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Automoviles

¿Qué vehículo “conduciremos” en 2030? ¿Alguien logra adivinarlo?

11 de julio de 2018

La movilidad es, cada vez más, un tema recurrente en la sociedad de nuestros días. Cuestiones como: “¿Qué vehículos utilizaremos? ¿Qué tipo de energía necesitaremos? ¿Qué alternativas tenemos?”, se nos plantean a diario, no solo como empresa, sino también como ciudadanos del mundo.

El cambio climático y la exigencia hacia la reducción de las emisiones sonoras y de gases están, en realidad, favoreciendo una auténtica revolución en la movilidad tal y como la conocemos. Lograr tener el vehículo “más verde” y con mayor autonomía es, sin duda alguna, un reto que todos los fabricantes de vehículos a nivel mundial se están tomando muy en serio. Prueba de ello son los muchos millones que están invirtiendo en el desarrollo de sus productos.

Pilares que acompañan la evolución de la movilidad

Personalmente pienso que en estos momentos el vehículo eléctrico está de moda y es, sin duda, la solución que proporciona los mayores cambios en el sector. Sin embargo, me pregunto: ¿Será esta la solución ideal?

Símbolo de color verde de plaza de carga de un coche eléctrico pintado en el asfalto

Imagen: Pixabay

No estoy seguro de que sea así. De lo que sí estoy seguro, es que todo el sector está yendo hacia esa dirección y nosotros, como empresa, tenemos que estar atentos. Lo que también es evidente, es que ya no basta con presentar una solución con movilidad eléctrica para que logremos diferenciarnos de nuestra competencia. Por ese motivo, es muy importante la búsqueda constante del elemento diferenciador que nos permitirá ser mejores.

Desde mi punto de vista, la identificación de este elemento diferenciador estará más cerca si conseguimos comprender y adelantarnos a la evolución de la movilidad en corto / medio plazo. Estoy seguro de que lograremos acompañar esta evolución si tenemos en cuenta los siguientes pilares:

  1. Fuentes de Energía
  2. Movilidad Compartida
  3. Soluciones Alternativas

Fuentes de Energía

La presión para dejar de consumir combustibles fósiles aumenta continuamente, independientemente de si se consiguen niveles impresionantes en la reducción de emisiones  gaseosas en este tipo de motores. Sin embargo, cuando en Alemania (uno de los líderes mundiales en la industria del automóvil) pretenden eliminar el acceso de este tipo de vehículos a los centros de algunas ciudades, se está lanzando definitivamente una tendencia que a medio plazo acabará con los combustibles fósiles.

Tres tipos de pistolas de combustible. Cada una corresponde a gasolina, diesel y gas

Imagen: Pixabay

Otra fuente de energía importante, y que se considera como más “ecológica” que el diésel o la gasolina, es el Gas Natural: ya sea el GNC (Gas Natural Comprimido) o el Líquido (Gas Natural Licuado). El GNC se utiliza sobre todo en el medio urbano y, especialmente, en el transporte de pasajeros y la recogida de residuos. Sin embargo, el hecho de que tenga una autonomía reducida, hace que sea una solución con algunas limitaciones.

Para compensar esta limitación, el futuro de esta fuente de energía pasará seguramente por el GNL. Mi opinión se halla reforzada por un proyecto europeo denominado Blue Corridor, cuyo objetivo consiste en la construcción de una red de surtidores de GNL que permitirá la circulación de este tipo de vehículos entre los diferentes países de Europa.

No siendo el eléctrico una alternativa para mañana, al menos en los vehículos pesados, el GNL puede ser una alternativa a tener en cuenta, como una solución inmediata para sustituir al diésel.

Sin embargo, en estos días, de lo que se habla es de la movilidad eléctrica. Aunque yo albergue mis dudas de que sea claramente la mejor solución, la verdad es que en estos momentos la movilidad eléctrica lleva ventaja sobre las demás. Uno de los puntos que abona decisivamente a favor de la movilidad eléctrica, y que ha sido divulgado por la European Climate Foundation, tiene que ver con el hecho de que los vehículos eléctricos causan un impacto 2 ó 3 veces menor en el calentamiento global, comparándolos con vehículos con motores diésel o gasolina.

