Las soluciones de movilidad emergentes transformarán el transporte
20 de febrero de 2020
Año 2030.
En los países desarrollados, hay una creciente aceptación pública de los vehículos de energía sostenible, sobre todo en las zonas urbanas pobladas, donde muchos son totalmente eléctricos. Las predicciones anteriores ofrecidas por McKinsey & Company se han hecho realidad. Para el año 2030, en torno al 45 % de las ventas de automóviles nuevos estarán en el nivel tres o superior en conectividad. Los ocupantes del vehículo disfrutarán de controles personalizados, contenido de información y entretenimiento, publicidad contextual dirigida y otras ventajas.
Según B2B International, los principales fabricantes de automóviles también están desarrollando vehículos comerciales autónomos, como camiones y furgonetas. En el futuro previsto, los camioneros descansarán más a menudo y sus vehículos se conducirán solos. Esto disminuirá la posibilidad de accidentes, ya que las guías de ruta dinámicas permitirán a los conductores optimizar los horarios de entrega.
A medida que las ventas de vehículos eléctricos (EV) siguen aumentando en 2030, un número creciente de agencias gubernamentales responde con la instalación de infraestructura pública de carga. El conductor urbano en 2030 utiliza cargadores enchufables en casa y espera un fácil acceso a ellos en el trabajo, en lugares públicos y en autopistas para viajes de larga distancia. Además, los propietarios ofrecen estaciones de carga de vehículos eléctricos como un servicio valioso para sus inquilinos.
En China, McKinsey predice que los conductores de vehículos eléctricos preferirán la carga rápida de corriente directa. Es muy probable que estos conductores necesiten cargar sus vehículos en estaciones públicas en lugar de privadas.
Los vehículos autónomos conectados mejoran la seguridad
En 2030, los vehículos autónomos conectados (CAV) también aumentarán su popularidad. Reemplazarán algunas de las tareas del conductor, como frenar, acelerar y proporcionar control de dirección.
En el artículo, «7 tendencias de automóviles conectados para el futuro», Jabil, un fabricante global, informa que las principales organizaciones de políticas públicas de Estados Unidos apoyan la iniciativa Road to Zero, en la que se espera que los vehículos automáticos contribuyan al objetivo de la coalición de eliminar las muertes por accidentes de tráfico en Estados Unidos para 2050 y a «avanzar en la tecnología de salvamento en vehículos e infraestructura».
Según un estudio realizado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, los accidentes automovilísticos en 2010 costaron 242 mil millones de dólares, incluyendo 57.600 millones de dólares en pérdida de productividad en el lugar de trabajo, y 594.000 millones de dólares debido a la pérdida de vidas y la disminución de la calidad de vida como resultado de las lesiones. Dicho esto, los vehículos autónomos conectados podrían convertirse en una opción más segura que los conductores humanos, ya que la distracción no forma parte de su ADN.
Además, para mejorar la seguridad del vehículo, el Centro de Tecnología Automotriz Avanzada afirma que los automóviles conectados pueden mejorar la eficiencia del vehículo y los tiempos de viaje, reduciendo al mismo tiempo la necesidad de construir nuevas infraestructuras y los costes de mantenimiento. Sin embargo, estos beneficios potenciales no estarán exentos de desafíos. El centro también afirma que la conectividad podría generar preocupaciones relacionadas «con la seguridad, la privacidad y el análisis y la agregación de datos debido al gran volumen de información al que se accede y que se comparte».
Tendencias de movilidad cambiantes
Las tendencias actuales de movilidad emergentes están preparando el escenario para la futura aceptación de vehículos autónomos eléctricos y conectados.
McKinsey informa que las ventas de vehículos eléctricos aumentaron en más de dos millones de unidades a nivel mundial en 2018, una subida del 63 % con respecto al año anterior. Pero incluso con ese aumento, los vehículos eléctricos solo representan una pequeña porción del mercado general de vehículos ligeros. Para 2025, McKinsey predice que los fabricantes de equipos originales lanzarán en torno a 300 nuevos vehículos eléctricos de batería, principalmente medianos y grandes.
La Agencia Internacional de Energía informó que el stock mundial de turismos eléctricos superó los cinco millones en 2018, un aumento del 63 % con respecto al año anterior. En torno al 45 % de los automóviles eléctricos en la carretera en 2018 se condujeron en China, en comparación con el 39 % en 2017. Europa poseía el 24 % de la flota global, y Estados Unidos el 22 %.
