electric vehicles charging
Automoviles

¿Por qué la ciudad necesita un vehículo eléctrico perfecto que aún no existe?

02 de junio de 2017

El vehículo eléctrico es el futuro de la automoción. Los pocos detractores de este cambio, más allá de dudar de las ventajas del motor eléctrico, manifiestan nostalgia hacia los motores de combustión. Sin embargo, el vehículo eléctrico moderno no es perfecto.

El que los motores de explosión contaminen mucho más que los eléctricos no quiere decir que estos no contaminen nada. A menudo se confunden las nulas o bajas emisiones con la no contaminación, algo que pone en peligro la salud de los habitantes de las ciudades del futuro, y en lo que hay que trabajar.

Todo vehículo necesita energía para su construcción

El vehículo eléctrico –exactamente igual que cualquier otro tipo de vehículo o, ya puestos, bien material– necesita energía para ser producido. Extracción y procesamiento de materias primas, ensamblaje, transporte…

A pesar de que es algo que no solemos tener en cuenta, sí es algo que somos capaces de comprender y visualizar una vez alguien nos lo menciona. Los vehículos, simplemente, no aparecen de la nada y se colocan en un expositor para ser comprados. Necesitan ser trasladados desde las fábricas.

Con frecuencia los vehículos comprados en un país no se ensamblan en él, sino que viajan por mar o carretera miles de kilómetros. El impacto de millones de toneladas de vehículos moviéndose antes incluso de ser arrancados por primera vez es un dato que no puede ser ignorado cuando pensamos en cuánto contamina un coche. Del mismo modo, el proceso de ensamblaje ha conllevado un consumo de energía y recursos que, a su vez, tienen un impacto ambiental también considerable.

vehiculos electricos fabrica Ford

Línea de ensamblaje del Ford T. Fuente: Kyle Harris.

A la mente nos suelen venir dos imágenes diferentes de ensamblaje. Por un lado la cadena de montaje de Ford allá a principios del siglo XX, y por otra los brazos robóticos modernos realizando diversas tareas, como soldar, plegar chapa o afianzar tornillos. Sin embargo, el ensamblaje industrial con robots también tiene un impacto ambiental. Aunque la optimización de recursos y reducción de errores que dan lugar a otros gastos materiales son dos de sus principales beneficios, el consumo energético que realizan al ser utilizados y los residuos generados al degradarse suponen un factor a tener en cuenta en estas valoraciones. Afectan a cómo de contaminante es un vehículo, sin contar con la materia prima necesaria.

vehículos eléctricos poducción fabrica

Es en la extracción y transformación de la materia prima donde más energía se consume. Aunque se ha avanzado mucho en el reciclaje y reaprovechamiento de materias primas, siempre es necesario un aporte considerable de energía. Y esto supone un impacto más para el planeta.

¿Cómo diluir el impacto ambiental de la fabricación?

Por supuesto que todo este proceso es aplicable desde turismos a aviones pasando por auriculares o muebles. No es algo exclusivo de la industria automovilística, y cualquier tipo de bien físico deja su pequeña huella ambiental. Motivo de más para tener presentes aspectos cruciales que hagan sostenibles las ciudades del futuro, como la usabilidad, la frecuencia de renovación o la fabricación local.

La usabilidad del parque automovilístico es realmente baja. De hecho se estima que se encuentra en torno a un 3%. Esto significa que el 97% del tiempo los vehículos están parados sin hacer nada (más allá de perder valor,  deteriorarse y ocupar espacio). A nivel de coste energético, el de un vehículo privado es el equivalente a adquirir una vivienda (con sus costes de mantenimiento) pero usando solo un armario para vivir. No es de extrañar que muchas ciudades modernas se estén adaptando a pasos agigantados al vehículo de alquiler por minutos. Esto aumenta su usabilidad a porcentajes como el 70% u 80% en función de la ciudad.

vehículos eléctricos coches aparcadas

A pesar de que los imaginamos en movimiento, el estado normal de un coche es aparcado. Fuente: Skandinavien.