El vehículo eléctrico aún no es 100% eco

No obstante, el éxito de la movilidad eléctrica dependerá de la capacidad de los fabricantes de aumentar la autonomía de las baterías. Sin esta evolución, la masificación de este tipo de movilidad estará seriamente comprometida. Otro punto a mejorar en los vehículos eléctricos tiene que ver con el impacto medioambiental de las baterías, que son responsables del 40% de las emisiones de estos vehículos cuando analizamos el ciclo total de vida del vehículo.

El tiempo de carga es también un obstáculo en este tipo de movilidad. Cada vez más usuarios y fabricantes exigen tiempos de carga más cortos. En este ámbito, el High Power Charging (HPC), de Phoenix Contact, parece que ya está ofreciendo resultados; ya que ha desarrollado una tecnología que permite cargar una batería hasta 100 Km de autonomía en solo tres a cinco minutos.

En lo que se refiere a los principales fabricantes de este tipo de vehículos, Tesla y Nissan, sobresalen en estos momentos sobre los demás. Sin embargo, y como he señalado anteriormente, los principales actores están invirtiendo mucho dinero en la movilidad eléctrica y no resultará extraño que BMW, Volvo, Toyota, VW, Hyundai o Mercedes, por ejemplo, presenten soluciones muy convincentes en un futuro próximo.

coche negro Tesla cargándose en una estación eléctrica Tesla

Imagen: Pixabay

Movilidad Compartida

La movilidad compartida, también conocida como carsharing, es otro concepto que está revolucionando la movilidad tal y como la concebimos en la actualidad. Las propias marcas, como BMW, Mercedes, Volkswagen, Ford y el Grupo PSA, ya entienden la fabricación de vehículos como algo del pasado y comienzan a mirar, cada vez con mayor atención, a la movilidad compartida y sostenible.

Los servicios de movilidad compartida están llevando a las grandes empresas a crear o asociarse con startup con el objetivo de encontrar soluciones de movilidad. El surgimiento de soluciones como Moia, la más reciente empresa del grupo Volkswagen, Free2Move del Grupo PSA, o Chariot, que opera en los Estados Unidos y está asociada al Grupo Ford, son los más recientes ejemplos de lo que se prevé sea el futuro de la movilidad. Ferrovial con el Proyecto ZITY en Madrid, ya está trabajando en ello.

Un tema paralelo a la movilidad compartida, pero no menos importante, es la impresionante evolución del desarrollo de los vehículos autónomos. Hoy en día, estos vehículos son una realidad y podemos verlos diariamente en nuestras ciudades.

Lo que aún no se ha logrado, pero falta poco (Tesla dice que tendrá un vehículo 100% autónomo dentro de 3 a 6 meses), es conseguir tener un vehículo 100% autónomo y 100% seguro. Ya se consigue tener vehículos 100% autónomos, pero aún no se consigue garantizar la seguridad de los mismos. Otro factor limitativo, al menos en Europa, es la legislación, que obliga a que exista un conductor para cada vehículo.

La movilidad compartida, asociada al vehículo autónomo, además de la optimización de costes y recursos que puede potenciar nuestras actividades, es también un elemento diferenciador. Solo las empresas más atentas e innovadoras podrán potenciar este elemento, a corto plazo.

Soluciones Alternativas

Están empezando a aparecer soluciones alternativas, que aunque no existen aún para su uso en el día a día, parece que serán una realidad dentro de poco tiempo.

La primera es la última innovación de AirBus. Aunque no sea una realidad hoy, porque se trata de un prototipo, lo será ciertamente mañana, tal como indica Airbus – “We’re determined to make urban air mobility a reality” (Estamos determinados en hacer de la movilidad aérea urbana, una realidad).

La segunda solución alternativa, que a mí realmente me parece la mejor fuente de energía actual, es el hidrógeno. Es una energía limpia, a todos los niveles, y tiene un potencial de crecimiento enorme. Creo que será el verdadero competidor de la movilidad eléctrica, en un futuro muy cercano.

Pero antes de acabar, intentaré contestar a la pregunta con la que comenzaba. ¿Qué vehículo “conduciremos” en 2030? Creo que en el 2030 no conduciremos, sino que conducirán por nosotros; y también creo que dejaremos de utilizar las carreteras terrestres para pasar a utilizar vías aéreas. Y tú, ¿qué crees?

 

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