¿Cambiar habitaciones de sitio para ahorrar en climatización?

La búsqueda de viviendas de bajo consumo nos hace invertir en aislamiento, mejores máquinas o nuevos hábitos. Pero, ¿te plantearías cambiar el uso de varias estancias de tu vivienda si con ello ahorrases en climatización? Por ejemplo, intercambiar un dormitorio de matrimonio ubicado al sur con un salón ubicado al norte puede suponer una importante mejora económica.

Esta pregunta, realizada en Twitter tal y como se plantea aquí dando como respuestas Sí/No/No lo sé, tuvo una participación de 410 personas. Seis de cada diez daban una respuesta positiva, por lo que hay interés en optimizar la vivienda. En este artículo veremos las propiedades térmicas de cada fachada, y algunas alternativas, tomando como referencia el siguiente esquema básico.

Buena parte de las viviendas de reciente construcción hacen uso de conceptos asentados de arquitectura bioclimática. Tienen en cuenta factores como el color de la fachada, el comportamiento del aire en el tiro de escalera o el uso de las diferentes estancias en base a su orientación. Pero, ¿cómo es la radiación sobre ellas?

El comportamiento térmico de la fachada norte

La fachada norte (fachada sur para los que nos leáis desde el hemisferio sur) es, con diferencia, la fachada más fría de la vivienda durante todo el año. En invierno será por donde tengamos las mayores pérdidas de calor, y en verano la encontraremos agradablemente fresca.

En esta fachada se recomienda tener estancias como el baño, que solo necesitamos calentar unos minutos al día para ducharnos; la cocina, estancia que produce su propio calor en los fogones pero que además tendemos a ventilar con frecuencia y por la que perdemos bastante calor; y los dormitorios para dormir. Esto último es importante y requiere más desarrollo.

A la hora de conseguir un sueño reparador la temperatura es muy importante. Lo ideal es que nuestro cuerpo esté a unos 22ºC, para lo que el aire del dormitorio debe encontrarse entre los 15ºC y los 18ºC. Incluso en invierno un dormitorio al norte permite un sueño de mayor calidad.

Si tenemos la suerte de disponer de una vivienda en eje norte-sur, podemos aprovechar el calor en la zona sur para elevar ligeramente la temperatura en las habitaciones al norte en invierno; así como usar un pasillo central para aislar estas dos zonas en verano y mantener frescas los dormitorios.

Así logramos disminuir el consumo energético tanto en invierno como en verano. Además, esta fachada recibe menos luz, y se recomienda dejarla para zonas en las que pasamos poco tiempo o lo pasamos dormidos.

El comportamiento térmico de la fachada sur

La fachada sur (norte si nos lees desde el hemisferio sur) es la más cálida durante la mayor parte del día. El sol incide en ella durante toda la jornada y almacena una gran inercia térmica que luego libera horas después. Esto es muy importante de cara al comportamiento térmico de las habitaciones.

Significa que la temperatura dentro de estas estancias subirá a medida que pasa el día, e incluso seguirá subiendo una vez ido el sol si los muros son gruesos y el aislamiento es deficiente. La energía almacenada en la fachada se transmitirá lentamente, a veces hasta 12 horas después, al interior.

Por eso se recomienda dejar las estancias al sur para servicios como el salón, la sala de estar, el estudio o la zona de teletrabajo. En invierno el sol sobre la fachada calentará la zona de estar durante todo el día e incluso la tarde, minimizando el uso de climatización pero, ¿y en verano?

En verano un uso intensivo de la fachada sur como área de esparcimiento puede aumentar mucho nuestra factura en aire acondicionado. Sin embargo, es la época en la que menos tiempo pasamos dentro debido al buen tiempo; y, además, podemos hacer uso de elementos pasivos de consumo nulo como toldos.

Es altamente recomendable invertir en soluciones de parasol como los aleros horizontales, las marquesinas, las lamas estáticas o el brise-soleil (arriba). En verano el sol está alto en el cielo, y estos elementos evitarán la radiación sobre fachada. En invierno, la radiación solar entrará en la vivienda sin problema.

Así trabaja la fachada este

El sol sale por el este en todo el mundo. Aquí no importa el hemisferio donde vivamos. Significa que la primera luz del día incidirá en esta fachada, aunque también implica que a medio día dejará de darle el sol y solo contará con la irradiancia indirecta del cielo o las nubes. ¿Cómo podemos usar esto para replantear el interior de la vivienda?

Una idea interesante, no siempre viable por nuestros trabajos, es colocar las habitaciones en la fachada este con objeto de ayudarnos a despertar y mantener un ritmo circadiano apropiado. Al ser una fachada que se enfría a partir del mediodía, tanto si usamos el sol como despertador como si no, nos conviene dejar los dormitorios allí en caso de no disponer de fachada norte.

Así, en el caso de que nuestra fachada tenga como eje este-oeste en lugar de norte-sur, se recomienda dejar al este también la cocina y el baño (llamados “espacios sirvientes”), como habíamos hecho arriba con el norte (en el hemisferio norte). Aunque, como veremos abajo, a veces no disponemos de un eje longitudinal claro.

Fachada oeste, la más calurosa de todas

La fachada oeste es particularmente conflictiva porque es la que más irradiación recibe a lo largo del día. Como además el sol se pone en esta dirección, las estancias ubicadas en esta fachada se calentarán a lo largo del día, y seguirán calientes durante parte de la noche. Por lo tanto, no se recomienda mantener los dormitorios orientados hacia esta dirección.

Además, se desaconseja colocar hacia el oeste estancias como el salón o el estudio, al menos si tenemos la oportunidad de evitarlo, y especialmente si disponemos de dos orientaciones en perpendicular, como es el caso del esquema que volvemos a recordar.

En este esquema pueden verse representados algunos de los consejos principales de este artículo. Por supuesto de forma sintetizada y haciendo uso de una vivienda cuadrada, que no es la norma. Pero suponen una aproximación válida a la hora de considerar desplazar usos de estancias incluso si eso implica obra.

Desplazar estancias dentro del hogar

Mientras que el intercambio de una sala de estar por un dormitorio es relativamente sencillo, desplazar el baño o la cocina son particularmente conflictivos. Este tipo de soluciones solo se aconsejan si vamos a realizar una obra, como por ejemplo reformar la cocina o renovar la línea de radiadores. Aprovechando la reforma, replanteamos la vivienda a nuevos usos.

Además, hemos de tener en cuenta que algunas viviendas hacen imposible seguir este tipo de consejos. Por ejemplo, aquellas con una única orientación exterior, que verá limitados sus movimientos. En estos casos habremos de decidir qué tipo de comodidades priorizamos. Así, en una vivienda con orientación norte podemos cuestionarnos puntos tales como:

• ¿Paso mucho tiempo en el salón? Es interesante que esté iluminado.
• ¿Hay más ruido en la calle o en la pared del vecino? A la hora de colocar el dormitorio.
• ¿Teletrabajo desde casa? Igual nos conviene situar el estudio junto a la ventana más grande.

Es decir, las consideraciones climáticas tienen una importancia relativa en el diseño y uso de nuestras viviendas. Si nuestro objetivo es ahorrar en climatización y minimizar el impacto ambiental, podemos tener algunas de estas claves en consideración.