A última hora de la mañana del 10 de septiembre de 2015, el paso elevado de Webb Chapel Road de la notablemente congestionada autopista LBJ en Dallas, Texas, se inundaba de luces intermitentes azules y rojas y un coro de sirenas. Pero no se trataba de una emergencia, sino de una celebración. Podían verse vehículos de emergencia y atracciones de época alineados para la inauguración de los carriles TEXpress que pasaban por debajo de la autopista LBJ. Cuando la autopista LBJ se abrió al tráfico en 1969, estaba diseñada para que circularan unos 180.000 vehículos al día. En base a los recuentos de tráfico hasta la fecha, en 2020 la demanda ha aumentado a más de 500.000 vehículos al día. Tras sus 60 años de vida, la autopista LBJ no tenía buena fama, y aquellos que hacían cola para acceder a ella solo lo hacían por necesidad. Los carriles TEXpress cambiarían todo eso.
En 2009 nuestra era absolutamente innovadora. No había ningún otro corredor de carriles de acceso controlado (o carriles rápidos de peaje) en Texas, ni en ningún otro lugar de los Estados Unidos, similar al proyecto de la LBJ. Al principio no teníamos nada con que compararlo. Superar los primeros 4,5 años de construcción fue el mayor desafío.
La antigua autopista LBJ se había ganado el nada envidiable título de la autopista más congestionada de Estados Unidos durante su larga vida de servicio a los ciudadanos de Dallas. Los años ya pesaban en esta infraestructura e iba a ser necesario un equipo muy creativo e innovador para actualizarla. Sin embargo, había una serie de inconvenientes. No se podía ampliar a lo alto ni a lo ancho, pero era necesario duplicar su capacidad. La autopista LBJ tenía 60 años y duplicamos su capacidad con los estándares de ingeniería y diseño del siglo XXI.
El proyecto era ambicioso en cuanto a su alcance: duplicar la capacidad de una autopista antigua sin aumentar los atascos. También estaba el pequeño detalle de que, debido a cuestiones de contaminación acústica, la construcción no era una opción. Y también estaba el hecho de que no había opción de ensanchar la autopista porque había casas y negocios muy cerca. Nuestro equipo se enfrentó al difícil problema de hacer la autopista más segura y fiable para los ciudadanos, que era justo lo que demandaban, pero al mismo tiempo no querían que las áreas dentro y alrededor de la autopista cambiaran mucho. La solución fue radical: el mayor y más complejo proyecto voladizo de tres niveles.
Un ambicioso enfoque subterráneo evitó la necesidad de excavar un túnel de 21,4 km de largo bajo las bulliciosas autopistas de Dallas. En lugar de construir debajo de la autopista existente con un túnel cerrado, los nuevos carriles rápidos de la LBJ serían abiertos, pero en voladizo. Las medidas de ahorro de costes de este enfoque permitieron recortar el cálculo inicial de 3.500 millones de dólares, por lo que el coste total del proyecto fue de tan solo 2.600 millones de dólares. Como en 2009 no se había realizado nada parecido al proyecto de autopista LBJ en ningún otro lugar de EE. UU., las perspectivas no eran demasiado alentadoras.
Lo mejor de trabajar en el proyecto era la novedad del mismo, el hecho de que no se hubiera hecho nada así antes, y eso me hizo superarme. Tuvimos que formar un equipo y ser creativos e innovadores. Y desde sus inicios, este proyecto tan puntero ha sido un no parar. Siempre estábamos en las primeras fases, siempre había algún obstáculo que superar. Más de 100 personas se mudaban cada día a la región del norte de Texas, y todos con coches y niños. El tráfico cada vez era más lento, así que creamos el tan necesario alivio para esa congestión.
¿Funcionó nuestro ambicioso plan?
