Apoyar al equipo es la clave para dirigirlo con éxito

Los líderes deben ayudar, escuchar, dar ejemplo y dejar a la gente espacio para crecer.

En mis 30 años de carrera en cuatro continentes distintos, mi estilo de liderazgo ha evolucionado de una forma que nunca hubiera imaginado.  A lo largo de la última década, en tres puestos directivos diferentes en Estados Unidos, he aprendido que el liderazgo es un arte que no supone simplemente imponer tus s ideas dentro de una organización.

Al ser de otro país, he tenido que adaptarme a la cultura y las expectativas de cada lugar en el que he trabajado y, al mismo tiempo, encontrar mi propio estilo de liderazgo, basado en ofrecer ayuda, ejemplo, promover la meritocracia y la aceptación de las diferencias y la diversidad en los equipos.

A continuación, me gustaría compartir algunas de las lecciones que he aprendido a lo largo de los años, especialmente la idea de que es tu equipo el que te hace fuerte. Sólo puedes ser fuerte si el equipo que tienes alrededor lo es.

Mantener los pies en el suelo

Sentado en un despacho, es fácil olvidar los retos diarios a los que se enfrentan los equipos en las obras. Un buen líder implica a los miembros del equipo a todos los niveles para mantenerse conectado a lo que ocurre más allá de la oficina.

Es muy enriquecedor visitar los proyectos y escuchar directamente lo que la gente necesita del equipo directivo para realizar su trabajo de forma más eficaz. Como ingeniero, me gusta descubrir y entender, por eso trato de hacer siempre preguntas sobre los proyectos y los problemas del día a día. Me identifico con lo que ocurre en los proyectos y con lo que experimenta la gente, ya que yo también he pasado por ello a lo largo de mi carrera.

Durante las reuniones de los “Town Halls” de Webber el pasado mes de mayo, el equipo directivo visitó las obras de ocho proyectos y, en uno de ellos, nos enteramos de que una de nuestras divisiones estaba teniendo dificultades para conseguir iPads para que los supervisores pudieran registrar las horas de trabajo y recopilar otros datos del proyecto. Gracias a esta visita, tuvimos la ocasión de identificar un problema dentro de la organización y abordarlo rápidamente. Como líderes, podemos atender estas cuestiones y conectar con las personas adecuadas para ayudar a resolver las cosas que dificultan el trabajo o la progresión de un proyecto.

Algo a tener en cuenta para tener éxito como líder es que romper barreras puede ayudar a nuestro equipo. Podemos hacer que las cosas sucedan, generar tracción y movimiento por parte de los demás para ayudar a resolver los problemas que podrían tener consecuencias mayores.

Predicar con el ejemplo

Siempre intento dar ejemplo y regirme por los principios de la cultura corporativa de Webber. Si pides a la gente que haga las cosas de una manera determinada, debes demostrar que tú también estás totalmente comprometido, ya sea estando disponible fuera de horario, mediante las políticas de gastos o simplemente dedicando tiempo a escuchar a tus equipos. La pandemia de COVID-19 nos ha dado a todos la oportunidad de predicar con el ejemplo, seguir las normas establecidas para los empleados y demostrar que creemos de verdad que estas normativas ayudarán a mantenernos seguros.

Si les pides a los demás que respeten ciertas normas y tú no lo haces, tu equipo empezará a cuestionar tu autenticidad.  La confianza es muy frágil: fácil de romper, fácil de perder y una de las cosas más difíciles de recuperar.

Diversificar tu equipo

No es necesario que todo el mundo sea igual o piense de la misma manera. La diversidad hace que un equipo de liderazgo sea mucho más fuerte. Contar con personas de diferentes orígenes y con diferentes ideas te convierte en un líder mejor y más completo, porque refuerza los puntos fuertes y compensa los débiles.

Crear un equipo directivo o de proyecto con personas con diferentes habilidades, experiencias y perfiles también hace que el grupo sea más ágil, a la vez que permite cuestionar de forma constructiva la forma de hacer las cosas. Formar un equipo no es una ciencia, sino un arte, y requiere un enfoque global. Los proyectos también funcionan mejor con equipos diversos.

Yo tengo una personalidad fuerte, pero mi equipo sabe que puede hacerme cambiar de opinión si me da un argumento convincente. Como líder, aunque te inclines por una determinada decisión, debes estar abierto a otras ideas, reconocer que no tienes todas las respuestas y ser capaz de cambiar de opinión cuando te ofrezcan mejores opciones. Intenta tener una actitud especialmente abierta ante los comentarios que no quieres escuchar.

Dar oportunidades y recompensar el trabajo duro

También es crucial para una empresa que las personas que hacen un buen trabajo sepan que pueden ascender. Si los trabajadores sienten que no tienen espacio para crecer, probablemente acaben marchándose a otro sitio. Si la empresa quiere conservar su mejor talento, debe tener claro que las personas que hacen bien su trabajo deben poder progresar.

A lo largo de mi carrera, ha habido personas que han creído en mí, me han abierto puertas y me han permitido crecer. El trabajo duro te pone en esa posición y no debes tener miedo de aprovechar esas oportunidades cuando llegan.

En ningún momento había planeado llegar hasta donde he llegado. Siempre he sido una persona apasionada y comprometida con mi trabajo, y algunas personas vieron algo en mí. Ahora soy yo el que asume ese papel y les digo a otros: vemos algo en ti, te estamos dando una oportunidad, así que adelante, aprovéchala. Te apoyaremos y ayudaremos para que tengas éxito.

Influir positivamente en las personas

Saber liderar significa abrir puertas a quien lo merece: es importante desarrollar a los equipos que te rodean. No hay nada mejor que el orgullo y la satisfacción de poder ejercer esa influencia positiva. Además, siempre es algo favorable porque cuando te vas, no genera un problema para la organización. Incluso podrían acabar siendo tus jefes en el futuro.

Ser el jefe no es un objetivo en sí mismo. La gente tiende a relacionar automáticamente el liderazgo con poder y autoridad, pero el liderazgo no tiene que ver con el puesto que ocupas en el organigrama en absoluto.

No importa el puesto que tengas en la organización, siempre puedes ser un gran líder dentro de tu círculo de influencia, así como contribuir en gran medida a la dirección y el éxito de la empresa.

Todo el mundo puede convertirse en un buen líder simplemente ayudando a que las personas que le rodean tengan éxito.