Los aeropuertos son ecosistemas animados, con actividad incesante y repletos de ingenio y creatividad. En ellos, miles de profesionales se coordinan para conectar entre sí personas, economías y culturas con precisión milimétrica.
Este ecosistema genera un bullicio mágico. Es aquí donde comienzan las aventuras, las emociones fluyen y las oportunidades se convierten en realidad. Es aquí donde comienza el viaje que llevas años planeando, donde coges un vuelo para cerrar el contrato más importante de tu vida o donde te encuentras con tus nietos por primera vez. Los aeropuertos son testigos de encuentros felices y tristes despedidas, donde la vida se vive en toda su intensidad.
El mundo se queda en casa
La COVID-19 confinó el mundo, dejó a los aviones en tierra y paralizó los aeropuertos. Los besos y abrazos fueron sustituidos por mascarillas, gel desinfectante y distancia social. El bullicio mágico se apagó. Para las personas como yo, que adoramos la industria de la aviación, este silencio es doloroso.
A mediados de abril de 2020, el tráfico aéreo internacional en Europa se había reducido en un 95 por ciento en comparación con 2019. Según IATA, de los 88 millones de personas cuyo sustento depende de la aviación, más de la mitad ha perdido sus puestos de trabajo o están en riesgo inminente de perderlo.
Aeropuerto de Heathrow
Los aeropuertos jugaron un papel vital durante la pandemia. Permanecieron abiertos haciendo posible la prestación de servicios esenciales, como vuelos de repatriación, transporte de mercancía, ambulancias aéreas o servicios de salvamento a comunidades e islas remotas. Nuestros aeropuertos mantuvieron el flujo de suministros médicos, mascarillas, EPPs, ventiladores mecánicos, medicamentos y, en última instancia, vacunas para hacer frente al virus.
Hacer sostenibles los sueños
La aviación realiza una labor beneficiosa. Desempeña un papel vital en el desarrollo social y económico de países, regiones y ciudades. Pero las últimas décadas de rápido crecimiento han dejado una creciente huella de carbono debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, desencadenantes del cambio climático.
Cada vez entendemos mejor y somos más conscientes del impacto de la aviación en el medio ambiente y el cambio climático, lo que obliga al sector a reconsiderar cómo hacer las cosas.
También están cambiando la percepción y el comportamiento de los pasajeros. Las opiniones de ONGs y organizaciones activistas, como el movimiento escandinavo Flygskam (vergüenza de volar), Fridays for Future o Friends of the Earth, inspirado en Greta Thunberg, están impulsando este cambio en todo el mundo.
Una ruta sostenible hacia la recuperación
A pesar del estancamiento provocado por la pandemia, la llamada a la acción para frenar el impacto de la aviación sobre la salud y el medio ambiente es hoy más fuerte que nunca.
La recuperación depende de la eficacia de la vacuna y de la velocidad a la que se vacune a la población. El sector también depende en gran medida de la disposición de los gobiernos para reabrir las fronteras y acordar estándares firmes de sanidad a nivel internacional basados en la confianza.
La COVID-19 ha puesto a prueba la resistencia de nuestra actividad, nuestro personal, nuestras operaciones y nuestra solidez financiera. En el sector se actuó con prontitud y se adoptaron decisiones difíciles. La protección de compañeros y pasajeros fue y sigue siendo la principal prioridad. Pero 2020 también ha sido un año de reestructuración de personal, sacrificios salariales, significativas pérdidas de talento, recortes de gastos no esenciales y retrasos o cancelación de inversiones de capital.
En un sector que lucha por la supervivencia, ¿supone la pandemia una amenaza a los esfuerzos globales para abordar el cambio climático y los retos de sostenibilidad más amplios?
No creo que esto sea una opción. Tenemos la oportunidad de acelerar los cambios necesarios. Nuestro reto es encontrar el equilibrio adecuado: invertir en soluciones sostenibles y crecer de forma responsable. Pero una tarea de esta magnitud no puede afrontarse de forma aislada. Todos tenemos un papel que desempeñar: debe producirse una asociación entre los gobiernos, las empresas y la comunidad, unidos en una sola voz por un objetivo común: un mundo mejor para todos.
Si hacemos lo correcto, podremos seguir avanzando en nuestra agenda ambiental. Al replantearnos la forma en que diseñamos, desarrollamos y operamos los aeropuertos apoyándonos en la innovación, la automatización y el desarrollo de nuevas tecnologías y la digitalización, seremos más fuertes, ecológicos y eficientes, proporcionando a los pasajeros un viaje seguro, sin interrupciones y sin contacto físico.
