Estamos en época de resfriados y alergias y sin que te hayas dado cuenta, esto contamina el agua. ¿Te has preguntado alguna vez dónde acaban las medicinas que te tomas?
Aproximadamente unos 3 mil fármacos diferentes son vertidos a nuestros colectores y ríos todos los días. Se prescriben miles de toneladas de medicamentos, y estas cifras seguirán aumentando a medida que la población envejezca. De estos compuestos solo una pequeña parte es metabolizada por nuestro organismo, la mayor parte se excreta vía orina y heces representado un riesgo importante para nuestra salud y para los ecosistemas.
El Día Mundial del Agua es una muy buena ocasión para concienciar a todo el mundo sobre este problema. El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible y es imprescindible para las empresas del sector como en la que trabajo, Cadagua. Y no es para menos, porque entre otras cosas, nos encargamos de construir y gestionar plantas de tratamiento y depuración de agua.
Últimamente no paramos de hablar de contaminantes emergentes en artículos, congresos, jornadas, simposios, etc… y sinceramente, observo un cierto desconocimiento y confusión de los términos y sobre todo de la legislación al respecto. Cosa que no me extraña por otro lado. Permitidme intentar aportar algo de luz al respecto.
¿Qué se entiende por contaminantes emergentes?
La creciente preocupación de las administraciones públicas por la presencia, tanto en aguas residuales como aguas potables, de los denominados “contaminantes emergentes”, está propiciando el desarrollo de nuevas legislaciones que impactarán en un futuro próximo en el diseño y operación de las plantas. Detrás de este término tan genérico (contaminantes emergentes) hay una gran variedad de productos de diverso origen y naturaleza química; hablamos de restos de fármacos, pesticidas, retardantes de llama, parafinas cloradas, compuestos perfluorados e incluso productos de higiene personal y drogas de abuso entre otros. Como verás, en el listado se encuentran productos que consumimos (por ser más preciso, ingerimos) de forma diaria, sin apenas darnos cuenta y acaba en aguas residuales, en nuestros ríos. ¿Cuáles son los focos de contaminación?
El origen de la contaminación del agua podemos encontrarlo en tres focos:
- Contaminación urbana, derivado de hogares privados, instituciones públicas o privadas como escuelas, hospitales a través de los detergentes, fármacos o productos químicos de uso doméstico, entre otros.
- Contaminación industrial a través de procesos de producción y limpieza industrial.
- Contaminación derivada de la agricultura a través de fertilizantes o pesticidas entre otros.
¿Qué efectos tienen los contaminantes emergentes?
Aunque existe un desconocimientos sobre los riesgos tanto en el medio ambiente como en la salud de las personas, son varios los organismos que están investigando el impacto tanto directo como indirecto de los contaminantes químicos.
La química es ya de por si una asignatura hueso, así que ni te cuento cuando hablamos de compuestos orgánicos de más de 20 letras como el “hexabromociclododecanos”, por nombrar uno cualquiera. Si a esto le sumamos la complejidad de la administración europea y española; directivas europeas, decisiones de ejecución, leyes, reales decretos nacionales, transposiciones…. El lío está servido.
Los contaminantes emergentes tienen un alto impacto negativo en nuestro ecosistema y por ello es vital que tanto las instituciones públicas como los ciudadanos tomemos conciencia.
Hablemos de legislación… entre directivas y los decretos reales anda el juego
En el año 2000 surgió la Directiva 2000/60/CE
Desde una perspectiva legal, todo empieza con la directiva europea Directiva 2000/60/CE, también conocida como la Directiva Marco del Agua (Directiva Madre), la cual establece un marco global y estratégico para prevenir y controlar la contaminación de nuestras aguas. Esta directiva, por transposición, dio lugar en España al Real Decreto Legislativo 1/2001, del 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas. A partir de aquí van surgiendo en cascada una serie de directivas y sus correspondientes transposiciones en forma de reales decretos, los cuales van definiendo listas, definiciones, parámetros, y sobre todo los conocidos como Limites de Calidad Ambiental (LCAs)
La Decisión 2455/2001/CE incorpora la primera lista de 33 sustancias prioritarias, y establece una periodicidad de 4 años para su revisión. Se trata de sustancias que presentan un riesgo significativo para el medio acuático comunitario, o a través de él, para el ser humano a través de las captaciones de agua potable.
