Innovación

En la carretera (de energía solar, a prueba de baches, inteligente y sin camiones)

12 de octubre de 2022

Olvídate de mapas manoseados, recoger autoestopistas y llegar a la gasolinera de milagro con el depósito vacío: los viajes en coche del futuro serán muy distintos. El escritor freelance Kit Muckle viaja al futuro de 2050 para imaginar los viajes por carretera.

Los viajes por carretera clásicos de este a oeste al estilo Kerouac, atravesando pequeñas ciudades americanas, bordeando la impresionante línea costera y recorriendo lentamente el polvoriento interior de las antípodas, viajando perezosamente por las carreteras secundarias europeas o en el Camino Hippy al corazón de Asia, siempre han sido algo más que un viaje del punto A al punto B.

Odiseas de estilo cinematográfico por la carretera abierta, llenas de aventuras y descubrimientos, diversión, libertad y neumáticos pinchados, desvíos equivocados, rutas imprevistas y contratiempos. Es sencillamente la forma más emocionante y liberadora de explorar el mundo a tu propio ritmo y desde la comodidad (o incomodidad) de tu propio vehículo.

Pero con la evolución de nuestros coches, con la rápida llegada del futuro a nuestras carreteras y a la forma en que las utilizamos, el viaje por carretera clásico también debe adaptarse a los nuevos tiempos.

Cambiando de marcha

Olvídate de los Cadillacs, los Jeeps y los viejos vehículos destartalados, la gran mayoría de los coches en 2050 serán muy distintos: en cuanto al aspecto, en cuanto a la energía que usan y en cuanto a la forma en que los controlamos. Pensándolo bien, ¿serán estas cápsulas de transporte autónomas plateadas de la era espacial realmente coches?

Asumámoslo, el fin del automóvil tal y como lo conocemos tiene sus pros y sus contras.

Los domingueros adoran sus rutas elegantes y románticas, mientras que los aficionados al motor se emocionan al reducir la velocidad o llenándose de manchas con la cabeza metida bajo el capó. También son probablemente el modo de transporte privado y asequible más flexible y rápido.

Pero tengamos en cuenta la polución, el tráfico y el millón de personas o más que mueren en accidentes globalmente cada año.

Sin importar cómo sean los coches en 2050, sabemos que habrá muchos más: se estima que alrededor de tres mil millones de vehículos, en comparación con los mil millones actuales.

Conductores en el asiento trasero

Los viajes por carretera en 2050 probablemente se harán en un coche autónomo, acelerando por la autopista sin nadie al volante. Seguramente incluso sin volante. Puede que nuestros vehículos todavía necesiten un ‘conductor’ que supervise lo que está pasando e intervenga si es necesario, como un avión en piloto automático, pero por lo demás podremos sentarnos cómodamente y relajarnos.

Los coches totalmente automatizados mantendrán una conversación digital constante con el resto de los vehículos y con la propia carretera.

En zonas congestionadas los coches podrán agruparse en formación, como un escuadrón de cazas. O podrán moverse a gran velocidad como ‘trenes’, a tan solo unos centímetros del vehículo que tengan enfrente. Ir pegado al siguiente coche será la norma. La vida transcurrirá por la vía rápida, pero no tal y como la conocemos.

Tras llegar al destino final de nuestros viajes por carretera, los coches podrán aparcarse solos sin ningún problema.

Coches autonomos

Algo que empieza por ‘www.’

También cambiará lo que hacemos en nuestros coches durante los viajes largos. Puede que buscar la estación de radio local, jugar con los niños al «veo veo» y cantar canciones se conviertan en reliquias del pasado: reemplazados por listas de reproducción, juegos online y toneladas de películas y series.

Nuestros vehículos dejarán de ser santuarios en los que poder desconectar y escapar de todo. Para 2050 los coches serán espacios digitales totalmente conectados en los que todos los viajeros podrán trabajar, hacer compras y acceder a entretenimiento y a todo lo que nos permite Internet, y sin duda muchas más cosas en las que todavía no hemos pensado.

Evolución eléctrica

Para mitad de siglo, habrá 700 millones de vehículos eléctricos en nuestras carreteras, representando más de la mitad de todos los coches nuevos. Es probable que nuestra odisea sea un viaje eléctrico.

Para entonces habitualmente el coche eléctrico tendrá un alcance de 800 km, pero todavía tendremos que hacer un hueco y encontrar sitios por el camino para, literalmente, recargar las pilas.

Será más fácil ver puntos de carga que gasolineras: podremos divisarlas en forma de alas giratorias en un parque eólico o del brillo de un campo lleno de paneles solares.

Adiós a la carretera de asfalto gris

Aunque es bastante probable que para entonces los coches puedan cargarse con tan solo moverse por la autopista, mediante una transferencia de electricidad inalámbrica.

Las principales empresas tecnológicas ya han hecho prototipos y pruebas de carreteras fabricadas con paneles solares que permiten que los coches se carguen mientras conducen. La electricidad generada también servirá para cientos de millones de dispositivos y sensores repartidos a lo largo del camino que veremos (y no veremos) a nuestro alrededor: en edificios, vehículos, mobiliario urbano y en las propias carreteras, así como en señales, cámaras, iluminación y en una red eléctrica más amplia.

En 2050 las autopistas y las carreteras de peaje serán superinteligentes, con sistemas altamente sofisticados basados en el aprendizaje automático e inteligencia artificial monitorizando y controlando el tráfico automáticamente, modificando los límites de velocidad y emitiendo multas al instante para los que incumplan las reglas.

Con un algoritmo centralizado e infalible supervisando nuestra red de carreteras, los atascos y las congestiones se quedarán en el pasado y el horario de los desplazamientos será exacto.

Coches en carretera y tecnologia

En combinación con los coches autónomos, estos sistemas de transporte inteligentes coordinarán a los vehículos, consiguiendo que los accidentes eran virtualmente inexistentes. Con una gran reducción del alcance del error humano, conducir en 2050 será mucho más seguro.

Carreteras en perfecto estado

Los investigadores de varias universidades del Reino Unido están incluso trabajando en un material para la superficie de las carreteras que pueda reparar los baches y las grietas por sí mismo.

No todas las carreteras estarán en tan malas condiciones. Los viajeros todavía estarán ‘conduciendo’ coches con forma de caja, con asientos y volantes dentro, pero puede que estén hechos de una elegante fibra de carbono moldeada ultraligera que les permita deslizarse virtualmente sobre la superficie lisa.

Los grandes camiones y otros transportes de mercancías estarán casi totalmente automatizados para entonces, y puede que incluso se desplacen por vías subterráneas. Los túneles y los vehículos de reparto automatizados del proyecto Cargo Sous-Terrain de 3400 millones de dólares en Suiza, por ejemplo, planean eliminar los camiones de las autopistas.

En 2050 los viajes por carreteras serán irreconocibles. Esperemos que los avances tecnológicos mejoren la experiencia, surjan nuevos tipos de aventuras y siempre haya forma de salirse de las rutas habituales y encontrar carreteras más recónditas.

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