reparto de paquetes en furgoneta
Corporativo

¿Cómo se reparten regalos alrededor del mundo?

23 de diciembre de 2021

La Navidad es un momento importante en muchas culturas, que tienden a adoptar componentes de otras como los extendidos regalos de Papá Noel, también llamado Santa Claus, Abuelo Frío, Viejito Pascuero o San Nicolás según la región. Pero, ¿cómo se hace para enviar tantísimos objetos desde el ‘Polo Norte’ a los hogares de medio mundo? ¿Qué ruta recorren los juguetes?

En un momento histórico de cuello de botella del transporte y la logística, analizamos cómo llega a las ciudades todo aquello que se adquiere, de qué región del mundo y a través de qué rutas. Si pensabas en los Reyes Magos como entidades que hacían magia, espera a ver la cadena de suministro o la logística urbana, altamente digitalizada, que transporta bienes de aquí a allá.

¿De dónde vienen los juguetes?

Aunque obviamente son personas mágicas quienes depositan los juguetes bajo el Árbol de Navidad, junto a la chimenea, en la terraza, bajo el marco de la puerta principal o en alguna ubicación doméstica señalada, los objetos han de ser fabricados en algún lugar. Hace un siglo esos lugares eran Europa y Norteamérica, regiones que manufacturaban millones de juguetes al año.

Conocidísimas marcas como Lego, Fisher Price, Playmobil, Nenuco, Famosa o Hasbro, entre otras, disponían del total de sus fábricas en países como Estados Unidos, España o Alemania. Aunque otras como Bandai (japonesa) y Vtech (china) pronto dieron el salto a occidente, y occidente empezó a dar el salto hacia Asia con sus deslocalizaciones. En la actualidad, el grueso de los juguetes se fabrica en China, India, Camboya o Bangladés.

Estas fábricas del mundo iniciaron su actividad usando como referencia diseños ‘occidentales’ (principalmente centroeuropeos y estadounidenses) pero en las últimas décadas han innovado por su cuenta como demuestran ferias como la ‘Exposición internacional de juguetes y equipos educativos de China’ (中国玩真展). Su industria juguetera está altamente desarrollada.

Transporte marítimo y Nueva Ruta de la Seda

contenedores en puerto Puerto de Bukit Merah, en Singapur

Transportar objetos por agua en grandes buques portacontenedores es sin duda la opción más asequible si se carece de una infraestructura ferroviaria. Según puede leerse en un reporte de la European Chemical Transport sobre el CO2 en el transporte de materias primas (con foco en la industria química, pero aplicable a cualquier material), mientras que un avión emite entre 600 y 800 kgCO2/t·km, un buque portacontenedores (container vessels) suele quedar bajo los 20 kgCO2/t·km. Es una diferencia significativa que se refleja en costes.

Las rutas ferroviarias electrificadas tienen impactos muchísimo más bajos y eficiencias más altas. Así, por ejemplo, el récord lo tiene la francesa ADEME con 1,8 kgCO2/t·km debido a su electrificación predominantemente nuclear. Sin esta fuente, la electrificación ferroviaria suele quedar bajo los 15 kgCO2/t·km. No es de extrañar que China esté construyendo una Nueva Ruta de la Seda.

Sus proyectos ferroviarios parten de Yiwu y Shanghai y llegan tan lejos como Madrid, en la otra punta del mundo. En el mapa se muestran las rutas que siguen el grueso de los juguetes del mundo en un trayecto de unos 16 días cruzando buena parte de Euroasia. Para el continente de América, China envía portacontenedores aunque trabaja ya por una línea ferroviaria en el estrecho de Bering, de menor impacto ambiental con respecto a la vía marítima.

nueva ruta de la seda china

detalle de la nueva ruta de la seda Nueva Ruta de la Seda en su despliegue ferroviario y marítimo.

Aunque en los últimos años hay cierta tendencia a la relocalización (reshoring) de las fábricas europeas y norteamericanas, y sectores como la fabricación textil, la impresión bajo demanda y algunas jugueteras están volviendo, lo cierto es que lo hacen a cuentagotas. De momento, Papá Noel y sus ayudantes viajarán en barco o tren desde China, y lo seguirá haciendo durante décadas. Los renos de los Reyes Magos seguirán desplazándose sobre patines de agua.

¿Cómo llegan los regalos a nuestras ciudades?

Dado que el grueso de los juguetes y otros regalos llegan a las costas de los respectivos países en barco (los países que tienen costa, evidentemente), hay dos formas de enviarlos al interior. Los países más sostenibles lo hacen mediante vías ferroviarias y grandes convoyes, y los que menos a través de autopista o carretera usando camiones de diferentes tamaños. Esto hasta llegar a centros de distribución, desde los que salen principalmente camiones de tamaño medio.

La ruta desde los centros de distribución a pequeños almacenes urbanos o periurbanos es uno de los puntos críticos de la cadena de suministro, porque mientras el paso análogo al inicio de la cadena implica concentración en un mismo punto, ahora ha de cuidarse qué producto va a qué almacén. La logística en este punto es clave para evitar errores y ahorrar costes.

reparto paqueteria

Bicicletas de reparto parisinas

reparto ciclista paris Bicicletas de reparto parisinas, ciudad en la que la última milla es verde.

La última milla, en el caso de la cada vez más frecuente entrega a domicilio, es con diferencia el punto más complejo de toda la cadena de suministro. Exige disponer de una flota de vehículos ‘pequeños’ (inicialmente furgonetas, aunque cada vez más bicicletas de carga, como ocurre en París) de alta permeabilidad urbana y coordinar las entregas con los habitantes.

Como curiosidad, se ha demostrado que el envío de menor impacto ambiental es el pedido online con entrega en un punto de recogida, al compararlo con la compra online con entrega a domicilio y la compra en una tienda cercana. Optimiza factores como distancia recorrida por el producto y disponibilidad.

Regalos, un navideño cuello de botella para la logística urbana

Las empresas de reparto de última milla facturan en estas fechas señaladas buena parte de su volumen actual. Ahora que la compra a través de e-commerce se ha consolidado como la forma de comprar por defecto, el grueso de los regalos navideños ha de realizar la ruta más compleja posible: del fabricante a nuestra vivienda. Y, dado el volumen total, los servicios tienden a colapsar en fechas señaladas como son las Navidades.

Papa Noel en Londres

Como el número de productos que se manejan en Navidad es de récord, no tiene mucho sentido diseñar toda la red logística para este punto máximo. En su lugar, se diseña para un nivel de carga notablemente inferior. Pero como clientes de, ejem, Papá Noel, esperamos tener nuestros regalos a tiempo. Comienza así una carrera logística contra reloj no solo para entregar paquetes, sino para que los diferentes puntos de la cadena no se saturen con un atasco.

No poder repartir regalos en un barrio porque haya un temporal de nieve implica que los almacenes se llenan hasta el colapso, y que los regalos que ya están viniendo a lomos de ‘trineos’ navales no van a encontrar espacio para descargar. Hilar este complejo marco de trabajo es un auténtico reto.

Este año vendrá marcado por la ‘crisis de los contenedores’, un evento con raíces multifactoriales que se manifiesta como una saturación global en las redes de transporte. Toca ponerse creativos. Algunos fabricantes chinos, recordemos que siguen siendo la fábrica del mundo, han tenido la genial idea de priorizar juguetes pequeños y blandos para asegurar cierto nivel de venta. Papá Noel se reinventa un año más para entregar todos los regalos.

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