De tanto en tanto surgen necesidades urbanas que obligan a derribar edificios. Demolerlos para renovar el área. Pero ocurre que no todas las estructuras tienen este final. A veces merece la pena preservar el patrimonio arquitectónico y desplazar el edificio en cuestión para hacer hueco en la ciudad. Es aquí donde interviene el empuje de inmuebles, una compleja técnica de ingeniería.
A lo largo de la historia se han trasladado todo tipo de edificaciones: casas de madera, edificios de ladrillo, fábricas e incluso estaciones de autobús completas. A veces sobre patines, otras sobre raíles. Casi todas empujadas por máquinas neumáticas, y de tanto en tanto sobre camiones, usando globos de helio o mediante patas robotizadas. Y todos los métodos son fascinantes.
Esta casa de estilo victoriano se muda de barrio
Los edificios de estilo victoriano son bastante frecuentes en San Francisco. Y también es frecuente que, para evitar demolerlos, sean trasladados mediante grandes camiones. Uno de los últimos edificios en desplazarse de esta forma, llamado Englander House, data de 1880. En 2021 se convirtió en protagonista del barrio al trasladarse unas cinco manzanas.
Desplazar un edificio por una ciudad, incluso uno de pequeñas dimensiones como es el caso, es una labor compleja. Exige despejar las calles de elementos como coches y mobiliario urbano, cortar ramas e incluso realizar pequeñas obras de adecuación que permitan giros. Solo el trazar la ruta ya supone un dolor de cabeza de dimensiones considerables debido a la falta de espacio.
Comparado con el transporte, elevar la vivienda haciendo uso de gatos fue relativamente sencillo. Tras aquello hicieron falta horas para mover la casa a una velocidad de una milla por hora. Y alguna más para hacerla bajar hasta depositarla en su ubicación final, donde descansa. En Estados Unidos este tipo de traslados sobre ruedas son relativamente frecuentes debido tanto a la construcción en madera de vivienda unifamiliar como las grandes calzadas.
Mover una fábrica usando globos de helio y raíles
La fábrica Maschinenfabrik Oerlikon es lo poco que queda de una zona industrial del siglo XIX en Zúrich (Suiza). Por eso en 2012 se decidió que no podía ser derruida de cara a la modernización ferroviaria de la zona. En su lugar, trasladarían el edificio de 6200 toneladas a unos 60 metros de distancia. Y para ello usarían raíles y globos de helio.
El primer paso consistía en elevar el edificio, sustituyendo parte de su perímetro inferior por vigas verticales que luego serían empujadas hacia arriba y colocadas sobre una estructura que descansaría sobre un sistema de raíles. Para aliviar parte del peso del edificio y hacer viable su empuje, fueron colocados cientos de globos de helio en ubicaciones clave que compensaban parte del peso.
Gracias al empuje vertical de los globos y el empuje neumático de pistones horizontales, el edificio tardó apenas unas horas en recorrer aquella distancia, lo que supone todo un hito de ingeniería. Después se llevó a cabo un procedimiento inverso al izado para colocar esta antigua fábrica en el espacio que ocupa actualmente.
Mover un edificio de viviendas de 8000 toneladas
En 1974, Bogotá (Colombia) entró en el libro Guinness de los Récords al trasladar un edificio de 1955 de una calle a otra. El edificio en cuestión era el Cudecom, una edificación plurifamiliar de ocho pisos y una tonelada de peso por piso. La reestructuración urbana de la zona demandaba el espacio ocupado por el inmueble, pero en lugar de derribarlo se decidió cambiarlo de sitio.
El edificio Cudecom estaba en medio del futuro trazado de la Avenida Ciudad de Lima, por lo que hubo que moverlo 29 metros. En una operación que necesitó más de un año de trabajo, se construyeron nuevos cimientos bajo el inmueble, que a su vez se hicieron descansar sobre una estructura de rodillos de acero y gatos hidráulicos. Hicieron falta 400 personas.
El proceso de empuje apenas necesitó nueve horas, y supuso un récord respecto a técnicas similares que se estaban dando en otras regiones del mundo. El empuje de edificios era nuevo, pero Colombia batió un récord de masa desplazada con aquel proyecto.
La escuela china que pudo pasear
No todos los días se puede ver un edificio octogenario de 7600 toneladas caminando por la ciudad haciendo uso de cientos de patas robóticas. Por fortuna para los shanghaineses que estuvieron presentes en el traslado de la emblemática Lagena Primary School, aquello fue un espectáculo ingenieril sin precedentes que necesitó 18 días para cubrir una distancia de 62 metros.
La Lagena Primary School es una escuela primaria construida en 1935 en el distrito Huangpu (Shanghai, China). Hasta 2018 estuvo cumpliendo con su función educativa, hasta que el consistorio de esta ciudad en crecimiento tomó la decisión de modernizar el área. Aquella decisión incluía derribar la escuela, pero las protestas de los vecinos lograron trazar un nuevo plan.
El nuevo plan era el siguiente: se trasladaría el edificio entero. Para ello hizo falta colocarle al edificio 198 patas robóticas que lo desplazarían como si de un ciempiés se tratara. Verlo caminar es impresionante. A la casi ridícula velocidad de 0,14 metros por hora, el edificio fue avanzando lentamente mientras giraba a su posición final, donde será restaurado.
Una torre de agua moscovita
En 2020, una torre de agua ubicada en Moscú antes perteneciente a la antigua fábrica Borets, se desplazaba 100 metros por una zona en obras. Lo curioso del caso es que se usó una técnica ideada por el arquitecto e ingeniero italiano Aristóteles Fioravanti en el siglo XV que había sido empleada también en Moscú 40 años antes durante ‘la gran migración’ rusa de edificios.
Esta torre de agua, un tesoro arquitectónico del siglo XIX de unas 1600 toneladas, se ubicaba en el centro de lo que será una nueva zona residencial. De modo que las autoridades rusas decidieron preservarla, pero desplazándola a otra ubicación usando para ello una técnica de empuje horizontal mediante gatos.
El primer paso para desplazar esta estructura vertical fue separarla de sus cimientos, una labor que exigía una delicadeza extrema por las condiciones en las que se encontraba. Hubo que elevarla 3,5 metros y reforzar su perímetro con cinturones metálicos para evitar el colapso. Tras aquello, fue depositada sobre una losa de hormigón armado y, ahora sí, trasladada a su nuevo hogar.
Desplazar una terminal de autobuses
Teniendo en cuenta lo grande que es China, la cantidad de edificios a preservar que contiene o su crecimiento económico actual, no es de extrañar que buena parte de los traslados de edificios se den allí. También los muy grandes, como es el caso del giro de la estación de autobuses Houxi Long Distance, construida en 2015 y desplazada 90º en horizontal apenas cuatro años después.
La estación acababa de inaugurarse, pero el acelerado crecimiento económico de la ciudad de Xiamen no había tenido en cuenta que este enorme edificio de 30.000 toneladas y 162 metros de largo estaría en medio del trazado de la línea de alta velocidad. Había dos opciones: derribar el edificio, o desplazarlo. Se optó por la segunda opción, que ganó un Récord Guinness.
Al proceso de traslado precedió una excavación de la zona, liberando espacio y ubicando 532 gatos hidráulicos con ruedas bajo la estación. Una vez elevada y colocada sobre miles de ruedas, la estación fue empujada en sentido horario a su posición actual. Es el edificio más grande y pesado del planeta en haber sido ‘pivotado’ a lo largo del arco más grande descrito.
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