En ocasiones, para dibujar el futuro es interesante regresar al pasado y ver cómo las generaciones anteriores imaginaban el mundo que tenemos hoy. Muchas de estas ideas (siempre optimistas) quedaron reflejadas en el arte. Concretamente, en el retrofuturismo, un movimiento artístico que combina la añoranza por el pasado y la ilusión por un futuro utópico y en ocasiones distópico, en el que la innovación y la tecnología son protagonistas.
En otro post os hablábamos de cómo los dibujantes y los artistas retrofuturistas imaginaban las carreteras del futuro. En este, vamos a centrarnos en otro entorno que siempre llamó su atención y que fue el centro de sus ilustraciones: las ciudades.
Una ciudad retro, pero futurista
En la década de 1980, en la que el artista experimental Lloyd John Dunn acuñó el término retrofuturismo (poco antes de editar una revista con el mismo título), se vivía una época de optimismo. Comenzaban a desarrollarse tecnologías muy relevantes y se consideraba que la innovación era la solución a gran parte de los problemas. Apenas se ponía en duda la sostenibilidad del crecimiento, y las ciudades eran vistas como los lugares en los que el futuro se concebía y se hacía realidad.
La inspiración de estos artistas venía de ideas que comenzaron a forjarse ya décadas antes. En los años 50 y 60, numerosos ilustradores plasmaban en sus trabajos su visión del futuro. Las obras de artistas como Arthur Radebaugh o Klaus Bürgle y las publicaciones de revistas como o ‘Closer Than We Think’ son buenos ejemplos.
Estas son algunas de las formas en las que imaginaban las ciudades del futuro, y que posteriormente sirvieron de inspiración:
- El drive-up hotel
El drive-up hotel es un edificio al que los huéspedes podrían llegar tanto por la tierra como por el aire. Por ello, cuenta con un helipuerto en la azotea y robots capaces de aparcar los vehículos.
Hoy, existen ya prototipos de taxis voladores y otros vehículos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL). Su uso puede cambiar la forma y la organización de las ciudades a lo largo de las próximas décadas.
- Aceras móviles
En los años 60, imaginaban que en las ciudades del futuro se podría llegar a numerosos puntos (como apartamentos o tiendas) por aceras móviles. Hoy, esta solución sigue planteándose en muchas urbes, ya sea para facilitar el tránsito en lugares con muchas cuestas o como alternativa al uso de vehículos de motor.
- Supermercados con autoservicio
El objetivo final es que el cliente pueda hacer la compra sin tener que bajarse del vehículo, ni siquiera para pagar. Se esperaba que en estos mercados una cinta transportadora fuese pasando los artículos a medida que el coche se fuese moviendo, hasta llegar al punto de pago. Una vez finalizada la compra, un empleado la metería en el maletero del vehículo.
- También en el supermercado: cajas registradoras por voz
Las cajas registradoras capaces de entender la voz humana también prometían hacer más sencillas las compras del día a día. Bastaría con dictar la compra realizada para que la máquina hiciese los cálculos. De nuevo, no sería necesario bajarse del coche.
- Educación a golpe de clic
El doctor Simon Ramo, del California Institute of Technology, propuso un sistema educativo en el que la docencia se basaría en películas y tecnología. Los alumnos dejarían constancia de su asistencia y responderían a las preguntas a través de las máquinas. De este modo, los profesores solo tendrían que encargarse de medir su progresión y realizar evaluaciones.
Medio siglo después de la publicación de estas imágenes, la tecnología ha avanzado lo suficiente como para hacer posible esta idea. De hecho, fue la solución para que muchos estudiantes continuasen con sus clases durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, el acceso a internet y a tecnologías educativas sin ser algo universal, y millones de niños en países en vías de desarrollo no cuentan todavía con esta posibilidad.
- Policías con mil ojos
En las ciudades del futuro, los policías harían uso de la tecnología para poder controlar cualquier punto y comunicarse entre ellos. Hoy, los sistemas de videovigilancia y la conectividad entre dispositivos hacen que esta idea suene (al menos, desde el punto de vista tecnológico y dejando de lado la privacidad) muy posible.
- Casas solares
“No se sorprendan si muchas casas del mañana son construidas sobre placas giratorias. Estas pilotarán lentamente durante todo el día para recibir el máximo beneficio de los rayos del sol y asegurar una buena salud durante el invierno”, se puede leer en esta ilustración.
Lo cierto es que esta predicción no se ha hecho realidad. Sin embargo, los dibujantes sí acertaron en la idea de que las viviendas comenzarían a atrapar la energía solar para favorecer el bienestar de sus habitantes.
Los ejemplos no acaban aquí. Liberarías electrónicas en casa, hospitales que curan sin cirugía o trenes totalmente automatizados son algunas de las ideas del futuro que estos artistas tenían hace ya 80 años. Muchas de ellas ya se han hecho realidad.
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