El mundo de la ingeniería cambia a pasos agigantados, así como su esfera de influencia. En los últimos años hemos asistido a cómo la tecnología de última generación irrumpe en sectores y verticales muy tradicionales, aumentando la seguridad. También cómo distintas disciplinas separadas entre sí se unen.
Doy en este artículo pequeñas pinceladas de algunas de ellas, basadas en mis experiencias en el sector de recursos diversos, incluyendo proyectos la agricultura, la minería, petróleo y gas y implementados a lo largo de la inmensidad del interior australiano.
Esto incluye utilizar los drones para proteger a la gente, software en los vehículos para salvar vidas, reproduciendo entornos peligrosos con la realidad virtual para proteger a las personas y incluso combinando tecnología y espejos para dar de comer al mundo.
Las personas somos resilientes, y aprendemos
Desgraciadamente, accidentes trágicos pueden impactarnos de manera significado, tanto física como emocionalmente. Una de las cosas más importantes de estos sucesos es que la resiliencia de las personas es fundamental para su bienestar.
Esta capacidad de recuperación humana es en gran medida una parte de cómo abordamos el cuidado del bienestar y la seguridad de las personas en el entorno a menudo espectacular y remoto que enfrentamos día a día en la industria de recursos de Australia.
La industria australiana de recursos se caracteriza principalmente por desarrollos a gran escala que se ubican en lugares remotos, y a menudo en climas inhóspitos donde las temperaturas se disparan, combinadas con trabajos potencialmente peligrosos.
Por lo tanto, nuestra atención se centra en mejorar el bienestar y la seguridad de las personas y esto se materializa en una gama muy sofisticada de procesos, procedimientos y capacitación. Pero es la tecnología la que acerca nuestra comprensión del medio ambiente a la realidad.
Pero también se aprende in situ, apremiados por la urgencia, creando nuevas técnicas y dispositivos.
Por ejemplo, durante el accidente minera en Chile en 2010, la NASA desarrolló el cilindro que extrajo uno a uno a los minero de San José, mientras la pequeña abertura por la que las telecomunicaciones fueron introducidas estableció una conexión entre los mineros perdidos y la gente en el mundo de arriba intentando localizarles.
Son situaciones como estas que unen a ingenieros y técnicos para imaginar escenarios catastróficos y cómo prevenirlos. En resumen, cómo mejorar la seguridad para evitar cualquier tipo de accidentes.
Chile, un país con una potente industria minera, esta utilizando las últimas tecnologías para mejorar la seguridad. Los drones, que tanto se están popularizando, se utiliza en Broadspectrum para navegar espacios restringidos e incluso para llevar cargas relativamente pesadas. Del mismo modo, el uso de drones está eliminando la necesidad de la presencia de las personas en el peligroso entorno de una gran planta de gas como parte del trabajo de Broadspectrum en una importante planta de gas en Darwin.
La compañía también está desarrollando la comprensión, la resiliencia y la seguridad de las personas mediante la implementación de una plataforma de juegos en realidad virtual para que los trabajadores puedan ‘experimentar’ incidentes en un entorno seguro antes de que estén potencialmente expuestos a la realidad.
La seguridad en grandes distancias
El riesgo cero no existe, pero sí la persecución de la excelencia en seguridad. En Australia, las distancias son considerables, como son en buena parte de Asia (destacando Rusia), el continente americano (Norte, Central y Sur). Solo en Australia, los vehículos de Broadspectrum cubren cuatro millones de kilómetros cada año.
Cuando todo está muy lejos y hay proyectos en marcha a cientos de kilómetros de la población más cercana se debe maximizar la seguridad a nivel local. Para gestionar esta enorme tarea, cada vehículo está equipado con dispositivos de localización que ubican el vehículo, identifican al conductor y suministran información sobre cómo se conduce el vehículo. Gracias a este programa, hemos podido reducir considerablemente el número de infracciones relacionadas con la conducción, como exceso de velocidad, fuertes maniobras de frenado o excesivas cantidades de tiempo al volante, entre otros. A lo largo de la gran extensión de Queensland, donde asisten a las plataformas de perforación, sus vehículos son rastreados 24/7 en nuestro centro de datos en Toowoomba.
Este software nos permite comunicarnos con nuestros conductores y darles retroalimentación sobre su desempeño para fomentar un buen comportamiento de manejo. Funciona, es accesible y ha mejorado la seguridad de nuestros conductores.
Seguridad, también alimentaria
Cuando pensamos en “seguridad” nos imaginamos cascos, botas y gafas protectoras. Rara vez un estómago lleno, aunque en muchas partes del mundo este último todavía no lo hemos conseguido. En Australia hemos instalado 23.000 espejos solares que ayudan a producir 15.000 toneladas de tomates al año.
Un invernadero de 20 hectáreas aprovecha el espacio vertical y usa colectores solares que, combinados con tecnología hidropónica, ayuda a optimizar los insumos y a crecer a las plantas. De ahí, la cosecha va directa a las ciudades australianas.
Este tipo de infraestructuras serán claves en el futuro. La agricultura al aire libre es demasiado vulnerable a cambios de clima o una meteorología caprichosa, mientras que los invernaderos verticales y urbanos aportan seguridad y un reducido impacto medioambiental.
Todos estos son ejemplos maravillosos de la ingeniería, que aprovechan tanto la parte izquierda del cerebro como la derecha, a la vez que los ingenieros utilizan sus conocimientos para influenciar la seguridad y el bienestar.
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