Las previsiones indican que la población mundial superará los 8.000 millones de personas en una década. O que, a mitad de siglo, casi alcanzará los 10.000. Sin embargo, pocas cifras producen más vértigo que las que hacen referencia a las ciudades: algunas aproximaciones calculan que en 2075 habrá al menos tres metrópolis con más de 50 millones de habitantes.
El crecimiento es tan alto en algunas regiones que muchos se preguntan cuál será la primera ciudad en alcanzar los 100 millones. Según datos de la ONU, África subsahariana será la principal protagonista de este crecimiento que, sin duda, dará la vuelta a la estructura del mundo tal y como la conocemos.
Un crecimiento exponencial
Detrás del rápido crecimiento de la población mundial está el aumento de la natalidad y la reducción de la mortalidad. Según el informe ‘World Population Prospects 2019’ de la ONU, los países de África subsahariana podrían representar más de la mitad del crecimiento de la población mundial entre 2019 y 2050.
De hecho, se prevé que el crecimiento se concentre sobre todo en nueve países (cinco de ellos del continente africano): la República Democrática del Congo, Tanzania, Etiopía, Nigeria, Egipto, India, Indonesia, Pakistán y Estados Unidos.
Gran parte de esta población se mudará a las ciudades en busca de nuevas oportunidades. Otros muchos nacerán en ellas, contribuyendo así también al aumento de su población. Esto contribuirá a un cambio de paradigma y a que las ciudades más grandes se concentren no solo en Asia y América, sino también en el continente africano.
Dar es Salaam, en Tanzania. Samson Tarimo (Unsplash)
Para las propias ciudades, sumar en poco tiempo un gran número de nuevos habitantes supone numerosos retos. En primer lugar, organizativos: es necesaria la creación de buenas infraestructuras y servicios. En segundo lugar y estrechamente relacionado con lo anterior, medioambientales. De los servicios de saneamiento, transporte y energías, entre otros, depende que las urbes estén limpias y no se disparen sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Todo esto condiciona que las ciudades sean o no capaces de garantizar los derechos humanos de sus habitantes, ofreciéndoles empleo, educación y un estilo de vida sano y seguro.
Cambios en el ránking
Actualmente, los 47 países menos desarrollados del mundo se encuentran entre los que más crecen en población. Se espera que muchos de ellos lleguen a duplicar su número de habitantes entre 2019 y 2050.
Del mismo modo, se estima que algunas de las ciudades que hoy encabezan la lista de las más pobladas dejen de hacerlo en las próximas décadas. En la lista están Tokio, en Japón (con unos 37 millones y medio de personas en 2018); Nueva Delhi, en India (con unos 28 millones y medio); Shanghái, en China (con 25 millones y medio) y São Paulo y Ciudad de México, en Brasil y México respectivamente (con cerca de 21 millones y medio cada uno).
Peatones en Tokio, Japón. Chris Barbalis (Unsplash)
Ya en 2016, un estudio liderado por los investigadores Daniel Hoornweg y Kevin Pope hacía referencia a las urbes que más podrían crecer durante el siglo XXI. Desde entonces algunas perspectivas han cambiado, pero hay varias urbes que siguen siendo favoritas a encabezar la lista. Son Lagos, en Nigeria; Kinshasa, en la República Democrática del Congo; Dar es Salaam, en Tanzania o Bombay, en India.
Lagos, Nigeria
Al igual que tantas otras ciudades africanas, en los años 70 Lagos era una ciudad pequeña. De hecho, estaba lejos de aparecer en la lista de las 18 ciudades que por aquel entonces superaban los cinco millones de habitantes. Sin embargo, en 2018 figuraba ya en esta lista con 13 millones y medio de personas viviendo en sus calles. Se calcula que a finales de siglo puede alcanzar los 88 millones de personas.
El crecimiento desproporcionado en esta ciudad ha dado lugar a numerosos asentamientos improvisados. Muchas zonas de la que es la ciudad más rica de Nigeria carecen de acceso a saneamiento y otros servicios básicos.
En el mismo año 2018 en el que Lagos sumaba 13 millones de habitantes, la población urbana de Nigeria superó por primera vez a la rural. Y es que Lagos no es la única ciudad del país que crece: también lo hace Gwagwalada, por ejemplo. Esta urbe tiene una población estimada de 410.000 habitantes y se estima que puede crecer hasta un 102% de aquí a 2035, para alcanzar los 827.000.
Porcentaje de población que vive en áreas rurales y urbanas en Nigeria. ONU
Kinshasa, República Democrática del Congo
La ciudad de Kinshasa se expande durante kilómetros a orillas del río Congo, que atraviesa el país para desembocar finalmente en el océano Atlántico. Su situación privilegiada – unida a la situación de conflictividad que vive el resto del país – hace que cada año cientos de miles de congoleños se muden a sus calles.
Sin embargo, en la República Democrática del Congo la población rural todavía supera a la urbana. Esta realidad da margen a Kinshasa para seguir creciendo durante los próximos años. En 2018, la ciudad sumaba 13 millones de personas. Las expectativas para 2030 son de casi 22 millones, y para finales de siglo de casi 83.
Nueva Delhi, Tokio y Shanghái encabezan la lista de ciudades con mayor población estimada en 2030, según la ONU. Sin embargo, el crecimiento potencial de los 70 años siguientes, hasta alcanzar el final de este siglo, depende de factores como la tasa de natalidad o el porcentaje de población que aún puede mudarse del campo a las ciudades.
Es al tener en cuenta estos factores que otras ciudades como Dar es Salaam, Tanzania, o Bangalore, en India, pasan a ser las favoritas a convertirse en superciudades. De lo que suceda en las próximas décadas dependerá que estas urbes crezcan de forma organizada y puedan dar respuesta a las necesidades de los millones de personas que – previsiblemente – pasarán a formar parte de sus calles.
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