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Transporte de mercancías

Las compras online que viajan por nuestras autopistas: así impacta el e-commerce en el tráfico y la movilidad

18 de mayo de 2022

Las cestas de la compra son cada vez más digitales. En Estados Unidos, se espera que casi un cuarto de las ventas del sector retail (venta al por menor) se realicen a través del comercio electrónico en 2025. Este cambio de costumbres tiene, como no podría ser de otro modo, un impacto en el tráfico de las autopistas. Sin embargo, este podría ser diferente al que se preveía.

Un estudio realizado entre Cintra y la Universidad de Texas en Austin nos permite afirmar que el aumento del e-commerce se traducirá en una subida del tráfico de camiones del 5% en áreas periurbanas, que rodean las ciudades sin impacto apreciable en el tráfico de vehículos ligeros que transitan por las mismas. Detrás de estas cifras hay una situación tan compleja como interesante que conviene entender para sacarle partido y optimizar al máximo nuestras operaciones. 

El contexto que deja el comercio online

El comercio electrónico ha generado un importante cambio de hábitos. Una gran cantidad de personas han cambiado las compras en establecimientos por otras que realizan desde sus ordenadores o smartphones, a golpe de clic y sin moverse de casa. La tendencia general lleva a pensar que esto reducirá notablemente el tráfico, sobre todo en contextos como el de Estados Unidos y Canadá, en donde la mayoría de los trayectos se hace en vehículos privados. 

Sin embargo, es necesario tener en cuenta más factores para entender este fenómeno. En 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 irrumpiese en nuestras vidas, el tráfico asociado al e-commerce en las áreas periurbana de las regiones de Dallas (Estados Unidos) y Toronto (Canadá), sumaba tan solo el 2 % del tráfico de vehículos pesados. 

No obstante, es de esperar que este porcentaje crezca unido al aumento de las ventas online. En 2019, el comercio electrónico suponía el 11% y el 7% de las ventas del sector retail en Estados Unidos y Canadá, respectivamente. Para 2025, se espera que estas cifras aumenten hasta al alcanzar el 24% y el 17%. 

Es importante tener en cuenta también que la logística del e-commerce resulta mucho menos eficiente que la del comercio tradicional debido a su naturaleza fragmentada. Llevar cada producto casa por casa con ventanas de entrega cada vez más reducidas o a diferentes puntos dificulta optimizar los trayectos y genera más tráfico. A pesar de que este elemento afecta más a las áreas más urbanas, también tiene su impacto en las áreas que las rodean. 

Teniendo en cuenta todos estos factores, Cintra se planteó investigar con precisión el impacto del e-commerce en el tráfico de las autopistas periurbanas en estas regiones de Estados Unidos y Canadá. ¿Hasta qué punto puede influir en nuestros números y resultados?

Una tendencia positiva

El estudio realizado con la Universidad de Texas en Austin y en colaboración con Chandra Bhat, profesor de Ingeniería civil, arquitectónica y medioambiental del mismo centro, se basó en datos de las autopistas de las regiones de Dallas y Toronto. Para su elaboración se tuvo en cuenta, además, literatura científica y otras investigaciones realizadas sobre la temática. 

La principal conclusión es que la evolución del e-commerce entre 2019 (antes de la pandemia) y el 2025 supondrá un crecimiento del tráfico de camiones de más del 5% acumulado. Cabe destacar que para llegar a esta cifra se tuvo en cuenta únicamente el efecto del e-commerce (sobre todo, el crecimiento de su penetración y su naturaleza fragmentada) pero no se incluyeron otros efectos como pueden ser la evolución de la economía o los precios. 

Se trata, así, de un efecto positivo para la demanda, aunque también para la congestión, puesto que el tráfico de camiones en las regiones analizadas aumentaría debido al e-Commerce. 

¿Y qué sucede con los viajes en vehículos privados? Todo parece indicar que el hecho de que las personas compren online puede verse compensado con otros viajes complementarios o sustitutivos. Muchas veces, los compradores prueban, recogen o devuelven los productos en las tiendas físicas o en puntos de entrega y recogida, por ejemplo, por lo que no se eliminan ciertos viajes, sino que en algún caso aumentan. Además, la compra electrónica permite ahorrar tiempo que se puede utilizar para otras actividades que implican el uso de vehículos. Esto hace que apenas se note una diferencia en el número de viajes realizados a nivel personal.

Una tendencia común

Las conclusiones de este estudio siguen la misma línea que las de la investigación realizada en colaboración con el Instituto de Tecnología de Georgia de la Universidad de Atalanta sobre el teletrabajo: nada parece indicar que estas nuevas tendencias vayan a producir grandes cambios en el tráfico de las autopistas y la movilidad e incluso pueden llevar a tener efectos positivos para la demanda de las mismas. 

Lo que a primera vista parece tener un impacto importante en nuestro día a día, no tiene finalmente un gran peso al analizar los números reales. Tras el fin de la pandemia de COVID-19 el tráfico seguirá cambiando, pero lo hará de forma paulatina y ordenada. Conocer de forma precisa cómo están evolucionando estas tendencias es nuestra mejor oportunidad para ofrecer las mejores soluciones y maximizar las oportunidades. 

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