Árboles en las ciudades: ¿Ornamentación o algo más?

Cuando hablamos de árboles, nos vienen a nuestra cabeza imágenes de plantas de gran porte, verdes, sanas, inspiradoras de personajes fantásticos, elementos que pueden llegar a proporcionarnos sabrosos alimentos… Sin embargo, los árboles siguen siendo los grandes desconocidos en nuestra sociedad. Ignoramos la ingente cantidad de beneficios y de funciones que los árboles pueden desarrollar y las cuales podemos explotar en nuestro desarrollo como sociedad. 

Desde la antigüedad, el árbol ha representado a la vida en las diferentes tradiciones mitológicas, filosóficas y religiosas. El cristianismo con el árbol de la vida, el antiguo Egipto con la acacia de saosis o en el islam con el árbol de la inmortalidad. ¿Por qué un bien tan preciado a lo largo de la historia de nuestra especie se convierte en un elemento abandonado en nuestras ciudades? 

A parte de la salvedad de la que los árboles son un elemento de ornamentación en nuestro entorno; deshumanizan y des-artificializan (término acuñado por el Centro de Recursos del Ingenio Ecológico de la Oficina Francesa de Biodiversidad). Existen como hemos dicho una gran cantidad de factores y beneficios que nos aportan los árboles y que afectan directamente a nuestro día a día. A continuación, se recogen algunos de ellos: 

• Reducción de la contaminación existente en el aire. 

Hoy en día, debido al aumento de la población de las grandes ciudades y el abandono de las zonas rurales, las ciudades están densificándose. Esto, unido a una mayor emisión de contaminantes al aire, hace que la diminución de la masa arbórea se convierta en un factor peligroso e importante en el cuidado de la calidad del aire. 

Los árboles a través de la fotosíntesis y su conversión de dióxido de carbono en nutrientes y oxígeno pueden ayudar a mejorar la calidad del aire y por tanto a mitigar su contaminación y los gases de efecto invernadero. 

Un árbol es capaz de absorber una media de 10 kg de CO2 al año. De ahí que los árboles sean considerados los mayores “sumideros de carbono” junto con los océanos. Existen especies como el pino carrasco que es capaz de absorber cerca de 50 Tn de CO2 en un año. Sin embargo, no debemos olvidar que se debe buscar un equilibrio entre la especie en estudio y el entorno al que pertenece. 

• Modificación y suavización del clima local 

Existe un fenómeno de origen térmico y que se produce mayormente en áreas urbanas muy densificadas y urbanizadas por el cual aparece una diferencia de temperatura, notablemente superior durante la noche, entre el centro de las ciudades y las áreas perimétricas o extrarradios. Este fenómeno se denomina Isla de Calor. 

En ciudades grandes con edificaciones masivas la temperatura del aire puede variar entre 1 y 12 ºC respecto a áreas menos densificadas. 

• Amortiguamiento del viento 

El viento es un factor climático, que puede llegar en muchas ocasiones a provocar grandes daños físicos a las personas. El viento puede actuar sobre edificios, muros, plantaciones, etc. La colocación estratégica de los árboles puede ayudar al control de la erosión eólica y a la protección de determinados lugares urbanos frecuentados por las personas. 

En las grandes ciudades, y con edificios de gran altura, debido a los grandes flujos de aires que pueden producirse, se crean vértices de flujos de aire turbulento que van creciendo a medida que se mueven a través de los edificios. Calles con grandes edificios provistos de fachadas paralelas pueden provocar lo que se conoce como túnel del viento; fenómeno que puede ser incómodo e incluso peligroso para los viandantes o vehículos que se desplacen por esos lugares. Cuando el viento viaja a través de esas paredes verticales se acelera creando zonas de grandes presiones y de bajas presiones.  

• Reducción de la contaminación sonora 

Dentro de los agentes de contaminación comunes, el ruido es uno de las más molestos que existen, que afectan a aspectos relacionados con la salud como el descanso. La colocación de árboles entre zonas pobladas y vías de comunicación sirven, al contrario que otros materiales, como amortiguador, absorbiendo el ruido y eliminándolo. 

Existen infinidad de documentos, artículos, publicaciones que pueden aportar claridad sobre este tema y que sobre todo puede permitir a los decisores y diseñadores de los futuros proyectos que puedan conocer cuáles son los infinitos beneficios que la incorporación de árboles puede aportar en sus proyectos e introducirlos en su propio ADN para modificar su visión proyectista.  

A continuación, se recogen una serie de lecturas para aquellas personas que deseen profundizar más en el tema del presente artículo: 

“Influencia de la vegetación en los niveles de ruido urbano” (Martha Isabel Posada, María del Pilar Arroyave, Carlos Fernández. Revista EIA, ISSN 1794-1237 Número 12, p.79-89. Diciembre 2009) 

“Beat the Heat: How Design Can Keep You Cool” – Treehugger 

“Manual de plantación para el arbolado viario de la ciudad de Madrid” 

“Protocolo de gestión de alcorques” 

“¿Qué son las islas de calor urbano?» (Andonay Perrozzi, 5 de Enero del 2021 –

“Árboles, la gestión moderna del arbolado urbano en las ciudades”