carretera de la vía Apia Roma
Carreteras

372 carreteras llevan a Roma y el César se las toma muy en serio

14 de agosto de 2018

Brindisi es una ciudad pequeña y medio olvidada donde termina la costa del mar Adriático. En el tacón de una bota que ha conocido tiempos mejores. Sin embargo, la capital de la región de Apulia, en Italia, fue en el pasado un puerto de gran importancia en el Mediterráneo. Por él entraba en Europa buena parte de las mercancías orientales. Y también fue destino final de la reina de todas las calzadas del Imperio Romano, la vía Apia.

Hoy, de Roma a Brindisi, se llega, en coche, en poco más de cinco horas y media de asfalto. Hace dos milenios se tardaba bastante más, sobre todo si te tocaba ir a pie, pero se podía alcanzar el destino recorriendo un camino de piedra ininterrumpido que partía desde el mismísimo Foro, en la capital de la República, primero, y el Imperio, después. La vía Apia fue símbolo del poder de Roma y se usó de ejemplo en la construcción de la red de calzadas que mantenía sus dominios unidos y comunicados.

Desde lo que hoy es Reino Unido hasta Siria, la mayor red de carreteras de la antigüedad alcanzó los 400.000 kilómetros de longitud en el momento de máximo esplendor del Imperio Romano. Más de 80.000 kilómetros estaban pavimentados. En total, 372 carreteras llevaban al centro de Roma. Y senadores y césares se las tomaban tan en serio que muchas de ellas han sobrevivido hasta nuestros días.

Mapa del Imperio Romano, ya dividido, alrededor del 330 d.C.

Mapa del Imperio Romano, ya dividido, alrededor del 330 d.C.

Calzadas, o cómo mantener el Imperio unido

Pero, ¿por qué necesitaba la Antigua Roma carreteras? La mayor parte de los viajes se hacían a pie o a caballo. Pocos podían permitirse un carro. ¿Para qué pavimentar y cambiar el terreno si se podían seguir los caminos de siempre? Para Evan Andrews, periodista de History Channel, las carreteras fueron la clave que cimentó el poder de Roma y la unión del Imperio. Estas son las razones.

  • Eran esenciales para mantener el control Tras la construcción de la vía Apia para reforzar el poder sobre la región de Apulia en el 312 a.C., los romanos construyeron nuevas carreteras para unir cada nueva ciudad capturada con Roma. Reducían el tiempo de viaje y la fatiga de las legiones, que podían llegar a recorrer más de 30 de kilómetros al día.
  • Eran rutas eficientes. El objetivo principal era reducir el tiempo de viaje. Así, se intentaba que las calzadas fueran lo más rectas posibles. Si había accidentes geográficos se construían pequeños puentes y túneles. Además, se levantaban sobre varias capas de cimientos y contaban con sistemas de drenaje.
  • Todas llevaban a Roma (y estaban señalizadas). Era difícil perderse en la red de calzadas romanas. Estaban bien señalizadas y todas terminaban en el Foro de Roma, donde se instaló una especie de kilómetro cero. Así, se aseguraba una buena comunicación y se reforzaba el centro de poder del Imperio.
  • Tenían su red de moteles y áreas de descanso. Cada 10 o 15 kilómetros, en las rutas principales, existían áreas de descanso y establos donde cambiar de caballo. Separadas por más distancia había también posadas. Así, se mantenía un tráfico fluido y rápido para los correos y los recolectores de impuestos. Además, eran patrulladas con frecuencia para impedir robos y asaltos.
  • Su mantenimiento era primordial. Las calzadas estaban hechas para perdurar en el tiempo, ya que servían al poder de Roma para mapear el territorio y mantener el control hasta los confines del mundo. Por eso, se hacían obras de reparación y mantenimiento de forma habitual.
Imagen actual de la vía Apia

Imagen actual de la vía Apia

¿Un mundo sin carreteras?

“¡Doc, no hay suficiente carretera para alcanzar los 140 por hora! ¿Carreteras? A donde vamos no necesitamos carreteras”. De Roma saltamos al 2015 imaginado en la segunda película de la trilogía Regreso al Futuro. Doc se equivocaba. Hace tres años que superamos la fecha clave y seguimos necesitando carreteras. Las razones no son exactamente las mismas que las del César, pero tampoco se alejan demasiado.

A día de hoy, en España, existen 165.483 kilómetros de carreteras asfaltadas, según datos del Ministerio de Fomento. Además, la red municipal de caminos y carreteras suma casi medio millón más de kilómetros de asfalto (la última medición oficial aquí fue de 1998). En total, ocho veces más distancia pavimentada en Hispania que en la Antigua Roma. ¿Por qué seguimos necesitando tantas carreteras?

carreteras actuales España y Roma

  • Contribuyen al desarrollo comercial

Al igual que en la Antigua Roma, las carreteras mejoran las comunicaciones terrestres y, como tal, el comercio y el desarrollo económico. De las más de 300.000 millones de toneladas de mercancías que se mueven cada año en España, alrededor de un 80% se mueve por carretera, según los datos de Fomento.

“Las mejoras de la red viaria se concretan en la reducción de los tiempos y los costes de transporte y en la mejora de las condiciones de accesibilidad general. Favorece un funcionamiento más eficiente del sistema económico y produce efectos como la intensificación de las relaciones comerciales interregionales y la mejora de la competitividad de las regiones alejadas de los centros y ejes de desarrollo”, explica en un artículo Fátima Sánchez Galindo, profesora de la Universidad de Murcia.

  • Refuerzan el turismo

En tiempos del César ya existía el turismo, pero no era una actividad tan extendida como hoy. España se coloca entre los destinos favoritos a nivel mundial y el turismo es una pieza fundamental de la economía del país. En 2017, llegaron casi 82 millones de turistas internacionales, de los que casi 13 millones lo hicieron por carretera. A estos habría que sumar los millones de desplazamientos internos con el mismo propósito.

  • Catalizan inversiones y generan empleo

No es la única forma, pero la inversión en infraestructuras es uno de los instrumentos más utilizados para dinamizar el sector privado con fondos públicos. Como ejemplo, en 2018, el Ministerio de Fomento tiene previsto invertir 2.000 millones de euros en carreteras tras años de recortes de gastos. En 2019 se invertirán otros 3.000 millones. Las previsiones, según el ministerio público, señalan la creación de 190.000 puestos de trabajo a través de las obras previstas.

carretera con paisaje de montañas nevadas

  • Mejoran la comunicación para la población

Al margen del transporte de mercancías y otras actividades económicas, reducir los tiempos de viaje es importante para las personas. Las carreteras mejoran la comunicación y la cohesión del territorio, eliminando (o al menos reduciendo) las barreras geográficas que, en otro contexto, mantendrían zonas aisladas.

“Las carreteras son las arterias a través de las cuales palpita la economía. Al conectar a los productores con los mercados, a los trabajadores con sus empleos, a los estudiantes con la escuela y a los enfermos con los hospitales, las carreteras son vitales para cualquier agenda de desarrollo”, señalan desde World Economic Forum. Y para cualquier imperio que quiere tener controlados sus dominios, pasen los siglos que pasen.

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