La frecuencia de renovación requiere un cálculo complejo. Aunque la vida útil de un vehículo se suele estimar en una década son muchos los vehículos que siguen cumpliendo su propósito tras ese tiempo. ¿Los tiramos para fabricar otros más eficientes? El nuevo vehículo supondrá una reducción del impacto ambiental por cada kilómetro recorrido, pero estaremos malgastando una gran cantidad de energía en fabricación que no hemos amortizado. Se hace complicado determinar el momento óptimo para dejar de usar un vehículo, pero antes de eso entran en juego factores de seguridad, como adquirir vehículos con extras en sistemas de seguridad, como los airbags. Plantear la adaptación de un vehículo en lugar de la fabricación de uno nuevo juega en beneficio de todos.

La fabricación local también resulta complicada en la automoción. No en todos los países hay todos los tipos de metales o materiales necesarios para fabricar un vehículo. Y las piezas o partes de estos han adquirido tal nivel de complejidad y especialización que raro es el componente en el que no intervengan dos o tres países. Sin embargo, es buena idea buscar que el ensamblaje final sea local, a fin de evitar movimientos innecesarios añadidos.

Todo vehículo requiere energía para ser propulsado

Si los vehículos eléctricos se perfilan como el futuro de las ciudades inteligentes no es porque su impacto sea nulo, tal y como hemos visto. Existe un impacto ambiental a tener en cuenta, aunque como he comentado se están buscando fórmulas para minimizarlo. Lo que es nulo es su impacto atmosférico en circulación. Es decir, no llena el aire de tóxicos a medida que avanza.

vehículos eléctricos en la ciudad

Solo por este hecho el vehículo eléctrico es el que queremos tener cerca, tanto de nosotros como de nuestros seres queridos. Poder disfrutar de una atmósfera limpia a nuestro alrededor dentro de las ciudades nos ayudará a mantener la salud en mejor estado. ¿Quién no querría eso?

Sin embargo al vehículo eléctrico le queda una asignatura pendiente. Ya se encarga de cuidar nuestra salud en el lecho de las ciudades pero, ¿de dónde viene su energía? Los vehículos eléctricos poseen una batería eléctrica que se carga en tomas de luz con energía de muy diversas fuentes. ¿Qué ocurre si alimento un vehículo eléctrico con energía de, por ejemplo, una central térmica? ¿Eso no contamina?

Lo cierto es que sí, las centrales térmicas emiten partículas contaminantes a la atmósfera tales como CO2 o CO. Estas provocan un efecto invernadero que aumenta el calentamiento global y este, a su vez, acelera el cambio climático. Sin embargo, el rendimiento de las centrales térmicas para la generación de energía eléctrica es mayor que el rendimiento de los motores de combustión. Es decir, contaminando relativamente lo mismo, un motor eléctrico alimentado por la combustión de una central térmica hará más kilómetros que un motor de combustión alimentado por gasóleo.

La diferencia base radica en dónde se está produciendo la contaminación, y cómo se gestionan esas partículas contaminantes. Por ejemplo, los filtros de una central térmica son más seguros que las medidas tomadas en el interior de los tubos de escape.

Pero resulta evidente que lo ideal es prescindir por completo de cualquier fuente que no sea renovable, invirtiendo preferentemente en la generación de energía local. De ese modo se evitará no solo todo tipo de contaminación (tanto la atmosférica como la nuclear), sino que también se controlarán las pérdidas asociadas al transporte de la energía.

vehículos eléctricos del futuro

Una de las mejores posibilidades de cara a la salud, bienestar y aumento de la calidad de vida para los ciudadanos de una ciudad inteligente sería la de disponer de una flota colectiva de vehículos eléctricos con tomas en las calles y un sistema de generación de energía eléctrica distribuido (como las placas fotovoltaicas) que usase las baterías de los vehículos como acumuladores eléctricos.

Ya estamos viendo en muchas ciudades las primeras fases de este tipo de iniciativas, y pronto pasearemos en entornos urbanos libres de contaminación.

Todavía no hay comentarios