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Las ventajas del “carsharing” eléctrico para circular por entornos urbanos

01 de marzo de 2019

Las tecnologías móviles y la movilidad eléctrica han impulsado los servicios de carsharing o de coches compartidos. Aunque el término carsharing engloba diferentes tipos de servicio el modelo que más ha crecido en los últimos en años en ciudades como Madrid o Barcelona consiste en el uso temporal de vehículos eléctricos durante períodos breves de tiempo (que se mide en minutos o en horas) para recorrer distancias cortas dentro de la ciudad y en la periferia. Normalmente todo el proceso, desde la reserva del coche, el acceso al vehículo y la facturación según el tiempo de uso y el kilometraje se realiza a través de una aplicación móvil.

Este modelo de carsharing se ha visto impulsado también por factores sociales, económicos y medioambientales, aspectos que hasta ahora apenas se tenían en consideración al valorar la adquisición de un vehículo. Mientras que relacionar la propiedad de un coche con un status social es una idea obsoleta existe en cambio una mayor concienciación y una creciente responsabilidad individual para reducir las emisiones contaminantes y de CO2, un gas no contaminante pero causante del efecto invernadero.

Circulación urbana sin restricciones

En su creciente demanda también influyen las nuevas limitaciones al tráfico en determinados espacios urbanos (como las zonas de prioridad peatonal o residencial) y las restricciones temporales debido a la concentración de partículas contaminantes en el aire; la congestión del tráfico y la dificultad para encontrar aparcamiento también se tienen en cuenta, especialmente entre quienes recorren pocos kilómetros al año y usan el coche principalmente para moverse por la ciudad.

Económicamente, dependiendo del uso que se haga del vehículo, la decisión de hacer uso de los servicios de carsharing puede suponer un ahorro al eliminar los costes fijos vinculados a la adquisición y propiedad del vehículo, incluyendo mantenimiento, reparaciones, combustible, impuestos y seguros. Los servicios de carsharing limitan el coste del vehículo al tiempo de uso y a los kilómetros recorridos en cada trayecto, o a una combinación de ambas variables. Además en ciudades como Madrid y Barcelona estos vehículos están exentos de pagar en las zonas de estacionamiento regulado, tanto para aparcar temporalmente el vehículo durante el tiempo que se tiene disponible como al finalizar el servicio.

coches renault zoe zity

Una alternativa complementaria al vehículo propio

Los servicios de carsharing sirven a la vez como alternativa a tener un coche en propiedad y como alternativa al uso del vehículo propio ahorrando kilometraje, combustible y emisiones. Como resultado se reduce la huella de carbono de los usuarios de estos servicios y se impulsa el mix de movilidad individual. El mix de movilidad individual resulta de combinar diferentes formas de transporte; reduce la dependencia y uso del vehículo privado y favorece otras formas de desplazamiento (a pie o en bicicleta y en transporte público) combinadas con el uso del carsharing.

Como beneficio social adicional los servicios de carsharing eléctricos son la manera más efectiva de familiarizar al público con los coches eléctricos. Al utilizarlos en el mundo real e incorporarlos a su mix de movilidad el público descubre sus ventajas, incluyendo el potencial de su autonomía, su eficiencia y emisiones cero y descubriendo un modo de conducción ágil, suave y silencioso. Esto a la vez potencia las infraestructuras asociadas al coche eléctrico (como los puntos de recarga), contribuye a su desarrollo y resulta en un abaratamiento de las tecnologías aplicadas, impulsando su adopción.

Se calcula que en 2020 los servicios de carsharing sumarán hasta 16 millones de usuarios en la Unión Europea. Esto reducirá el número de vehículos particulares en circulación en entre 7 y 11 coches por cada vehículo compartido, lo que reducirá también la congestión del tráfico y de las plazas de aparcamiento, creando nuevos modelos de movilidad individual y urbana.

Zity: medio millar de coches eléctricos en Madrid

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Zity es una iniciativa de carsharing desarrollada por Ferrovial y Renault que presta servicio en Madrid. Dispone de una flota de 500 coches eléctricos Renault Zoe, de cinco plazas y con 300 km de autonomía a plena carga. Todos los coches Zity tienen cambio automático y están equipados con navegador GPS, aire acondicionado, cargador para el móvil y cámara de visión trasera, entre otros accesorios y elementos de seguridad.

Para acceder al servicio hay que registrarse a través de la app Zity (disponible para Android y iPhone). La misma aplicación móvil sirve para abrir y cerrar el vehículo, lo que elimina la necesidad de llaves. No hay cuota de alta para empezar a utilizar el servicio de carsharing Zity, únicamente hay que registrarse en la aplicación móvil con un carnet de conducir europeo y de identificación, y una tarjeta de crédito o débito.

La facturación del servicio Zity depende del tiempo (minutos) de uso, según la tarifa diaria. El servicio “stand by» de Zity permite aparcar el coche durante su uso y mantenerlo reservado: durante ese tiempo se aplica una tarifa reducida hasta que el vehículo se vuelve a poner en marcha. En ese momento el sistema cambia automáticamente a la tarifa de conducción.

Los vehículos Zity pueden circular tanto dentro como fuera de la ciudad de Madrid, siempre y cuando el servicio se termine en el interior de la zona de servicio Zity. Además los coches de Zity pueden circular por los carriles VAO (Vehículos de Alta Ocupación) aunque sólo viaje una persona.

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