Para los futuristas que tenían la esperanza de que este año ya habría bases lunares permanentes y coches voladores, el ritmo lento el progreso puede ser un poco frustrante. Sin embargo, la verdad es que se han hecho muchos avances, incluso en los últimos veinte años. Hoy echamos un pequeño vistazo con tres ejemplos que están mejorando las obras modernas:
1.Drones
[Esta sección se centra en el uso de drones cuadricópteros. También existen drones de ala fija y VTOL (despegue y aterrizaje vertical, por sus siglas en inglés), pero tienen un mayor coste y tal vez sean más adecuados para nichos especiales.]
Uno de los principales usos de los cuadricópteros es como cartógrafos topográficos y topógrafos. Usando el LiDAR, un dron puede volar sobre un área de terreno concreta, disparando cientos de miles de puntos para proporcionar medidas y encontrar la topografía, creando un modelo en 3D de la zona en la que se va a construir o que se va a modificar. Antes de esto, una cuadrilla de 2 o 3 hombres harían un trabajo previo con una mira de teodolito y una estación total de medición, disparando unos cuantos cientos de puntos a la hora a lo largo de varios días. Ahora bien, un dron (de los que se ven más en la sociedad general) puede disparar aproximadamente unos 400.000 puntos en tres horas, trabajando veinticuatro veces más rápido de forma efectiva. Como antiguo topógrafo e hijo de agrimensor, el nivel de desarrollo que se ha producido desde mis últimos años de adolescencia es bastante sorprendente
Otra forma en la que el dron moderno nos ayuda es incrementando la seguridad de los trabajadores: el 34% de las muertes en las obras de EE. UU. se deben a caídas, así que todo lo que implique que un trabajador no tenga que moverse en condiciones inseguras o por grandes alturas es una bendición. Un dron es capaz de ascender rápidamente a puntos de una obra que deben ser inspeccionados sin poner a nadie en riesgo.
Los drones son también valiosos recolectores de datos. Sus capacidades aéreas y fotográficas implican que pueden monitorizar una obra desde el aire, proporcionando datos valiosos para inversores y clientes, especialmente cuando no pueden estar presentes en el emplazamiento. Esto también permite que todos los interesados en una obra monitoricen el desarrollo simultáneamente mientras los drones están activos. Los drones conectados mediante el IdC (el Internet de las Cosas) a otros dispositivos en la obra pueden avisar por anticipado a los empleados y los empleadores de cualquier error potencial, y proporcionar trazabilidad mediante documentos para su acceso posterior, si fuera necesario.
2.Inteligencia artificial
Más allá de los drones, la dirigencia artificial se está convirtiendo en un componente cada vez más común del sector de la construcción. Una parte no pequeña del esfuerzo se está realizando en seguridad. En los Estados Unidos, la industria pierde 1000 millones de dólares anuales debido a robos, sobre todo de equipamiento, herramientas y suministros. De los artículos robados, solo se recupera un 25% de las pérdidas.
A través de elementos como vigilancia 24/7, los algoritmos de aprendizaje mecánico están jugando un papel clave a la hora de determinar cuándo y dónde están los materiales y el equipamiento, frente a dónde deberían estar. Usando una combinación de señales de vídeo históricas, datos en tiempo real y sistemas de monitorización remota, los jefes de obra pueden hacer conjeturas bien fundamentadas sobre cuándo pueden producirse accidentes, robos y problemas.
Uno de los resultados, al menos según un director de seguridad de Atlanta, Miami y Chicago, es que las falsas alarmas se dan con mucha menos frecuencia. Además, los intentos de robo y allanamiento se predicen con mucha más precisión.
Las redes neuronales artificiales también participan intensamente en la planificación de un proyecto. ¿Recuerdas esos drones que mencionaba antes? Junto con fotos de smartphones, BIM (modelos de información para la construcción, por sus siglas en inglés) y sensores de seguridad, se utilizan todos los datos para enseñar a los algoritmos de aprendizaje mecánico cómo hacer mejor su trabajo. Esto lleva a modelos y predicciones sobre cómo dirigir una obra de forma más eficiente sin sobrecostes. Estas redes tienen en cuenta el tamaño del proyecto, el tipo de contrato e incluso el nivel de competencia de los gerentes para producir cronogramas realistas de los proyectos. También conectan al personal con el material de aprendizaje relevante que les permite aprender rápidamente todo lo que necesitan saber para que el proyecto funcione.
La construcción fuera del emplazamiento es también un componente cada vez más vital de la obra. Máquinas automatizadas pueden montar cosas como muros prefabricados a lo largo de una cadena de montaje mucho más rápido que los humanos en una obra. Esto puede transportarse a la obra y montarse para formar una estructura completa, dejando el trabajo minucioso, como la instalación eléctrica y la fontanería, a los humanos.
3.Exoesqueletos
Si alguna vez has visto Aliens, jugado a Halo o leído cualquiera de los libros de The Expanse y pensando “Ojalá los exoesqueletos fuesen reales”, estás de suerte: estos temas recurrentes de la ciencia ficción se están abriendo paso cada vez más en el mundo real. Exoesqueletos, exotrajes, armaduras motorizadas, son todas etiquetas que hacen referencia básicamente a la misma idea: usar una estructura exterior, potencialmente con su propia fuente de energía, para facilitar un tipo de movimiento concreto. Hay matices sutiles dependiendo de la tarea concreta para la que estén diseñados, desde el cuidado de los mayores y la rehabilitación hasta la construcción y las fuerzas armadas.
Los exoesqueletos promedio basados en la construcción no son exactamente las armaduras de gran consumo energético del mundo de la ciencia ficción. En muchos casos utilizan materiales flexibles como la fibra de carbono para absorber la energía cuando se expele, como al doblarse para recoger un objeto pesado, liberando después esa misma energía cuando el usuario vuelve a erguirse, consiguiendo que una tarea repetitiva sea hasta un 60% más eficiente energéticamente. Para una persona ajena crítica, esto puede sonar algo perezoso, pero la verdad es que las lesiones por movimientos repetitivos suponen cerca del 40% de todas las enfermedades laborales en los EE. UU.
La demanda de exoesqueletos de cuerpo entero no parece ser demasiado grande en estos momentos, pero el uso de artículos como soportes para la espalda, soportes para los hombros e incluso soportes para sillas, los cuales se aprovechan de los mismos sistemas, han tenido beneficios notables. El Dr. Homayoon Kazerooni, profesor de la Universidad de California en Berkeley y pionero en la investigación de exoesqueletos y en el desarrollo de sistemas robóticos, ha probado numerosos exoesqueletos, en concreto un soporte para otros; un trabajador terminó una tarea de desbastado y pulido programada para completarse en dos días en un solo día.
Estos dispositivos están pensados para tareas que no pueden automatizarse y tienen un gran potencial para aliviar la presión de la espalda, los hombros, las rodillas y las caderas; son perfectos para reducir (y tal vez para eliminar algún día) los trastornos por repetición entre los trabajadores de la construcción.
Como campo de pruebas para ver lo que funciona y lo que no, y para los que estén deseando ver avances en tecnología futurista, no hace falta buscar más allá de la humilde obra de construcción.
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