Punteros, modernos e innovadores: así se transforman los Parques de Bomberos de Madrid
10 de abril de 2023
Una de las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia de COVID-19 es la importancia de ofrecer los mejores medios posibles a los profesionales que nos cuidan y nos protegen. Entre ellos están los sanitarios, los encargados de gestionar los servicios de ambulancias, los cuerpos de seguridad y, por supuesto, los bomberos.
En los últimos años, hemos participado en la reforma de varios Parques de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Instalaciones que eran antiguas y que, en muchos casos, ya no ofrecían las mejores prestaciones. Con nuestras reformas, hemos contribuido a crear parques con los últimos avances técnicos y las mejores calidades, todo con el objetivo de que los bomberos tengan las infraestructuras más cómodas, prácticas y eficientes.
El parque más moderno de España
Nuestra experiencia reformando los Parques de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid comenzó con proyectos pequeños. Sin embargo, pronto fuimos avanzando y la experiencia nos permitió dar el paso y comenzar a hacer reformas integrales. El primero en el que nos embarcamos en un proyecto de este tipo fue el Parque de Bomberos 7, o Parque de San Blas.
Tras la finalización de las obras en 2018, fue considerado el más moderno de España en su momento. Se abastece con energías renovables gracias a un sistema de geotermia y a las placas fotovoltaicas que coronan su azotea, cuenta con una pista de pádel y otras instalaciones deportivas renovadas y además tiene materiales de máximas calidades.
Tras la realización de este parque, nuestro objetivo fue seguir avanzando y mejorando para poder actualizar cualquier infraestructura que solicitase el Cuerpo de Bomberos. Nuestra gran oportunidad llegó con la reforma del Parque de Bomberos 8, la más grande y completa que hemos realizado hasta el momento.
La gran reforma del parque 8
Este parque es el más grande de la Ciudad de Madrid y tiene ya más de cuatro décadas a sus espaldas. Cuenta con tres grandes áreas: el Museo de Bomberos, la Escuela de Bomberos y el propio Parque de Bomberos. Nuestra primera actuación allí se remonta a 2014, cuando reformaros el museo. Años después, regresamos a esta instalación para reformar, de forma integral, el parque y la escuela.
Siguiendo el aprendizaje obtenido en el parque 7, instalamos los sistemas más avanzados e innovadores para aprovechar las energías renovables y, como ejemplo de calidad, una pista de pádel en una cubierta. Para realizar las obras, fue necesario instalar una campa provisional con construcciones modulares en la que los bomberos tenían todo lo que necesitan en su día a día: desde habitaciones hasta una cocina, pasando por gimnasios y zonas de descanso.
Esto tiene varias ventajas: evita que tengan que desplazarse a otro parque de bomberos mientras duran las obras y, a su vez, que tengan que convivir con las mismas, algo que sí sucedía cuando realizábamos proyectos más pequeños. Las grandes extensiones de este parque hicieron posible montar todo allí mismo.
La joya de la corona de este proyecto fue, sin duda, la Torre de Maniobras. Se trataba de una construcción muy antigua, un bloque de hormigón que renovamos con los mejores materiales y a la que añadimos todo lo necesario para que los bomberos hagan sus prácticas de maniobras. Por ejemplo, agujeros en forjados y barras, llamadas cucañas, por las que pueden descolgarse. Toda la construcción está enfocada para servir a sus entrenamientos.
El resultado de la torre fue muy positivo, desde el punto de vista tanto estético como funcional. La construcción tiene además un valor especial para los bomberos, porque desde lo alto hay unas vistas increíbles de la ciudad de Madrid. Desde allí se puede ver el Cerro de los Ángeles, las cuatro torres, la M30 y muchas de las calles más representativas de la ciudad. Esta torre además tiene una gran historia, sentimiento y las vistas son tan especiales que el pintor Antonio López las inmortalizó en un cuadro que se expone en la Asamblea de Madrid.
La nueva vida de los parques
Esta reforma llevó un total de tres años, a los que se suman los diez meses que duró la actualización del museo. Durante los mismos, pudimos disfrutar de una gran experiencia. En primer lugar, porque realizar reformas de este tipo es un reto que requiere adaptarse a una obra que ya existe y que, además, tiene un montón de exigencias funcionales.
En segundo lugar, porque se creó un perfecto engranaje entre los equipos de Ferrovial, el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid y los bomberos. Estos colaboraron en todo momento con el proyecto, sin exigencias y de forma proactiva, adelantándose a hacer sugerencias y observaciones sobre la obra siempre que fue necesario.
Hoy, los bomberos de los parques 7 y 8 del Ayuntamiento de Madrid cuentan con instalaciones con los últimos avances técnicos, energías renovables, estancias cómodas y equipamientos actualizados. Esto les permite hacer su trabajo con los medios más adecuados y ofrecer, así, el mejor servicio a la sociedad.
Pero nuestro papel no podía acabar aquí. Tras varios años trabajando en Instalaciones de Bomberos, nos enfrentamos a un nuevo reto y una nueva obra que se encuentra ya en fase de Proyecto. Se trata de la reforma del Parque de Bomberos 9, otro de los grandes parques de cabecera del Ayuntamiento de Madrid.
Este tiene otras peculiaridades, como el Departamento NBQ, Químico, Bacteriológico y Nuclear. En él se almacenan materiales y trajes específicos para actuar en caso de ataques terroristas bacteriológicos o nucleares o de derrames químicos, por ejemplo. A la hora de realizar la obra, tendremos que adaptar nuestro trabajo a estas características.
De nuevo, nos encontramos con unas instalaciones obsoletas, que queremos transformar para situar a la vanguardia. Un reto que no sería posible sin la colaboración y el trabajo en equipo de muchas personas. En este sentido, me gustaría dar las gracias a mi superior y gerente, José Luis Abad, y a mi subdirectora, Belén Marquina. De igual modo, quiero agradecer el trabajo y colaboración del arquitecto del Ayuntamiento, Ignacio Rodríguez, y del aparejador, Álvaro Díaz.
No me gustaría olvidarme de José Antonio Ascaneo, que lleva 20 años a mi lado, ni de mis compañeros y jefes de Obra de contrato, Humberto Malvar y Tania Esteso. Y, por supuesto, quiero dar las gracias a todo el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid por su colaboración.
Parque de Bomberos nº 8 de Madrid
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