La respuesta es clara: se necesitarán más cargadores para adaptarse a la creciente demanda. No es de extrañar que el número de puntos de recarga en todo el mundo también se haya elevado a 5,2 millones (un aumento del 44 % entre 2017 y 2018), mientras que más del 90 % de las 1,6 millones de instalaciones del año pasado las realizaron propietarios privados.
Jabil también predice que el futuro de la movilidad verá una revolución por «vehículos eléctricos y sin conductor, el avanzado estado de la tecnología de inteligencia artificial, mayores aplicaciones de sensores ambientales con sistemas informáticos a bordo y conectividad Wi-Fi para pasajeros a través de plataformas telemáticas y digitales».
Los sectores público y privado reconocen los beneficios potenciales de los vehículos autónomos. Las tendencias indican que, en las próximas décadas, los vehículos autónomos se aceptarán más en los países desarrollados.
A medida que avanzan las tecnologías de conducción autónoma, las partes interesadas deberán resolver problemas relacionados con el desarrollo de la infraestructura, la privacidad y la aceptación pública.
Identificación de los niveles de autoconducción
La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) desarrolló un sistema para proporcionar cierta claridad a las diferentes etapas de la tecnología de conducción autónoma. Su sistema de clasificación comienza con conductores totalmente a cargo de un vehículo. Luego, avanza al nivel cinco, donde hay un sistema de conducción automatizado para todos los casos. Los otros niveles proporcionan diferentes grados de asistencia al conductor.
A continuación, se muestran los seis niveles de automatización.
La Sociedad de Ingenieros Automotrices desarrolló las seis etapas de los niveles de automatización. (Gráfico de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos)
Las asociaciones públicas y privadas mejorarán las soluciones de movilidad
Al ver los futuros proyectos de movilidad, es probable que las alianzas público-privadas produzcan mejores resultados.
Las futuras administraciones públicas afrontarán desafíos difíciles al buscar inversiones en infraestructura a gran escala a corto plazo para obtener valor público a largo plazo. Después de todo, los funcionarios públicos se enfrentan a necesidades presupuestarias competitivas, al escrutinio mediático y al deseo de apoyar iniciativas populares de infraestructura.
Además, la colaboración público-privada podría equilibrar riesgos y recompensas para ambos sectores. Por ejemplo, un problema crítico en el futuro será la disponibilidad de infraestructura de carga para gestionar el previsible aumento de la demanda de los usuarios de vehículos eléctricos.
El proyecto de carsharing de Madrid resulta prometedor
El carsharing de vehículos eléctricos en Madrid, España, demuestra los beneficios de la movilidad sostenible. Los conductores de los vehículos ZITY de cero emisiones obtienen una serie de beneficios, incluido el acceso al centro de Madrid y zonas residenciales prioritarias. Además, no tienen que pagar en zonas de estacionamiento reguladas porque conducen vehículos eléctricos.
La flota de 800 vehículos de la empresa emplea electricidad de fuentes renovables y tiene una autonomía de 482 kilómetros. Los conductores también pueden hacer tantas paradas como quieran durante su viaje.
Se esperan múltiples soluciones de movilidad
El desarrollo de vehículos autónomos transformará la forma en que los ciudadanos, sobre todo en las zonas urbanas, llegan a sus destinos.
Alfonso Díaz del Río, gestor senior de proyectos especiales en Ferrovial Servicios España, predice que la movilidad dependerá de un sistema de transporte público autónomo que estará conectado física y digitalmente.
Se imagina un sistema de viaje diario en el que las personas se bajan del tren y montan en una scooter, todo cubierto digitalmente por un solo billete.
«Todo será a demanda. Los ciudadanos podrán tomar una decisión cuando requieran un medio de transporte y hacer que suceda», predice.
Las tendencias emergentes indican que los vehículos eléctricos y los vehículos autónomos conectados cambiarán los sistemas de transporte en los países desarrollados. Sin embargo, las múltiples opciones satisfarán mejor las diversas necesidades, y podrían incluir automóviles privados, transporte público, robo-taxis y bicicletas, entre otros.
Los autores de McKinsey sostienen que se necesitarán sistemas de transporte integrados para combatir la congestión, la contaminación y aumentar la calidad de vida.
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