En Estados Unidos, ya no queda nada para el Día de Acción de Gracias de 2020. Ha sido un año complicado y, para sobrellevarlo, muchos de nosotros hemos buscado razones para estar agradecidos, un instinto humano muy común que nos ayuda a seguir adelante en los momentos difíciles. Por este motivo, esta festividad de acción de gracias resulta especialmente favorable para profundizar en el agradecimiento y echar un vistazo a cómo las diferentes culturas han desarrollado sus propias tradiciones de acción de gracias.
Tiene que ver con la comida solo en parte
La historia del origen del Día de Acción de Gracias norteamericano se remonta a 1621, cuando los peregrinos se reunieron con la tribu Wampanoag para hacer una fiesta y celebrar la abundante cosecha. Aunque esa cosecha vital fue lo que impulsó la fiesta de agradecimiento de 1621, si analizamos más ampliamente la evolución de las tradiciones de acción de gracias norteamericanas, veremos que van más allá de la celebración de una buena cosecha.
La primera acción de gracias colonial documentada en Norteamérica es la que celebraron unos exploradores españoles al llegar a lo que hoy es San Agustín, Florida, en 1565. También se tiene conocimiento de otra fiesta de acción de gracias celebrada en 1598 por unos exploradores españoles al llegar al Río Grande en lo que actualmente es Texas, después de forjar una nueva travesía a través del desierto de Chihuahua. En ambos casos, hicieron fiestas y oraciones para expresar su gratitud por haber sobrevivido a un viaje tan peligroso.
Los colonos anglosajones también celebraban días especiales de acción de gracias antes de 1621. Se llevaron esta tradición consigo desde Inglaterra y Escocia, donde solían dedicar estos días a realizar celebraciones cristianas de gratitud después de una victoria o triunfo nacional. George Washington proclamó un día nacional de acción de gracias en 1789 para dar las gracias a “ese grande y glorioso Ser” tanto por la tranquilidad de la que disfrutaba el país desde el fin de la Guerra Revolucionaria como “por la manera pacífica y racional en la que hemos podido establecer constituciones de gobierno para nuestra seguridad y felicidad…”
El Día de Acción de Gracias fue declarado festivo federal en los Estados Unidos por Abraham Lincoln en su proclamación de Acción de Gracias de 1863. En dicha proclamación, Lincoln detalló una larga lista de razones por las que los norteamericanos deberían estar agradecidos. Algunas se referían a la abundancia de recursos naturales y otras a los avances de las fuerzas de la Unión y la ampliación de la libertad. Lincoln hizo referencia tanto al futuro como al pasado. Su proclamación incluía una súplica para que los norteamericanos “imploraran fervientemente la interposición de la Mano Todopoderosa para sanar las heridas de la nación y restaurarla tan pronto como fuera coherente con los propósitos Divinos para el pleno disfrute de la paz, la armonía, la tranquilidad y la Unión”.
Las primeras celebraciones canadienses de acción de gracias seguían un patrón similar de celebración del triunfo sobre la adversidad. La primera acción de gracias documentada en el Canadá moderno es la celebrada por el explorador inglés Sir Martin Frobisher y la tripulación de su barco en 1578. No tenían comida para un banquete, pero designaron un día de oración en agradecimiento por haber navegado sin contratiempos a través del Ártico oriental hasta Nunavut. En 1606, tuvo lugar una gran fiesta para celebrar el regreso del colono francés Jean de Biencourt de Poutrincourt de una peligrosa expedición. El parlamento canadiense fijó una fecha para la fiesta anual de Acción de Gracias en 1957, el segundo lunes de octubre. Anteriormente, el día oficial de acción de gracias se fijaba anualmente, a menudo en función de los acontecimientos específicos de cada año, como cuando lo hicieron coincidir con el Día del Armisticio después de la Primera Guerra Mundial.
Cuando el júbilo nacional responde a una gran cosecha
Para el pueblo Ga de Ghana, su gran victoria fue vencer el hambre; algo parecido a la fiesta de los peregrinos de 1621. Los Ga celebran el Homowo, una larga festividad durante la cual hacen festejos para expresar su gratitud por la cosecha y su triunfo sobre el hambre. En la lengua Ga, homowo significa algo así como “burlarse del hambre”. También se traduce como ridiculizar o reírse del hambre.