En pocas palabras, funcionó y sigue haciéndolo. El entusiasmo por la innovación no solo era algo reservado para nosotros, los pioneros del proyecto. Andy Nguyen se unió a LBJ Infrastructure Group en 2019, prácticamente nada más llegar al equipo, y trabajamos estrechamente en el ámbito de Marketing y Compromiso Comunitario. Aunque los carriles TEXpress de la LBJ han sido un rotundo éxito desde su apertura en 2015, cinco años después Andy y su equipo siguen tratando de entender mejor la forma en la que los conductores utilizan los carriles de peaje, con el objetivo de mejorar su experiencia.
“Mi atención se centra en el marketing y la información al consumidor. Ayudo a los conductores a entender nuevos conceptos como los carriles de peaje o la tarificación dinámica. Queríamos que nuestros conductores supieran que tenían una opción para sus desplazamientos diarios, y que los carriles TEXpress de la LBJ ofrecían ventajas adicionales como tiempos de conducción más rápidos para llegar a su destino de manera segura y fiable. El buen estado de nuestras carreteras, los servicios de asistencia en carretera y los tiempos de viaje predecibles significan menos congestión y estrés para nuestros clientes”.
Andy Nguyen
La opción a la que hace mención Andy es sencilla, los conductores pueden ir por los carriles generales sin peaje de la autopista LBJ o pueden aprovechar la ventaja de elegir los carriles TEXpress adyacentes, en los que la tarifa dinámica tiene como objetivo mantener el flujo de tráfico a un mínimo de 80 km/h. A diferencia de otras carreteras de peaje, la tarificación dinámica significa que los precios del peaje cambian en función de las condiciones del tráfico en tiempo real para mantener un tráfico fluido en todo momento. Ha sido todo un reto porque no es intuitivo, pero tras ver los beneficios los datos nos respaldan. Sabemos cuál es el uso que hacen los conductores de los carriles y nuestros ingresos no han dejado de aumentar año tras año, además de obtener resultados. En realidad, la clave es hablar con los clientes para que sepan qué son los carriles TEXpress, cómo usarlos y cómo hacer un mayor uso de ellos.
El innovador diseño del nuevo corredor rápido de la LBJ y los equipos creativos que había detrás lograron que los primeros cuatro años y medio no solo fueran el comienzo de una maravilla de la ingeniería, sino la base de una infraestructura en constante evolución y desarrollo. Como dice Andy: “Siempre somos transparentes en cuanto a las tarifas de peaje y cuanto más sepa el cliente sobre su funcionamiento, más positiva será la experiencia en general. Llevamos cinco años de tremendo crecimiento año tras año, así que nos esperan cinco más gracias a la innovación constante”.
El compromiso con la comunidad no implica únicamente proporcionarle información sobre los carriles TEXpress de la LBJ. Desde el principio, siempre hemos estado comprometidos con la comunidad haciendo aportaciones a los distritos escolares a lo largo del corredor en áreas como la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas; por lo que nos hemos fijado un estándar muy alto. Efectivamente es un alto estándar que el equipo de la LBJ se ha marcado desde el principio. Cinco años después, el equipo del proyecto LBJ Express colabora con fundaciones educativas locales de todo el corredor con subvenciones al profesorado que apoyan las actividades y la educación en las áreas de STEM. Incluso durante la construcción, la comunidad podía acercarse al proyecto de la LBJ, así que todos salíamos ganando. Por ejemplo, el uso práctico de 123.000 metros cúbicos de relleno que el proyecto obtuvo de sus avances subterráneos fue aprovechado por la ciudad de Dallas para convertir un terreno baldío en un nuevo complejo de fútbol, lo que supuso un ahorro de 1.080.000 dólares para la ciudad. Se eliminó un puente peatonal existente y se sustituyó por otro más adecuado, aprobado por la ADA, que ahora permite cruzar con seguridad a los usuarios en silla de ruedas y otros aparatos de movilidad. Se mejoraron las aceras a lo largo del proyecto, lo que significa que los beneficios del proyecto LBJ superaron con creces su alcance inicial.
