La cafetería se ha hecho un hueco junto al restaurante como recinto familiar comunitario estadounidense. Personas de todos los orígenes acuden a las cafeterías por muchos motivos. Todo ocurre allí, desde pasar el rato con amigos o trabajar frente al portátil (ejem ejem) hasta celebrar una reunión de negocios o reunirse con un grupo de estudio bíblico. Son lugares que se encuentran en todos los rincones del país.
Puede que haya cafeterías por todas partes, pero eso no significa que estén ubicadas en edificios aburridos. Muchas se encuentran en espacios únicos que comenzaron su andadura con otro propósito. Muchas de estas estructuras eran lugares al servicio de las comunidades reflejando sus orígenes. Con el tiempo, estos lugares históricos interesantes se han reconvertido en las plazas de las ciudades del siglo XXI.
Un granero de 170 años cruza las llanuras para una nueva vida
DoubleShot Coffee Company es un tostador de café artesanal en Tulsa, Oklahoma. El tostador y cafetería abrieron en 2004, mudándose a su ubicación actual en 2019. Lo que en su día fue un solar vacío en el centro de Tulsa alberga ahora la reconstrucción de un granero de madera de 170 años de Indiana. El edificio recibe el nombre de The Rookery y contiene tanto una cafetería como un tostador de café.
Joel Collins, propietario de la firma de diseño J. Collins & Associates, trajo el gran granero a Oklahoma trozo a trozo mucho antes de que él y el propietario de DoubleShot, Brian Franklin, comenzaran a trabajar en ideas para crear un nuevo espacio para la cafetería.
Como el granero se construyó a mediados de 1800, toda la madera provenía, como no podía ser de otra forma, de los bosques en torno a Berne, Indiana. El granero, con sus vigas talladas a mano y clavijas de madera, tiene ese aire robusto, desgastado, hogareño, pero elegante, que solo puede otorgar la madera envejecida de forma natural. El nuevo edificio posee un techo asimétrico que recuerda al techo original del granero, sin recrearlo con exactitud.
El granero se ha ampliado de diferentes formas y ahora cuenta con un total de 558 metros cuadrados. Parte del frente del granero se ha desplazado hacia afuera para crear un atrio con una pared de ventanas orientadas al oeste que dejan pasar la luz del sol a una de las zonas de asientos de la cafetería. En la parte trasera, se han utilizado ladrillos recuperados de una antigua planta de Coca Cola en Oklahoma para construir el espacio del tostador de café. El entretecho, que tiene más asientos, está hecho de madera recuperada de una plataforma petrolífera de Oklahoma.
De albergar establos de vacas y un pajar, el Rookery ha pasado a convertirse en un lugar de reunión para la comunidad con muchos asientos para dar cabida tanto a los trabajadores como a los ociosos.
Elly Photography. Cortesía de DoubleShot Coffee Co.
Si quieres visitar otra cafetería vinculada a Coca Cola, dirígete a Pipers Tea & Coffee en Paducah, Kentucky. Esta cafetería está distribuida en tres salas en el primer piso que conforman el frente de una antigua planta de embotellado de Coca Cola. La planta se construyó en 1938 y permaneció operativa hasta 2005. El edificio dejó de usarse hasta que comenzó la restauración en 2012 cuando Ed y Meagan Musselman de Musselman Properties lo compraron. Los Musselman, con un equipo de restauración que incluía al contratista general Chris Black de Ray Black & Son, obtuvieron el Premio de Preservación Histórica de la Fundación Ida Lee Willis en 2017 por la restauración de la planta de Coca Cola con forma trapezoidal.
Foto: Chuck Fisher del Servicio de Parques Nacionales
Parte del proyecto incluyó la restauración de la fachada Art Decó del edificio en ladrillo rojo adornado con piedra caliza, que también es el muro exterior de la cafetería. El vestíbulo, coronado por una pequeña cúpula de cobre, también fue restaurado a su diseño original con un suelo de terrazo y una escalera curva y en voladizo en el mismo material. La entrada a la cafetería está justo al lado del vestíbulo circular. En el edificio restaurado también hay estudio de yoga y una cervecería artesanal.