Colaboración con la industria y Europa
El sector de la aviación en Europa lanzó un ambicioso plan para alcanzar cero emisiones netas de CO2 para 2050: Destination 2050 – A Route to Net Zero European Aviation
Inspirado en el Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo, el plan establece la hoja de ruta para alcanzar cero emisiones netas de CO2 para 2050 a través de una combinación de medidas que incluyen, entre otras:
- Inversión continua en operaciones de descarbonización
- Desarrollo de aviones de bajo consumo de combustible, aviones propulsados por hidrógeno e híbridos eléctricos
- Infraestructura para apoyar la nueva tecnología ecológica
- Aumento de la producción y adopción de combustible de aviación sostenible
- Compensación de las emisiones de CO2 restantes eliminando el dióxido de carbono de la atmósfera
Este plan es el primero que evidencia el liderazgo colectivo de las aerolíneas, los aeropuertos, los fabricantes aeronáuticos y los servicios de navegación aérea de Europa en el compromiso con la reducción de emisiones de CO2. El objetivo final es hacer que los viajes aéreos de ocio y de negocios en Europa y a nivel mundial sean más sostenibles.
Aeropuerto de Heathrow, Terminal 5, Vehículo de Transporte Rápido Personal (PRT)
La ambición de nuestra empresa
Tanto en Ferrovial como en nuestros aeropuertos, seguimos reduciendo las emisiones de carbono de nuestras operaciones. El objetivo de nuestra hoja de ruta es conseguir la descarbonización total para el 2050. Y para ofrecer soluciones sostenibles, también apoyamos y defendemos a nuestros colegas del sector, trabajamos con los gobiernos y hacemos convenios.
Sabemos que podemos hacer las cosas mejor. Nuestras metas y acciones son medidas, monitorizadas, revisadas y sometidas a una evaluación independiente con criterios de referencia del sector y teniendo en cuenta las prácticas recomendadas.
Llevamos 19 años consecutivos en el índice de sostenibilidad Dow Jones. Logramos la calificación más alta, «A», en el CDP (Carbon Disclosure Project) por nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Nuestra determinación por medir el desempeño en cuanto a las prácticas ambientales, sociales y de gobierno (ESG) también nos ha asegurado un puesto en los índices FTSE4Good (fuimos incluidos por decimoséptimo año consecutivo), MSCI y Vigeo.
Nuestros aeropuertos a la cabeza de la sostenibilidad aeroportuaria
Seguimos desarrollando programas integrales para reducir y compensar las emisiones de carbono. Asumimos el compromiso de ser lo más ecológicos posible, cuidar de nuestras comunidades, generar empleo y bienestar social, invertir en energía limpia, proteger la biodiversidad y restringir las emisiones de CO2. Nuestros aeropuertos usan un 100 % de energía renovable comprada o generada in situ. Ofrecemos tarifas reducidas de aterrizaje para los aviones más ecológicos y limpios. Hay puntos de carga para vehículos eléctricos e híbridos en la zona de operaciones y las terminales. Para reducir al mínimo la contaminación acústica, tenemos un límite de vuelos nocturnos y ofrecemos planes de aislamiento acústico a los inmuebles que son aptos para ello.
Durante 2020 seguimos avanzando:
- Heathrow, Glasgow y Southampton alcanzaron la neutralidad en sus emisiones de carbono.
- GRESB reconoció a Glasgow como el aeropuerto con mejores resultados dentro del índice de referencia. com
- Southampton fue el primer aeropuerto del Reino Unido con iluminación LED en pistas, puntos de estacionamiento de los aviones, terminales y aparcamientos.
- Los aeropuertos de AGS fueron los primeros en el Reino Unido en probar bolsas de seguridad oxobiodegradables.
- Heathrow fue el primer aeropuerto con pescado sostenible del mundo, y todos sus socios comerciales minoristas adoptaron una política de compra de pescado sostenible que alcanza cuatro millones de comidas al año.
- La nueva flota de vehículos eléctricos de Glasgow para el transporte interno fue la primera de ese tipo en un aeropuerto del Reino Unido.
Aeropuerto de Glasgow
- Heathrow sigue financiando la restauración de turberas (un hábitat natural fundamental para la biodiversidad), la creación de bosques y proyectos de agricultura regenerativa en todo el Reino Unido.
Recuperar ese bullicio mágico
La recuperación llevará algunos años. Habrá abrazos y besos de nuevo, un mundo para viajar y disfrutar, lleno de oportunidades para las generaciones venideras. Y volveremos a sentir ese bullicio mágico.
Aeropuerto de Heathrow
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