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La ciudad de las siete banderas y una república breve en el río Grande

17 de agosto de 2021

El día en que Tomás Sánchez de Barrera llegó al Paso del Jacinto poco se podía imaginar el papel que la historia le tenía reservado a aquel polvoriento lugar. Era 1749 y el general, al servicio de la Corona española, llevaba casi dos años extendiendo los dominios reales por el territorio de Nuevo Santander. Hoy, todos esos nombres forman parte de los libros, pero apenas se recuerdan. 

El Paso del Jacinto pasó a llamarse Indian Ford. Y Nuevo Santander se diluyó en un territorio que hoy ocupan Texas, en Estados Unidos, y Nuevo León y Tamaulipas, en México. El río Bravo, conocido como río Grande al norte de la frontera, sigue su curso. En sus orillas, el rancho que fundó Sánchez de la Barrera con apenas tres familias mantiene su nombre: Laredo. En sus 270 años de historia llegaría a ser capital de una república breve y una ciudad sobre la que ondean siete banderas al mismo tiempo. 

Pero vamos por partes. Hoy, Laredo es uno de los principales pasos de la frontera mexicana-estadounidenses, y el mayor puerto comercial interior de Estados Unidos. Por su territorio pasan más de 280.000 millones de dólares en importaciones y exportaciones al año. Allí nace también la interestatal 35, o IH 35, que, con sus seis caminos de asfalto por sentido, se adentra en Texas en dirección Minnesota para vertebrar el centro de Estados Unidos. 

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Laredo es el mayor puerto comercial interior de Estados Unidos, clave en la frontera

Un nombre y dos pueblos 

Cuando Tomás Sánchez de Barrera fundó la Villa de San Agustín de Laredo, los cimientos de su mundo ya se tambaleaban. Al norte y al sur de Laredo, los países europeos que controlaban aquellas tierras buscaban ampliar sus dominios, en una situación cada vez más tensa. Mientras tanto, parecían ignorar el crecimiento de un sentimiento fuerte de independencia en buena parte de la población local. 

El fundador de Laredo moriría antes de que terminase el siglo XVIII, sin tener ni idea de lo que los próximos 100 años tenían reservados para su pueblo. En septiembre de 1810, tras varios años de movimientos políticos y con la posición de la Corona española cada vez más débil, tuvo lugar el levantamiento armado que llevaría a la guerra de independencia de México, que se prolongaría hasta 1821. 

Sin embargo, el país que surgiría de aquel conflicto se parecía poco al actual. Poco más de una década después, ante el creciente poder central del nuevo gobierno mexicano, los habitantes de Texas, incluyendo las 2000 personas que entonces vivían ya en Laredo, declaraban su independencia. Era 1836 y faltaban 12 años para que Texas se integrase formalmente en Estados Unidos.  

En 1848, parte de la población de Laredo no estuvo contenta con su abandono de la independencia ni con alejarse de sus raíces hispanas. Votaron en referéndum volver a México, pero la decisión no fue respetada (Laredo era parte de un tratado de paz entre México y Estados Unidos). Así que unas cuantas familias cruzaron el río Grande y fundaron Nuevo Laredo en la otra orilla. Hoy, ambas ciudades forman un área metropolitana conjunta y transfronteriza, pero esa es otra historia. 

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El conflicto entre México y Estados Unidos acabó con Texas pasando a manos del segundo

Una república breve 

El siglo XIX y sus revoluciones liberales trajeron innumerables cambios en la configuración de Norteamérica. Con Estados Unidos ya como país independiente, las revueltas se sucedieron en los territorios de dominio español, francés y portugués. México fue uno de los primeros nuevos países en aparecer en el mapa de la descolonización, pero su independencia no puso fin a los problemas. 

Después de que Texas se declarase independiente en 1836 y antes de que México entrase en guerra con Estados Unidos 10 años más tarde, Laredo tendría su momento de mayor relevancia como capital de la República del Río Grande. Desde 1824, México se definía como república federal según la constitución, pero el gobierno del general Santa Anna, en 1833, intentaría imponer un modelo de país centralizado. 

Muchos estados se revolvieron contra los planes de Santa Anna, en particular, aquellos alejados de la capital. Los movimientos independentistas se sucedieron, incluyendo el que llevó a la separación de Texas. En 1840, con el objetivo de incrementar la presión sobre el gobierno central y restaurar el federalismo, una coalición de los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Texas fundó la República del Río Grande, con capital en Laredo. 

Antes de que terminara el año, el sueño independiente era sofocado por el ejército mexicano. La república breve tocaba a su fin, pero el conflicto estaba lejos de resolverse. Laredo ya no pasaría mucho tiempo bajo dominio de México. Seis años más tarde, los dos países separados por el río Grande entrarían en una guerra hasta 1848, tras la cual Texas pasaría a formar parte oficial de Estados Unidos. Y Laredo y Nuevo Laredo se convertirían en un icono fronterizo. 

¿Y las siete banderas? 

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La segunda mitad del XIX fue una época de desarrollo para Laredo

Tras las turbulencias de la primera mitad de siglo, la segunda parte del XIX fue una época dorada para Laredo. La llegada del ferrocarril transformó la ciudad en la puerta oficial entre México y Estados Unidos. Llegaron el teléfono y la electricidad y ya casi nada recordaba a aquel pequeño rancho fundado 150 años atrás, salvo por la intensa actividad ganadera que se desarrollaba en la ciudad. 

Serían también años de construcción. Junto al ferrocarril llegó, en 1883, el primer puente ferroviario sobre el río Grande, que todavía sigue en pie. Y en el siglo XX llegaron las carreteras. En los años 20 el asfalto entró en Laredo a medida que la red de autovías estadounidenses se expandía. Su capacidad iría creciendo con el paso de los años hasta la llegada de la interestatal 35, la gran autovía que articula Laredo hoy en día y lo comunica con el resto del país. 

En el siglo XX también se popularizó el lema de las seis banderas sobre Texas. Con esta frase, los texanos describen las seis naciones que, en algún momento de la historia, ejercieron control sobre el estado (España, Francia, México, Texas, los Estados Confederados y Estados Unidos). Pero en Laredo ondea una séptima enseña. Aquella que recuerda a la República de Río Grande y a los siete meses en que la ciudad fue capital. 

1 comentario

  • c352d@ferrovial.com

    17 de agosto de 2021

    Tras 9 años en Texas y varios pasos por Laredo/Nuevo Laredo no conocía la historia de la breve república. Muy interesante!

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