¿Qué es realmente necesario para establecer una cultura de la innovación?
09 de noviembre de 2020
Cuando pienso en innovación, no me limito a la definición literal (Invención*Comercialización = Innovación, como diría Bill Aulet del MIT, Director Gerente del Martin Trust Center for MIT Entrepreneurship y Profesor de Prácticas en la MIT Sloan School of Management), también pienso en el impacto y el efecto que puede tener a nivel individual, de equipo y organizativo. Aunque la innovación puede contribuir a proporcionar soluciones a los retos globales a los que se enfrentan una empresa y el mundo, es, sobre todo, una forma de trabajar. Sin embargo, las actividades de innovación deben vivir y crecer junto con los rígidos procesos y estructuras que posee la organización para gestionar la complejidad y la incertidumbre a escala. Es todo un desafío. Ford y AT&T son ejemplos de cómo se puede estar en la cima, cambiando la forma en que las personas viven y trabajan, y al poco, luchando por recuperar la relevancia y por reavivar el espíritu innovador que una vez los impulsó.
¿Qué es una cultura de innovación?
En un mundo en constante cambio con ciclos económicos cada vez más acelerados, ¿cómo puede una empresa crear una cultura de innovación sostenible? Empezaremos viendo qué es una cultura de innovación. Y para responder a esta cuestión, es importante comprender qué es una cultura organizativa. Según este artículo de HBR, la cultura son «los patrones de comportamiento constantes y observables en una organización». La cultura no se transmite por mensajes en carteles en las oficinas ni por tener sillas más cómodas, ni por políticas salariales, ni por las horas dedicadas a la formación. La cultura es algo que se transmite por filtración y colaboración.
Por lo tanto, una cultura de innovación es simplemente una cultura organizativa que valora y apoya la innovación, de modo que los empleados puedan llevarla a cabo en toda la organización.
«Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo». Benjamin Franklin
¿Qué hace que una cultura sea innovadora?
El profesor de Harvard Gary Pisano, en su artículo The Hard Truth About Innovative Cultures (La cruda realidad de las culturas innovadoras), describe por qué crear una cultura empresarial que sea auténticamente innovadora es un reto:
«Las conductas afables que reciben tanta atención son solo una cara de la moneda. Deben contrarrestarse con otras más duras y menos divertidas.
La tolerancia al fracaso requiere intolerancia a la incompetencia. La voluntad de experimentar requiere una disciplina rigurosa. La seguridad psicológica requiere estar cómodo con una franqueza brutal. La colaboración debe equilibrarse con la responsabilidad individual. Y la monotonía requiere un liderazgo fuerte. Las culturas innovadoras son paradójicas.
Si las tensiones creadas por esta paradoja no se gestionan con cuidado, los intentos de crear una cultura innovadora fracasarán».
Ser capaz de combinar atributos y comportamientos que suelen considerarse antagónicos es lo que crea una cultura innovadora.
Mantener la innovación
Es evidente que no existe un truco de magia para lograr este objetivo. Defenderlo es una cosa, pero hacer que suceda es otra. Será necesario cuestionar los hábitos establecidos, así como las suposiciones colectivas, la falta de contacto entre departamentos y los métodos obsoletos de hacer negocios. Será necesario subir el listón de la confianza, la comunicación, el trabajo en equipo, la experimentación y la voluntad de aprender de los errores. La innovación requiere el compromiso de los empleados para dedicar su energía e ideas a generar nuevas oportunidades. Requiere el compromiso de los líderes para apoyar el pensamiento creativo y tolerar el fracaso. La cultura es la clave para desarrollar este compromiso. Al centrarse en el liderazgo, la comunicación, las recompensas y el reconocimiento, el entorno y la estructura, las empresas pueden aprovechar el poder de la innovación, integrarla en su cultura y transformar su organización para hacerla innovadora de forma sostenible.
Zuritanken: el programa de cultura de innovación por excelencia
Este año he tenido la suerte de unirme al equipo Zuritanken de Ferrovial en su quinta edición. Este programa es uno de los muchos que se han diseñado y realizado con el objetivo de desarrollar una cultura de innovación en toda la organización. Estas iniciativas han facilitado la identificación e implementación de soluciones de innovación para nuestros negocios, aportando valor añadido a nuestros clientes. Creo que una cultura de innovación debe basarse en una idea fundamental: la innovación surge de las ideas que desarrollan personas y, por lo tanto, todos los empleados tienen el potencial de innovar.
Zuritanken se lanzó en 2012 y es un programa de conceptualización patrocinado por el presidente, que ofrece a los empleados la oportunidad de desarrollar sus habilidades creativas con sus colegas. Les proporciona tiempo y espacio para desarrollar ideas innovadoras que ayuden a Ferrovial a mejorar como empresa. Nacidos de la unión de la expresión en suajili «nzurin», que significa grande, y la palabra noruega «tanken» que significa idea, los premios Zuritanken se han consolidado como galardones a la innovación de Ferrovial con una comunidad de más de 3.800 zuritankeners que han generado unas 3.200 nuevas ideas.
Otros ejemplos de culturas empresariales innovadoras
Microsoft: tras la era de los PC, Microsoft se estancó. Su cultura se había vuelto individualista y burocrática, y la colaboración había dado paso a la competencia interna y al miedo al fracaso. Todo cambió cuando Satya Nadella se convirtió en directora ejecutiva, y su impulso para animar a los empleados a ser más creativos se refleja en el hackatón anual de la empresa. El evento ha contribuido al desarrollo de una cultura más innovadora, empática y orientada a los objetivos con una mentalidad de humildad y crecimiento.
Decathlon: Decathlon es una empresa de aficionados al deporte creada para aficionados al deporte, que se enorgullece de su cultura autónoma e innovadora. Su estructura organizativa lateral fomenta la comunicación libre que impulsa la innovación. Workplace, una plataforma desarrollada para permitir que los empleados compartan y ofrezcan su opinión, independientemente de sus puestos o departamentos, favorece esta idea.
Pernod Ricard Winemakers: en Pernod Ricard Winemakers, la estrategia, el liderazgo y la innovación están relacionados de forma intrínseca y vinculados al negocio global para garantizar que exista un enfoque común en todo el mundo. Esto ayuda a impulsar la conexión, la pasión, la energía y el compromiso con la innovación en todos los ámbitos del negocio. Que su director ejecutivo y presidente lideraran el Comité Directivo de Innovación fue el germen del desarrollo de su cultura de innovación.
La moraleja de la historia es que la innovación no es solo una estrategia. Para que una organización adopte y se beneficie de un flujo constante de nuevas ideas, debe crear una cultura de innovación. Es cierto que los cambios culturales empiezan desde arriba (los líderes han de convertirse en modelos a seguir del comportamiento que se espera de todos), pero también pueden suceder desde abajo.
Todavía no hay comentarios