Hay muchos artículos que hacen referencia a este nuevo sector en desarrollo, la llamada Movilidad Aérea Urbana/Movilidad Aérea Avanzada/Movilidad Aérea Regional, que está ganando cada vez más fama a nivel global. Independientemente del nombre, se define como el uso de vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL por sus siglas en inglés) para transportar de forma segura pasajeros o carga entre dos puntos sin precisar huella terrestre.
Para los eVTOL que operan fuera de los aeropuertos o helipuertos, debe haber vertipuertos. Un vertipuerto es, básicamente, una infraestructura multimodal necesaria para que los eVTOL despeguen y aterricen, recarguen las baterías y se gestionen los pasajeros o la carga. El diseño de los vertipuertos incluye áreas similares a las que encontraríamos en un helipuerto o incluso en un aeropuerto pequeño:
- Terrestre: estacionamiento, acera, terminal con controles de seguridad, recepción, cafetería, etc.
- Zona de embarque: varios puestos, estaciones de carga rápida de baterías, instalaciones de mantenimiento, calles de rodaje y pistas de aterrizaje (con la típica «H» dentro de un área circular que se encuentra en cualquier helipuerto).
También es importante destacar que, al principio, estos vehículos serán pilotados por personas, luego de forma remota y, por último, serán autónomos. En la actualidad, con la tecnología de batería actual, estos vehículos pueden transportar de 1 a 6 pasajeros y viajar hasta 300 km de distancia.
Contexto histórico y ventajas
Este sector innovador ha sido un ámbito de interés durante mucho tiempo. No hace mucho, los helicópteros se empleaban con este propósito (por ejemplo, conectar Manhattan con el aeropuerto JFK) y también, no hace mucho, la gente desarrollaba sus propios “coches voladores”. ¿Qué diferencia hay esta vez?
En primer lugar, la disponibilidad y madurez de la tecnología que se usa como base para los eVTOL (incluidas las baterías). También la tendencia global hacia la sostenibilidad mediante alternativas de transporte de cero emisiones que mejoren la calidad de vida (elusión del tráfico, bajo impacto sonoro, precios asequibles o accesibilidad a lugares remotos) y, por último, el impulso conjunto de las grandes empresas del sector de la aviación (desde Boeing y Airbus hasta las aerolíneas y, lo más importante, autoridades como la NASA, la Administración Federal de Aviación o la Agencia Europea de Seguridad Aérea), uno de los pilares que permitirá que la movilidad aérea urbana se haga realidad.
Durante estos años, ha habido un crecimiento exponencial en diferentes ámbitos:
- En estos momentos, hay más de 200 eVTOL en desarrollo (solo unos pocos se están probando en vuelo y han superado la fase de prototipo o concepto).
- Ha habido avances prósperos en la normativa con las primeras hojas de ruta de certificación eVTOL emitidas por la Administración Federal de Aviación y la Agencia Europea de Seguridad Aérea.
- Muchos desarrolladores de eVTOL se han asociado con expertos en infraestructura para desarrollar vertipuertos. Algunos ya han hecho públicos sus planos y diseños en diferentes ubicaciones.
- Varias ciudades han lanzado programas para analizar y preparar los casos de uso futuros.
- Incluso hay tecnología para gestionar y controlar el espacio aéreo para vehículos autónomos en desarrollo (gestión del tráfico del sistema de aeronaves no tripuladas).
- Y la lista continúa…
¿Qué hay que hacer entonces?
Pasando al lado práctico de todo esto, para alcanzar la fecha objetivo de 3-5 años establecida por la Agencia Europea de Seguridad Aérea y que la movilidad aérea urbana se convierta en realidad, deben abordarse los siguientes asuntos:
- Certificación: los principales desarrolladores de eVTOL esperan que en 2024 o 2025 sus aeronaves estén certificadas (aeronavegabilidad y seguridad para volar). No hay necesidad de desarrollar nuevos estándares para comenzar las operaciones de infraestructura, pero los reguladores y el sector están trabajando para definir una normativa personalizada que permita instalaciones y espacio aéreo más adecuad os para su propósito.
- Ubicaciones: el proceso de planificación en zonas urbanas puede facilitar el desarrollo de vertipuertos en aquellos lugares donde sea más conveniente para el cliente y donde pueda haber una buena integración con otros medios de transporte. Para ello, es clave colaborar desde el principio con las ciudades y las autoridades locales para revisar los planes de acción y establecer esos vínculos.
- Aceptación social: aunque los eVTOL van a tener muy bajas emisiones de ruido, será necesario desarrollar soluciones para ofrecer la comodidad adecuada a las personas que vivan cerca de los vertipuertos. Por ello, involucrarse con las comunidades locales y promover campañas de educación en movilidad aérea urbana para explicar las características y las ventajas de este medio de transporte es fundamental para que todos salgan ganando.
- Sostenibilidad: es bastante evidente que los eVTOL se están desarrollando con esta premisa en mente. En cuanto a la infraestructura, es fundamental desarrollar vertipuertos verdes sin emisiones de carbono. Esto puede lograrse con acciones como la generación de energía verde in situ mediante paneles solares y el diseño de terminales inteligentes pasivas que aprovechen el sol o el viento en su beneficio.
- Espacio aéreo: es muy importante desarrollar el concepto inicial de operaciones con las autoridades de control del espacio aéreo como la Administración Federal de Aviación, ENAIRE y AESA en España. Esto ayuda a entender mejor los posibles conflictos con las rutas de vuelo actuales y a analizar las diferentes rutas alternativas y operaciones de aproximación a los vertipuertos. Para evitar sobrevolar ciudades y zonas urbanas, los eVTOL pueden seguir los cursos de los ríos, la costa o las principales carreteras y vías ferroviarias, por ejemplo.
Teniendo todo esto en cuenta, con los pasos de gigante dados durante los últimos años y con la colaboración de todos los involucrados en la movilidad aérea urbana para lograr un objetivo común, el futuro cercano se presenta brillante.
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