Nunca antes había habido una necesidad tan intensa de que todos hicieran su parte para ayudar a la supervivencia del planeta. Estamos experimentando una emergencia catastrófica por el cambio climático, y ahora es el momento de reaccionar. Un cambio de perspectiva es de vital importancia. Incluso el cliché de «piensa globalmente, actúa localmente» ha adquirido un significado distinto. Lo llamo cliché deliberadamente porque se ha usado tanto con tan pocos resultados que la frase no merece más mérito. Un pequeño cambio de comportamiento, unas pocas botellas recicladas, compostaje o la compra de unas cuantas camisetas baratas ya no es suficiente. Tal vez nunca lo haya sido. Hemos llegado a un punto en que debemos subir el listón y aplicar principios sostenibles de forma más generalizada en todo lo que hacemos. Viajar no es una excepción. Todos tenemos el deber de prepararnos para las tendencias de viaje ecológicas y adoptarlas.
En todo caso, ¿qué parte de culpa tienen los viajes?
En realidad, no mucha. Las compañías aéreas de bajo coste han hecho posible que cada vez más personas puedan darse el lujo de ir a destinos exóticos como Fiyi o Machu Picchu. Así que esto se suma a los niveles de emisiones de CO2. Pero el transporte aéreo tan solo responsable del 2% de las emisiones de CO2 producidas por la humanidad. E incluso así, el ATAG (Grupo de Acción del Transporte Aéreo, por sus siglas en inglés) tiene un plan para reducir las emisiones de CO2 en un 50% para 2050. Con las aeronaves de hidrógeno entrando en escena, el transporte aéreo tendrá incluso menos peso como contaminante.
Solo alrededor del 8% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero están provocadas por la industria turística en general. Pero sin importar lo pequeño que el número parezca en comparación con la escala global, tenemos la responsabilidad de intentar que los viajes sean incluso más sostenibles. Como ya he mencionado, debemos cambiar toda nuestra perspectiva, sensibilizar y contribuir al cambio sistémico haciendo la pequeña parte que nos corresponde. Solo así podremos dar significado finalmente a otro cliché: sé el cambio que quieres ver en el mundo.
Viajar es algo positivo. Nos ayuda a crecer como personas mientras aprendemos cosas sobre distintas culturas, tradiciones y gentes. Los beneficios económicos también son algo importante a considerar. Así que veamos cómo los viajes pueden liderar el cambio de la misma forma en que nos ayudan a ampliar nuestros horizontes.
¿Qué es el turismo sostenible?
Entender lo que es el turismo sostenible ayudará a los viajeros a poner en práctica los principios y tendencias que lo hacen posible. Tal y como lo define la Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible es cualquier viaje que tiene en cuenta plenamente su impacto económico, social y medioambiental actual y futuro. Al mismo tiempo, debe hacer frente a las necesidades de la industria, el entorno, las comunidades receptoras y los visitantes.
El turismo sostenible preserva la cultura local, la naturaleza y la economía en lugar de facilitar que las grandes empresas acumulen riqueza.
Dicho de una forma más sencilla, significa que las culturas locales, el entorno y los recursos naturales deben estar por encima de asegurar más riqueza para las grandes corporaciones. Por lo tanto, como viajeros, debemos descubrir fórmulas para explorar el mundo de forma sostenible, reduciendo en lo posible nuestra huella medioambiental y eliminando el impacto negativo para la economía, la cultura y la naturaleza locales. Y estas fórmulas no se limitan a los medios de transporte y la elección de alojamientos ecológicos, sino que también abarcan otros aspectos del viaje. Por ejemplo, si necesita almacenaje mientras viaja, asegúrese de explorar soluciones ecológicas. Algunos proveedores de almacenamiento se esfuerzan por tener conciencia medioambiental. Así que no solo garantizará la seguridad de sus posesiones más valiosas, sino que lo hará sin dañar aún más el entorno.