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Los orígenes del Homowo se remontan a cientos de años atrás, cuando los Ga emigraron a Ghana. Cuenta la historia que sufrieron una gran hambruna. A pesar del hambre, el pueblo realizó libaciones para rogar por una cosecha abundante. Las libaciones se ofrecieron a Ataa-Naa Nyonmo, el creador supremo, y a varios DzemaWodzi, dioses menores del cielo, la tierra y el océano. Después, llegó una copiosa lluvia que resultó en una cosecha abundante. Se volvieron a realizar libaciones, esta vez en agradecimiento. Hoy en día, la cosecha se celebra con fiestas y rituales religiosos que dan cuenta de las acciones de la gente durante el año anterior, y se reza por la prosperidad futura. El Homowo se celebra en agosto o septiembre, y cada pueblo tiene su propio calendario de festejos.
La festividad de Sucot,que dura una semana, conmemora tanto un acontecimiento nacional decisivo como el regocijo de una buena cosecha. Está reflejada en el libro de Levítico y la celebran los judíos de Israel y de todo el mundo. Uno de los propósitos de la fiesta es expresar la gratitud a Dios por redimir a los israelitas de la esclavitud y protegerlos durante los 40 años que estuvieron vagando por el desierto. La fiesta también celebra el fruto de la tierra de Israel, representado por las Cuatro Especies: una rama de palma rodeada de ramas de mirto y sauce, llamada lulav, y un etrog, un cítrico.
El Sucot también se conoce como «Fiesta de las Cabañas» y «Fiesta de los Tabernáculos», haciendo referencia a su doble temática. El término hebreo sucá significa cabaña, que es otro símbolo de esta festividad. Las familias construyen una pequeña cabaña temporal fuera de sus casas, que decoran con frutas, verduras y plantas. La sucá tiene un techo de paja a través del cual se pueden ver el cielo y las estrellas. Representa los alojamientos provisionales utilizados por los israelitas que deambulaban por el desierto y por los agricultores durante la cosecha. Su fugacidad es un símbolo de la vulnerabilidad de la humanidad y un recordatorio de la gratitud por el sustento y la protección. La fiesta se celebra en el otoño para festejar la cosecha de otoño, y marca el inicio del periodo durante el cual los judíos incluyen oraciones diarias para que llueva y haya una abundante cosecha en primavera.
A veces tiene que ver principalmente con la comida
La urgencia de ir a comprar comida al supermercado durante la pandemia de COVID-19 nos ha recordado a muchos de nosotros que el fácil acceso a los alimentos no siempre está garantizado, un hecho que era evidente para todos cuando el mundo era una sociedad agraria. Probablemente habría sido más difícil tener evidencias de un pueblo o una cultura agraria que no celebrara la llegada de la cosecha. Una de esas fiestas de la cosecha sin un origen específico es el Pongal, celebrado por los tamiles. El Pongal se celebra a principios del mes más sagrado del calendario tamil tailandés, que cae en enero y febrero. La festividad de cuatro días celebra la cosecha y honra al dios hindú del sol Surya, fuente de toda la vida.
Pongal significa «hervir» en tamil y también es el nombre de un plato de arroz hervido que se come durante todas las fiestas. Uno de los eventos centrales es cocinar el pongal con el arroz recién recolectado hasta que se sale de la olla. Cuando el pongal empieza a derramarse, la familia lo celebra como un símbolo de abundancia.
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Aunque se desconoce el origen exacto de la fiesta, hay testimonios que se remontan a la era Sangam (200 a.C. – 300 d.C.). Cada uno de los cuatro días tiene sus rituales específicos. Toda la festividad atraviesa arcos de eliminación y renovación y de lo familiar a lo comunal, y se viste de ritos religiosos de gratitud y esperanza. Uno de los rituales es la creación de kolams, adornos temporales muy brillantes y coloridos, hechos de harina de arroz o de otro polvo. El Pongal se celebra en el estado indio de Tamil Nadu y en otros países con grandes comunidades tamiles.
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La historia del Día de Acción de Gracias es universal
Las historias sobre el origen y los rituales de las fiestas de acción de gracias pueden variar mucho, pero comparten temas comunes. Temas de gratitud a un poder superior por su perseverancia y bendiciones, y oraciones por un futuro abundante. Se trata de valores humanos universales que dan sentido a muchos festejos de acción de gracias de todo el mundo y crean lazos comunes entre nosotros.
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