Andy lo resume así: “Usaba los carriles todos los días sin dudarlo. Tenía la opción de poder usar los carriles y llegar rápidamente al trabajo por la mañana y a casa con mi familia por la tarde. Por mi parte, los beneficios de ahorro de tiempo fueron enormes. Siempre uso los carriles de peaje porque son más rápidos y fiables”. Exacto, poder elegir es lo más importante. Este concepto de carril de peaje le da al conductor la posibilidad de elegir. Puede ir 15 o 25 km por hora más rápido. No hay muchos conductores que usen siempre la carretera de peaje, pero si la necesitan, ahí está.
Mirando al futuro
Este proyecto, ganador de varios premios, no solo ha mejorado la circulación en Dallas, sino que también ha sido muy beneficioso para la vida de los que lo rodean. En septiembre de 2020 se cumple el quinto aniversario de la apertura de los carriles TEXpress de la LBJ. Ahora más que nunca, es un acontecimiento que vale la pena celebrar. Nacido de las cenizas de la crisis financiera de 2008, el proyecto LBJ parecía demasiado descabellado y ambicioso, y potencialmente condenado a quedarse en una simple idea. Gracias a la dedicación de nuestro equipo, hemos hecho posible lo imposible y el resultado ha sido una maravilla de la infraestructura y un gran éxito operativo.
En septiembre de 2020, con el mundo aún inmerso en una pandemia global, es fácil perder de vista las cosas que merece la pena celebrar. A pesar de que la mayoría de nuestro equipo trabaja desde casa, siguen apoyando a la comunidad. Andy está orgulloso del trabajo que han podido hacer para apoyar a Dallas en estos tiempos difíciles: “Durante esta pandemia mundial, hemos proporcionado ayuda frente al COVID-19 a más de 5.200 empleados del personal médico esencial, en forma de más de 30.000 dólares de descuento en los peajes”. Y también quiero destacar el duro trabajo de la gente que hay detrás. Nuestra RSE es muy importante para nosotros y el argumento de Andy es muy acertado, nuestro liderazgo tiene un enfoque de futuro. Hemos lanzado esta campaña de descuento para enfermeras, médicos y personal de primera intervención. También nos hemos puesto en contacto y hemos empezado a colaborar con Ferrovial y Cintra para trabajar con los bancos de alimentos del norte de Texas durante la pandemia, que han estado proporcionando recursos a las familias y personas que han perdido sus empleos. Estamos planeando una expansión durante las vacaciones.
Así que, aunque nadie podría haber previsto este escenario hace cinco años, el equipo sigue pensando en el futuro. Los últimos cinco años de los carriles TEXpress de la LBJ han sido muy exitosos y los próximos cinco años pintan bien. Lo más alentador de esta historia es la similitud entre los comienzos del proyecto de los carriles rápidos de la LBJ y la situación económica en la que nos encontramos en 2020.
A diferencia de la legislatura de 2009, que ayudó a poner en marcha los carriles TEXpress, el próximo periodo llega en tiempos muy oscuros. ¿Quién sabe qué nuevas e innovadoras oportunidades surgirán a partir de 2020 y en los años venideros? Si el éxito de los carriles TEXpress de la LBJ es algo a seguir, tenemos mucho que esperar. Con esto en mente, vale la pena recordar que el proyecto de la autopista LBJ contrató a más de 1.000 empresas locales durante la construcción. Entre ellas, más de 230 Empresas Propiedad de Personas en Desventaja (DBE). Después de solo cinco años de duro trabajo (y tres meses antes de lo previsto), 21,4 km de la autopista LBJ se convirtieron en carriles TEXpress, abriendo el Dallas-Fort Worth Metroplex como nunca antes.
Mientras la gente tenga movilidad, siempre tendrá oportunidades, o como dijo el propio Lyndon B. Johnson, tocayo de los carriles TEXpress de la LBJ: “No solo pedimos libertad, sino también oportunidades”.
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