del tráfico o artilugios en forma de sensores de movimiento para el alumbrado, son todo funcionalidades de la tecnología integrada y tienen un denominador común: la eficiencia. El objetivo de estas innovaciones en infraestructura es el de promover la eficiencia y abaratar costes, lo que resultaría a su vez en un crecimiento socioeconómico notable.
Fuente: Bitcoin Magazine | Autor: Giulio Prisco
Más pronto que tarde, veremos el IoT integrado en casi todo aquello que tenga funcionalidades específicas. Y, lo que es más, esto conllevará una optimización de las tareas que acabarán por ser más eficientes y presentarán mayores índices de productividad. Mejoras como la automatización de tareas y el consumo de energía que comenzarán a ponerse en marcha a través del denominado “aprendizaje de la máquina” o Machine Learning (ML). Este tipo de aprendizaje pronto se irá adaptando a su vez con nuestras sociedades y con el planeta. En cuanto al IoT, dentro de muy poco dejaremos de preguntarnos “qué hace” para preguntarnos “qué no hace aún” – y es que, para muchos, esta reflexión puede todavía poner la piel de gallina.
¿Singularidad del Robot? O ¿Sociedad en Evolución?
Los artífices de la política estadounidense ya han aprobado una ley que permitirá a decenas de billones de ordenadores procesar chips que se instalarán en objetos cotidianos y facilitarán las tareas cotidianas de los estadounidenses, solo con conectarlos a internet. Esta ley, que ya es un hecho, toma el nombre de The DIGICT Act o Acto DIGITAL y viene a poner de manifiesto el impacto que tiene la innovación de este calibre en la sociedad; con lo que repercutirá en nuestro día a día. Para muchos, puede que la situación dé algo de miedo o que simplemente sean conscientes del riesgo que supone. Personalidades tan influyentes como Elon Musk o el recientemente fallecido Stephen Hawking, han asegurado que la integración de la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas supondrían el final de la humanidad tal y como la conocemos hasta la fecha.
Fuente: Mondo 2000 | Autor: Brummbär
Sin embargo, los que están a la cabeza de esta revolución confían en las ventajas del cambio y están decididos a producir IA e IoT que sean, de manera matemáticamente comprobable, beneficiosos para la raza humana. Desarrollar el ML (o aprendizaje de la máquina); que las máquinas sean capaces de aprender sin ayuda, siempre al servicio de los intereses de su dueño, en lugar de centrarse en sus propios objetivos. Esta meta, programable en robótica, es inherente a la creación de IoT sencillamente porque estamos creando máquinas que puedan valerse por sí solas, con el propósito de aliviar arduas cargas de trabajo y el estrés que se acumula en nuestras vidas. No pretendemos mejorar las máquinas con el objetivo de traer una nueva “forma de vida” a nuestro planeta. Trabajar en pro del “aprendizaje de la máquina” es casi una obligación si lo que queremos es no acabar en una sociedad como la de Terminator. En la película, Skynet (un sistema global de inteligencia) permite la interconexión de los ciborgs con el fin de destruir la humanidad. De esto aprendemos que con el desarrollo del IoT y la IA esta sería una posibilidad seguramente muy poco deseada por nuestros desarrolladores y líderes mundiales en cuestión de infraestructura robótica.
La implementación del IoT y la IA en los años venideros no persigue otro objetivo que el de catapultar a la humanidad hacia la mayor revolución jamás conocida. Infraestructuras, transporte, comunicación, eficiencia y muchos otros aspectos de la vida que conocemos serán gentrificados; impulsados hacia una mejora cuanto menos exponencial, cuya expansión superará con creces los límites a los que nos ceñimos hoy. Con la creación del IoT y su inclusión a corto plazo, los avances globales en todas las industrias del panorama están asegurados por los avances en tecnología que ya son aplicables en casi todos los ámbitos. Con esta tecnología no solo esperamos ser testigos de la alteración positiva de las industrias actuales, sino también de la creación de nuevas industrias orientadas al IoT y a la innovación tecnológica con el propósito de jamás dejar de revolucionar la forma de vida que conocemos.
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