Foto: Chuck Fisher del Servicio de Parques Nacionales
Óperas de principios del siglo XX donde ahora resuenan las máquinas de café expreso
Los teatros de ópera del medio oeste de principios del siglo XX solían ser lugares de entretenimiento en directo más que espacios de alta cultura. Estos edificios a menudo cumplían una doble función como centros sociales y salas de reuniones.
Por ejemplo, el edificio J.L. Wilson en Durant, Oklahoma, se inauguró en 1901. En la década de 1920, el teatro estaba situado en la primera planta, mientras que la Guardia Nacional de Oklahoma usaba la segunda como sala de instrucción. El edificio de dos plantas se añadió al Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos en 1982 como uno de los edificios pre-estatales mejor conservados del estado. En la actualidad, la primera planta es una gran cafetería con un nombre muy apropiado, Opera House Coffee.
Foto: Megan McFarland
Los propietarios, Shaun y Ami Rawlings, compraron el edificio en 2017 y restauraron su exterior de piedra autóctona y estaño prensado. La fachada de estaño prensado contiene pares de pilastras entre las ventanas del piso superior y una cornisa adornada con guirnaldas tradicionales. Uno de sus aspectos más atractivos es la barra sobre plataformas elevadas a lo largo de las ventanas delanteras.
Foto: Elisa Silverman
En Kansas City, Missouri, Gillis Opera House es ahora el Opera House Coffee & Food Emporium. La ópera original, construida en 1883, se incendió en una explosión en 1925. La empresa Siemens y Kurfiss construyó en su lugar una nueva ópera de dos plantas en 1926. La ópera produjo sobre todo espectáculos de burlesque hasta la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en un cine. El edificio de ladrillo no requirió una gran restauración para conservar su integridad estructural, aunque permaneció vacío durante algunos años hasta convertirse en un espacio comercial multiusos en la década de 1990. La cafetería actual continúa la tradición del edificio de ofrecer entretenimiento en vivo.
Un nuevo estilo para un emblemático edificio de Chicago
Puede que te preguntes si el mundo necesita un Starbucks de cinco plantas. No hay duda de que a Starbucks le tocó la lotería cuando consiguió el antiguo buque insignia de Crate & Barrel para su nuevo Starbucks Reserve Roastery. El edificio en la esquina de Michigan y Erie en el corazón de la Milla Magnífica de Chicago fue diseñado por la firma local Solomon Cordwell Buenz y se inauguró en 1990.
Se diseñó todo el edificio como una gran vitrina con cuatro plantas de grandes ventanales. El resto del exterior es de metal con revestimiento blanco. Una claraboya se asienta sobre el cilindro, dejando pasar aún más luz. El resultado fue un ambiente ligero, limpio y diáfano, tanto en su interior como en su exterior, que dejaba patente a la perfección la estética escandinava de la marca de muebles y artículos para el hogar. En el momento de su inauguración, uno de los arquitectos, John Buenz, afirmó:
Exterior de Starbucks Reserve Roastery situado en la Milla Magnífica de Chicago
El edificio aún conserva la misma luz y limpieza de líneas en su exterior. La única renovación externa significativa que se llevó a cabo fue añadir una terraza en la azotea que solo abrirá durante primavera y verano. En su interior, la zona de asientos de madera clara sin terminar en el espacio cilíndrico refleja el ambiente de Crate & Barrel. La escalera mecánica circular que conecta las cuatro plantas también se ha conservado. El resto del interior se ha reformado con un motivo en tono miel oscuro cálido que genera el efecto de techos más bajos, sobre todo en comparación con el luminoso diseño interior original que abría el espacio.
Este Starbucks es más un espacio comercial y parque de atracciones que una cafetería propiamente dicha. Aquí no verás a gente trabajando con sus portátiles. La barra es para los catadores serios y las zonas de asientos para socializar.
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