En el 2008 se habló de la Directiva 2008/105/CE
Posteriormente se publica la Directiva 2008/105/CE, también conocida como la Directiva Hija. En ella, por fin, se establecen las Normas de Calidad Ambiental (NCA) de las 33 sustancias Prioritarias, así como la necesidad de crear una lista de observación de contaminantes emergentes, también denominados Candidatos a Prioritarios. Pero vayamos por partes…Esta directiva (la2008/105/CE), tiene su correspondiente transposición a la legislación española en el Real Decreto 60/2011 del 21 de Enero. Se definen las Nomas de Calidad Ambiental como las concentraciones de un determinado contaminante o grupo de contaminantes en el agua, sedimentos o biota, que no deben superarse en aras de la protección de la salud humana y el medio ambiente y se expresan tanto como Concentraciones Máximas Admisibles (NCA-CMA) o Medias Anuales (NCA-MA). A partir de estas definiciones, listas y NCAs, los estados miembros tiene que velar por que nuestras aguas no superen dichos valores.
En 2013 se publicó la Directiva 2013/39/UE y una lista con las sustancias preferentes
En el año 2013 se publica la Directiva 2013/39/UE la cual amplia la lista de contaminantes prioritarios a 45, incluyendo una revisión más restrictiva de las NCA. Su transposición se plasma en el Real Decreto 817/2015. Es importante mencionar en este punto que el RD 817/2015 incluye una lista propia de 16 sustancias denominadas sustancias preferentes. Se trata de una lista de sustancias que presentan un riesgo significativo para las aguas superficiales Españolas debido a su especial presencia, toxicidad, persistencia y bioacumulación.
En 2015 llegó la primera lista de 10 sustancias de observación
Y tuvimos que esperar hasta la Decisión de Ejecución 2015/495/UE para la publicación de la 1ª Lista de 10 sustancias de Observación o Candidatas a Prioritarias. Siendo estrictos estos 10 compuestos son los que mejor se ajustan a la definición de -contaminantes emergentes. Contaminantes de los que se desconoce su grado de presencia, concentración e impacto en el medio acuático. Son contaminantes sobre los que hay sospechas de que pueden suponer un riesgo significativo, pero sobre los que se tiene escasa información y sobre los que no existe una normativa concreta. Esta lista debe ser actualizada por la Comisión cada dos años. La estrategia establecida pasa por profundizar durante 4-5 años en el conocimiento de dichas sustancias, su presencia y efectos, y tras este periodo se decide si incluirlas o no en la lista de contaminantes emergentes con Normas de Calidad Ambiental concretas. Pasarían por lo tanto de Emergentes a Prioritarias.
2018, última actualización… por ahora
En 2018 se publicó la Decisión de Ejecución 2018/840/UE, en ella se establece una nueva lista de 8 sustancias de Observación. La Comisión ha establecido que ya tiene suficiente información sobre algunas de las listadas en la Decisión de Ejecución 2015/495/UE. En concreto el trialato, oxadiazón, 2,6-di-terc-Butil-4-metilfenol y el diclofenaco. Con todo a día de hoy, la lista de Observación está compuesta por los siguientes compuestos; 17-alfa-etinilestradiol, 17-beta-estradiol estrona, antibióticos macróliods (eritromicina, claritromicina, azitromicina), metiocarb, Neonicotinoides, Metaflumizona, Amoxicilina, y Ciprofloxacina.
En definitiva, todo esto requiere sin duda de un esfuerzo tanto por las administraciones públicas como por las empresas privadas, universidades y centros tecnológicos para entender y valorar en su justo término la complejidad a la que nos enfrentamos. Pero al fin y al cabo para eso estamos.
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