En la primera línea de contención de la pandemia

Se desconoce el origen del brote, cuyos primeros casos se detectaron en diciembre pasado. Apenas unas semanas después, el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud definía el coronavirus causante del COVID-19 como una pandemia y declaraba la emergencia sanitaria internacional. Según explicó la OMS:

«No es sólo una crisis de salud pública. Afecta a todos los sectores, y todos los gobiernos y sociedades deben involucrarse en la lucha»

A velocidad de vértigo, el mundo ha tomado conciencia de la magnitud del problema. Uno a uno, distintos países han venido tomando medidas excepcionales y asumiendo como propio el mensaje inequívoco de la OMS. Todos y cada uno de nosotros debemos contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a frenar la curva exponencial de contagios e infecciones, puesto que, hasta que la ciencia consiga desarrollar un antídoto eficaz, la vacuna contra el COVID-19 somos cada uno de nosotros.

Ante esta situación tan extraordinaria, ¿qué podemos hacer en el ámbito empresarial desde una organización como Ferrovial Servicios? Fundamentalmente, no debemos perder de vista, en ningún momento y en ninguna circunstancia, que nuestra prioridad debe consistir en asegurar la salud y el bienestar de nuestras familias, de nuestros compañeros y del conjunto de la sociedad.

Pese a algunas dificultades iniciales para la implementación inmediata del teletrabajo, el objetivo de desarrollar nuestra labor en remoto se ha conseguido, con extraordinaria celeridad, en la gran mayoría de los casos en los que las funciones profesionales lo permiten. El número de videoconferencias y reuniones telemáticas se ha multiplicado y ya hemos adoptado nuevas formas de trabajo y modelos de flexibilidad, dentro del proceso de transformación digital en el que estamos inmersos.

En paralelo, nuestro empeño diario consiste en asegurar la continuidad del servicio que prestamos a nuestros clientes, a sabiendas de que lo que hacemos desde Ferrovial Servicios resulta completamente esencial en nuestra sociedad, como venimos comprobando, de primera mano, durante las últimas semanas en particular.

Desde la limpieza viaria, la recogida y el tratamiento de residuos, el mantenimiento de carreteras, la gestión de la eficiencia energética o del tráfico aéreo hasta toda una variedad de soluciones de facility management para asegurar la calidad de vida de más de 25 millones de ciudadanos sólo en España, la prestación eficiente de estos servicios es imprescindibles para el buen funcionamiento diario de nuestros servicios públicos.

Si en circunstancias normales estas actividades son fundamentales, ahora son absolutamente críticas, máxime en el sector sanitario. Un ejemplo de referencia en el sector es Smart Hospital Cantabria, desde donde gestionamos todos los servicios no asistenciales del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, así como cada uno de nuestros contratos con 13 Comunidades Autónomas en toda España. Más de 8.000 profesionales desarrollan labores cruciales en la primera línea de contención de la pandemia, fundamentales para evitar el colapso de nuestro sistema sanitario.

En la mayoría de estos contratos, hemos multiplicado los turnos para hacer frente a la enorme demanda de servicios de ambulancias, emergencias médicas y teleasistencia domiciliaria, por un lado, y de limpieza, desinfección y mantenimiento de hospitales y centros sanitarios, entre los que suman más de 40.000 camas, así como en la atención telefónica de urgencias sanitarias a decenas de miles de llamadas diarias y, también, en la valorización de residuos sanitarios y farmacéuticos a través de una red de centros de transferencia para acelerar el traslado de los residuos hasta su destino final.

Al mismo tiempo, venimos dando respuestas a otros requerimientos urgentes, como es el caso de la colaboración con la Comunidad de Madrid en la puesta en marcha del hospital de campaña que la Consejería de Sanidad y la UME están instalando en los pabellones de IFEMA en Madrid.

Me siento muy orgulloso de pertenecer a este gran equipo profesional y humano, que demuestra día a día su compromiso con el conjunto de la sociedad, y agradecido por su extraordinario esfuerzo, individual y colectivo. Estoy plenamente convencido de que superaremos juntos este reto y también de que saldremos reforzados de esta crisis sin precedentes a escala global.