Tendencias de viaje sostenibles
Es alentador que cada vez más personas interesadas en explorar el mundo busquen alternativas ecológicas para viajar. También parece prometedor la aparición de nuevas tendencias sostenibles de viaje.
El viaje lento
Si no va a viajar muy lejos, use el tren en el lugar del coche.
El viaje lento implica que debemos centrarnos en el viaje en sí el lugar de en el destino. Esto implica visitar monumentos y puntos turísticos por el camino, disfrutando de vistas espectaculares. También significa alquilar una bicicleta y explorar el sitio en el que estamos, absorbiendo verdaderamente a la comunidad local y sus preciosos paisajes. Al hacer esto, tendrá la oportunidad de apoyar el comercio local y reducir su huella de carbono. Al final, experimentar lugares nuevos de esta forma le proporcionará sin duda una sensación más gratificante y enriquecedora.
Además, si no va a viajar muy lejos, puede valorar viajar en tren en lugar de en coche. Tiene un punto romántico.
El transporte aéreo se está volviendo más sostenible
Cada vez más personas se están pasando a los coches eléctricos (aunque debemos tener en cuenta que la producción de electricidad no se realiza totalmente sin daños). Pero, ¿sabía que la aviación eléctrica también está aumentando su popularidad? Las compañías se han dado cuenta de que cada vez más viajeros prefieren viajar de forma ecológica. Así que lentamente han empezado a emplear aeronaves que utilizan biocombustibles o electricidad. Esto todavía no está ampliamente disponible y aún se está innovando, pero es algo que podemos esperar y una tendencia de viaje para la que prepararnos.
Alojamiento ecológico
O eco-alojamiento, si lo prefiere. En 2019, Booking publicó un informe sobre viaje sostenible que sugiere que es más probable que la gente reserve alojamientos ecológicos, incluso si no planeaban viajar de forma sostenible. De esta forma, los viajes globales reducen su impacto negativo proporcionando una experiencia más auténtica de la cultura local. Simultáneamente, dan su apoyo a los negocios locales.
Elegir el destino menos visitado
Ir a ciudades y lugares que reciben menos viajeros. Cuando pensamos en Francia o los Países Bajos, lo primero que se nos viene a la mente es París o Ámsterdam, respectivamente. ¿Cuál es la segunda ciudad en la que piensa? Pues vaya ahí como alternativa. Es posible que no sea tan popular, pero puede reducir el efecto negativo del exceso de turismo. Es más, enriquecerá su experiencia de viaje.
Y/o viajar en temporada baja
Si quiere ir a París o Ámsterdam, entonces vaya. Pero valore viajar en temporada baja. Visite esos lugares cuando haya menos actividad turística. Esto ayudará a minimizar el impacto negativo del exceso de turismo, aliviando la presión sobre la infraestructura local y protegiendo el medio ambiente. Además, reservar alojamiento, billetes de avión y entradas para museos no solo será más fácil sino también más barato. Y podrá ver la ciudad sin el ajetreo habitual que podría evitar que la experimentara al máximo.
Opte por destinos de viaje sostenibles
Optar por ciudades menos populares, ir a destinos más sostenibles y viajar en temporada baja ayudará a contrarrestar los efectos del exceso de turismo.
Viajar de forma responsable también implica elegir destinos de viaje más sostenibles. Países como Nueva Zelanda, Eslovenia o Islandia son pioneros en eco-turismo. Además, busque ciudades sostenibles que pueda visitar. Así que si desea experimentar una naturaleza espectacular, lugares como estos son la opción perfecta.
Conclusión
Estas han sido solo algunas de las tendencias de viaje sostenible para las que prepararse en las próximas décadas. La buena noticia es que las cosas están cambiando para mejor. La única preocupación es si el cambio conseguirá superar el ritmo del rápido cambio climático. Por lo tanto, debemos trabajar todos unidos y ser parte del cambio sistémico que ayudará a salvar nuestro planeta.
Todavía no hay comentarios